MY COWBOY

Scott

Mentiría si dijera que no me jodio ver a Sky llorar y no poder hacer nada, ni saber quién demonios ocasionó su llanto. Su madre llevaba casi una hora tratando de que le abriera la puerta de su habitación , pero no logro nada.
Después de un rato bajo y dijo que lo mejor era que la dejáramos descansar que ya mañana hablaría con ella.
Nos sentamos a cenar, en un silencio sepulcral, yo lo único que tenía en la cabeza era Sky.
Para mi que ese imbecil le hizo algo no me sale de  la cabeza eso.- dijo Collin apretando los cubiertos.

No podemos sacar conclusiones antes de tiempo muchachos y espero que no vallan a cometer alguna locura ustedes.- dijo la señora Adams viendo fijamente a sus hijos y esposo.

Después de eso nadie volvió a emitir palabra alguna, muy a mi pesar al terminar la cena, tuve que volver a casa, así que al despedirme de los chicos y sus padres mi vista se dirigió hacia las escaleras, con la esperanza de verla o tan siquiera escucharla pero simplemente no ocurrió nada. Salí de la casa y me monte en mi camioneta, mientras manejaba una canción de mis cantantes favoritos empezó a reproducirse en la radio — A woman's love de Alan jackson (multimedia) inundó la camioneta. Mi mente no pudo evitar pensar en esa chica que había robado mi corazón desde el momento en que la vi, porque si aunque no la he tratado mucho me atrevo a decir que me trae en sus manos esa preciosa mujer. Y qué me jodieran si no iba a ser lo imposible por quitar todo las piedras de su camino.

Al llegar a mi casa, la luz de la cocina seguía encendida, entre y vi a mi madre tomando de una taza.
Hijo, qué bueno que llegaste, me alegro que estés aquí de nuevo, en casa, conmigo.- la sentía un poco rara y ya sabía hacia donde iba esta conversación.

Mamá, por favor ha sido un día muy agitado, así que no puedo empezar esta conversación o más bien esta discusión que ya hemos tenido demasiadas veces.- le conteste mientras me quitas a el sombrero y lo aventaba al sillón más cercano.

Hijo, no sabes la angustia que me da verte cada vez que partes hacia algún lugar, no sé si comes bien, si duermes, o si otro maldito toro te está perforando nuevamente los pulmones.- no supe ni en qué momento me estaba agarrando la cara, mientras gruesas lágrimas se deslizaban por sus mejillas.

Mamá, es lo único que sé hacer para eso nací, es la vida que me toco, con eso mantengo este rancho. - dije mientras quintaba sus lágrimas con mis pulgares.

Tengo tanto miedo, de volver a recibir una llamada diciendo que intentaron hacer todo lo posible, pero no hubo solución, ya lo viví una vez con tu padre, no soportaría ahora enterrarte a ti, simplemente me destruiría, me mantuve fuerte por ti pero ya no lo haría. - me limite a abrazar su pequeño cuerpo y besar repetidamente su frente mientras le decía que no me pasaría nada malo. Después de tratar de tranquilizarla la acompañe hasta su habitación y me dirigí a la mía, me despojé de mi ropa hasta quedar en calzoncillos. Y así me acoste a dormir, pero simplemente el sueño no llega a a mi la morena de ojos hermosos se coló en mi pensamiento y ya no quiso salir.

Mi única esperanza era tal ves verla mañana.

Lo siento demasiado por tardar en subir, pero tenía exámenes y falta de inspiración.