MY COWBOY

Scott

Hace unas semanas volví a casa, después de estar fuera por dos largos años, en competencia de rodeo.
No fue hasta que llegue al pueblo, cuando me di cuenta de lo mucho que lo echaba de menos, mi casa y especialmente a mi madre. Que desde que murió mi padre, ella se quedó completamente sola en el rancho, trataba de pasar tiempo con ella, pero las competencias, me tenían muy ocupado, y si no había competencias, no había dinero y sin dinero, todo se iba a la ruina. Lo que ganaba en los rodeos se lo enviaba directamente a mi madre, quedándome solo con lo necesario para sobrevivir mi caballo y yo, incluyendo la gasolina, hospedaje y todo lo que necesitará cuando estaba fuera.

Mi madre no está de acuerdo con lo que me dedico, ya que mi padre murió hace siete años debido a que un toro lo atravesó con sus cuernos. Pero cada vez que monto un toro, me acuerdo de mi padre, que murió haciendo lo que más le gustaba y pienso en lo orgulloso que debería sentirse al ver que sigo sus pasos.
Al llegar al pueblo, me dirigí a comprar unas cosas que faltaban en casa.

Scott? Scott Wilson? No me recuerdas? .- y no lo podía creer, como no iba a recordar a este hijo de puta.

Collin? Demonios amigo, sigues estando igual que en la preparatoria.- dije mientras nos dábamos un abrazo, uno de mis mejores amigos de preparatoria estaba justo enfrente de mi. Collin fue mi compañero de fiestas, locuras y demás.

Cuando volviste? Tenemos que ponernos al corriente sobre mucho hermano. Demonios no lo puedo creer que tengo justo enfrente de mi al maldito Scott Wilson.- eso provocó una gran carcajada en mi, lo cual él a los pocos segundos me siguió.

Hermano, ven conmigo a casa, mi hermano estará muy feliz de verte.- desde que lo conocía sólo fui en una ocasión a su casa, y conocí a sus padres y hermano, a lo cual después me enteré que también tenía una hermana menor, pero jamás la llega a conocer, aunque Collin hablaba mucho de ella y decía que era su princesa y que destrozaría al cabron que le hiciera daño.

Claro, te sigo.- asi que cada quien se dirigió a su vehículo, y yo a mi troca, batallé y me esforcé mucho para poder comprarla pero después de mucho tiempo lo hice.

Al llegar a su rancho, seguía como la vez que vine. Salude a sus padres y converse con ellos en poco. Después vino su hermano y hablamos poco tiempo ya que estaba entrenando. Así que se Collin se puso a darle un recorrido por su rancho, mostrando sus caballos muy finos por cierto, ya que su familia tenía bastante ganado así que se podían permitir comprar esta clase de animales.

Después de cierto tiempo, vimos como una troca llegaba y se guardaba en la cochera.

Ven, acaba de llegar mi hermana, vamos a saludarla.- me dijo mientras comenzábamos a caminar.

Casi al llegar una hermosa silueta femenina de espaldas, nos dio la bienvenida y valla que bienvenida. Se veía una pequeña cintura, que quedaba al descubierto gracias a la blusa y una falda que le quedaba alrededor de 6 dedos sobre la rodilla, y se amoldaba muy bien a su trasero, pero al parecer no escucho ya que se dio la vuelta y me quede sin respiración.
Que me condenen si no era la mujer más hermosa que había visto en mi vida, y valla había visto chicas lindas pero ninguna se le comparaba a esta preciosidad.

Scarlett, que bueno que llegaste, el es mi amigo Scott acaba de llegar de un viaje.- dijo Collin sacándome de mis pensamientos.

Mucho gusto Scarlett, tus hermanos me han hablado mucho sobre ti.- dije mientras le tendía mi mano, pareció descolocarla unos segundos, hasta que salió de su trance y la estrechó conmigo, no sé qué demonios sucedió, pero sentí la necesidad de nunca soltarla.
Unos carraspeos nos distrajeron y nos dimos cuenta que había pasado demasiado tiempo, ya que James había llegado a nuestro lado y no nos dimos cuenta, los dos nos miraban con los ceños fruncidos. Así que Scarlett rápidamente me soltó.
Sentí una rara soledad, que hizo que me perdiera en mis pensamientos, hasta que una palabra me descoloco.

Ella tenía novio y una molestia creció dentro de mi, se fue demasiado enojada hacía la casa.
Tiempo después, entramos a la casa y tomamos asiento en la mesa, Scarlett estaba justo enfrente de mi y en varias ocasiones la atrapa mirándome a lo que ella rápidamente apartaba la vista y se sonrojaba.
No lo voy a negar eso subía mi ego de sobremanera y me daba una pizca de ternura su sonrojo.

La cena transcurrió normalmente entre pláticas y risas. Cuando ya estábamos acabando el celular de Scarlett sonó y al parecer le llego un mensaje por lo que se entretuvo leyendo, su cara se transformó en preocupación y valla que me moría por saber que era lo que causaba aquello.