MY COWBOY

Scott

Rápidamente Skyler abandonó la casa dejando a su madre con la palabra en la boca, se veía un poco angustiada debido al contenido de aquel mensaje, quise salir corriendo detrás de ella para averiguar qué era lo que le ocurr......

¡Pero qué demonios!? Que estoy pensando no debería importarme en lo más mínimo, ella es apenas una chiquilla, y no es nada mío es solo la hermanita de mi amigo. (Pero esa chiquilla te gusto) mi mente no paraba de repetírmelo.

Bueno, muchas gracias por la cena, es hora de que me valla a mi casa, espero no haber molestado.- dije mientras me despedía de cada uno.

Oh, no para nada cariño, siempre a serás muy bien recibido en esta casa, vuelve cuando quieras.- me dijo la señora Adams.

Con un asentamiento y prometiéndoles que otro día volvería, me retire y salí rumbo a mi casa, en todo el camino no pude para de pensar en esa hermosa cara, sus ojos y el sonrojo que cubría sus mejilla cada vez que la descrubia mirándome, pero todo eso se fue a la mierda al recordar que tenía novio.

Al llegar casa, todo estaba apagado, así que directamente me fui a mi recámara, nada había cambiado en mi habitación, seguía tal cual la dejé hace un tiempo, tal ves la única diferencia es la sobrecama, que mi madre cambia constantemente.

Tome una ducha para quitar el cansancio que traía, traté de despajarme un poco durante ese tiempo. Salí con solo una toalla en mi cadera y me dirigí al armario que tenía, saque solamente un bóxer, ya que siempre había acostumbrado a dormir solamente con eso.
Al ya tenerlo puesto, no pude evitar mirar mi reflejo en el espejo que se encontraba a un lado, mis ojos fueron directamente a la cicatriz que había allí.
Estaba justo debajo de mis costillas media alrededor de 10-12 cm. Pase mis dedos por ella y no pude evitar recordar lo que la ocasionó.

FLASHBACK —————————————————

Hace 2 años me encontraba en el campeonato de rodeo, si lo ganaba me daría muchos premios y reconocimiento entre todos. Era uno de los mejores, me encontraba entre la lista de los 5 mejores jinetes de todo el país.

Cuando era mi turno, tenía una mala sensación, pero decidí evitarla ya que pensé que eran solo nervios lo que sentía, al ver al toro que me había tocado montar, mis pies y cuerpo entero se tensaron. Ese toro tenía la mirada asesina, con un gran peso de 98 kilos, así que no por nada lo llamaban "Zeus" ya que era el único que nadie lo había logrado montar y durar los 8 segundos en el.

Aun dentro del cajón, en cuanto sintió mi peso empezó a moverse como loco, no me movi de él hasta que se tranquilizó, pero podía ver perfectamente que él miraba de reojo con tanta furia, y sabía que él se había echo una promesa: deshacerse de mí a como fuera lugar. Al instante se abrieron las puertas mi agarre aumento y también los bruscos movimientos de el, cuando estaba a punto de lograrlo, tan sólo faltaba dos segundos ocurrió todo.
El animal dio un gran brinco que me hizo volar por los aires, pero hay no acabo todo, rápidamente dio la vuelta y con toda la seguridad corrió hacia mi, intenté pararme lo más rápido que pude, pero mis pies no pensaban lo mismo, antes de llegar a mi el toro dio un gran brinco y ahí supe que era mi fin. Luego un fuerte impacto en mi cuerpo, específicamente en mis costillas me hizo distraerme de mis pensamientos y luego luego todo se desvaneció.

De ahí no recuerdo más, solo que desperté en una cama de hospital y mi madre se encontraba llorando agarrando fuertemente mi mano, me sentí la peor mierda al ver que sus lágrimas y sufrimiento eran debido a mi. Él doctos llego después y me comunico que estuve al borde de la muerte, durante las 10 horas de cirugía a la que me sometieron y además de las dos semanas que estuve inconsciente. El toro me quebró 3 costilla y casi me llego a perforar el pulmón.

Estuve 1 mes más en el hospital, hasta que me dieron el alta, me fui a un hotel con mamá, mientras que me suplicaba que porfavor volviera con ella al rancho. Iba a aceptar volver, pero una noche, me levante por un poco de agua y la encontré dormida sobre varías papeles, me acerqué y la removí delicadamente. Se despertó un poco asustada, pero al verme se tranquilizó, bese su frente y le dije que fuera a dormir, me hizo caso y se fue a descansar. Estaba por irme pero los papeles llamaron mi atención.
Eran la cuenta del hospital con una suma muy elevada, por todo el tiempo que había estado allí,pero no era la única también recibos de adeudos que se debían en el rancho.

Esa noche tome una decisión, iba a volver a los rodeos, para ayudar a mi madre, que tuviera una buena vida, y pagara todos los adeudos, aunque fuera lo último que hiciera. A la mañana le conté a mi madre lo que había pensado y ella se negó rotundamente pero ya no había vuelta atrás. Ya había tomado mi decisión por el bien de ella.
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Odiaba cuando los recuerdos me invadían ya que no me gustaba recordar aquello. Con ese pensamiento me fui a la cama, deseando que ya pronto amaneciera h ver que hacía falta en la granja.