MY COWBOY

Skyler

Cada vez me extrañaban más los mensajes que recibía advirtiendo de mi novio, pero no podía sacar conclusiones sin antes consultaría dudas o problemas con el.

Al salir de la nevería, fui en dirección a casa, estacione mi auto, y me dirigí hacia mi habitación ignorando por completo las miradas curiosas de mi familia. Tres horas más tarde el reloj marcaba las 12.00 am y yo junto con eso volvía a soltar un suspiro al no poder conciliar el sueño, agarre mi celular y al ver que Alex se encontraba en línea decidí hablar con él, ya que últimamente no hemos pasado mucho tiempo juntos como antes.

Hola, esta todo bien, pensé que hoy saldríamos o tan siquiera hablaríamos por teléfono?.- al ver que seguía en línea y no respondía, aventé mi celular a l otra orilla de la cama.

Después de una hora, cuanto estaba apunto de quedarme dormida mi celular, suena avisándome la llegada de un mensaje y era nada más y nada menos que mi querido novio que al fin se había dignado a contestarme.

Lo siento preciosa, pero he estado muy ocupado todo el día, mañana si quieres puedes venir a visitarme a la casa, solo avísame cuando vengas, dulces sueños. Te amo.- y como siempre que quedaba con Alex me emocioné pensando en todas las cosas que podíamos hacer juntos, así que después de otro largo tiempo me decidí a dormir.

A la mañana siguiente, como era sábado me duché y prepare ya que en la noche tome una decisión. Hoy finalmente me entregaría a Alex en cuerpo y alma, así que me duche y depile completamente, al salir me puse un conjunto de encaje color rosa pálido lo compré hace tiempo pensado en una ocasión especial y ese día era hoy. Le puse cualquier ropa que encontré y me dirigí al centro comercial a buscar el outfit adecuado para esta noche.

Pase por varias tiendas y nada logro llamar mi atención, hasta que pase por una tienda y un vestido rojo logro atraparme por completo, me lo probé y me quedaba perfecto así que decidí llevármelo. Al llegar a casa horas después, le dije a mi padres que saldría de fiesta esta noche y que me quedaría a dormir en casa de Georgia, obviamente me quedaría a dormir en casa de Alex pero creo que a mi familia eso no les gustaría en lo más mínimo así que decidí guardármelo para mi misma.

Empecé a arreglarme, me maquille algo natural no quería parecer payaso, hice unas ondulaciones en mi cabello y al final me coloqué el vestido y unos zapatos de tacón que tenía guardado. Me gusto bastante el resultado nunca me había arreglado tanto para salir

Cuando el reloj ya marcaban las 7 pm, decidí que ya era hora de irme a casa de Alex, quería sorprenderlo.
Al aproximarme a las escaleras, oí varias risas de la planta de abajo. Cuando baje por completo obtuve la atención de absolutamente todos, mis hermanos y mi padre fruncieron el ceño al ver mi vestimenta y mi madre solo sonrió con ternura. Pero eso no fue todo no me había percatado de la presencia de el amigo de mis hermanos Scott. Recorría mi cuerpo una y otra vez, causándome escalofríos y un terrible sonrojo.
No pude ni quería permanecer más tiempo en casa así que lo más rápido que pude me despedí de todos, y tome dirección a la casa de Alex esta sería nuestra noche y nada ni nadie me lo podría arruinar.

Al llegar el coche de Alex se encontraba afuera y además otro, por lo que supuse que era la tía de Alex. Toque suavemente la puerta y la ama de llaves me recibió, le pregunté donde se encontraba Alex y ella me dio una sonrisa que no parecía verdadera, me indicó que se hallaba en su habitación, le agradecí y al intentar subir tomo mi brazo y me dio un pequeño jalón hacia ella.

Mi niña, eres muy buena para el, espero que pronto logres darte cuenta.- dijo mientras me miraba con lastima y se retiraba. Me confundió su comentario, y mientras recorría el camino hacia la habitación de Alex no dejaba de pensar en ello, pero me vi distraída cuando unos ruidos se escucharon adentro de su habitación.
No es hasta que estuve pegada a o puerta cuando logré distinguir qué eran: gemidos.  Con miedo de lo que me iba a encontrar abrí la puerta y la imagen me dejó totalmente helada.

No podía mover ni un solo músculo, solo podía sentir mis ojos comenzar a llenarse de lagrimas, hay en la cama se encontraba mi novio teniendo relaciones con la que se decía ser mi mejor amiga. Ahora todo empezaba a tener razón, su confianza,las veces que me evitaban. Cuando se dieron cuenta de me presencia Alex palideció por completo salió de la cama completamente desnudo, pero antes de que llegara a mi salí corriendo lo más que pude hacia mi auto.
Cuando estaba apunto de subirme, agarraron mi brazo fuertemente haciéndome voltear y allí se encontraba Alex, no se ni en qué momento se había colocado la ropa interior.

Preciosa, por favor déjame explicarlo, es un malentendido. - decía mientras intentaba abrazarme.

Que? No me digas que es un error por que yo vi que te la estabas pasando en grande, vete con aquella maldita puta. Sabes, debí haberle hecho caso a todos los que me decían que me alejara de ti, porque tenían razón eres malo Alexander solo piensas en ti, no te interesa los sentimientos de las otras personas. Pero sabes que fue mi más grande error ? Haber confiado en ti plenamente, pero gracias me di cuenta de esta farsa antes de haberme entregado a ti. Por qué si Alexander vine hasta acá para sorpréndete y entregarte lo más Preciado para mi. Dime cuanto tiempo llevan jugando conmigo a mis espaldas!.- dije mientras lo veía fijamente a los ojos.

6 meses, pero preciosa yo no la quiero a ella, solo a ti, por favor perdóname.- dijo mientras intentaba besarme me aleje de él como si tuviera una enfermedad contagiosa.

No Alexander, nosotros ya no somos nada, yo te amaba, pero veo que no era correspondido mis sentimientos. Te lo pido de favor no me vuelvas a buscar.- para ese momento las lágrimas se deslizaban libremente sobre mis mejillas, pero no me importaba en lo más mínimo.

Subí a mi camioneta y aceleré lo más que pude hacia mi hogar, donde al parecer todavía se encontraban todos y se escuchan fuertemente sus risas.
Aun con lágrimas en los ojos, entre y me dirigí hacia mi habitación, ignorando los gritos de mi familia preguntando qué es lo que pasaba. Al llegar, cerré con seguro y me heche a llorar como una pequeña niña. Ahogaba mis gritos en la almohada, escuchaba a mis padres y hermanos diciéndome que les abriera pero hice caso omiso. Y seguí bastante tiempo así hasta que el sueño me domino por completo y caí rendida en los brazos de morfeo.