Fallin' All In You (PERDIDOS EN LA SELVA)

TRES

Cuando despierto me siento un poco mejor, solamente me duele la cabeza y además siento como si tuviera resaca. Estamos en aquel manantial, me levanto un poco y me doy cuenta que estoy recostado sobre una hamaca atada entre dos árboles. Aunque me siento muy mal, es como si estuviera de vacaciones en la playa.

Torpemente intento bajar y caigo al suelo sobre mi trasero, suerte que no habia rocas filosas.

A un par de metros, observo que Arian está nadando, vaya que lo sabe hacer bien y en cuanto me mira saluda.

-¿Te sientes mejor? -alcanzo a escuchar.

Asiento.

-Ven a nadar un poco.

Creo que no me vendría mal así que me deshago de mi ropa hasta quedar solo con la interior. El agua está helada y aun así obligo a mi cuerpo a tomar la temperatura para poder nadar un poco y sentir la frescura.

Me acerco hasta Arian que me recibe con una amplia sonrisa.

-Me preocupaste mucho -menciona.

-¿De verdad? ¿Por qué? No me conoces.

-Lo sé, pero por primera vez no me siento tan solo.

A pesar de lo mal que me siento, de lo fría que está el agua logro sonreír.

-Ven mira, hay una cueva.

Me toma de la mano y me apresura para nadar.

-No me saltará otra horrible rana con ojos rojos ¿verdad?

En cuanto llegamos, siento escalofríos porque está muy oscuro y la verdad es que siempre he aceptado que soy un cobarde.

-Ah, sabes qué, creo que debería seguir buscando...

-No pasa nada Blake Connor, nunca dejaré que nada te haga daño.

Trago saliva nervioso, pero está bien, ya estoy aquí, nada malo me va a suceder.

-Está bien -menciono nervioso.

Entramos pero a un metro de distancia doblando a la derecha, hay luz que entra desde arriba por una abertura, inclusive hay una pequeña cascada. Arian traspasa las rocas y noto que está completamente desnudo, al menos el agua cubre del ombligo para abajo.

-El agua aqui es templada.

Es cierto, en cuanto entro es una sensación muy cálida con la que recibe mi cuerpo el agua. Arian se coloca bajo la cascada y parece muy relajado.

-Ven conmigo.

Me acerco y también me coloco debajo, se ve maravilloso el reflejo del agua ya con la luz del día. Arian se alegra al ver mi rostro maravillado, es que ni en el zoologico de la ciudad hay cosas maravillosas como esta.

-Siempre quise estar aquí con alguien.

Lo miro por un par de segundos y después el se encarga de mojarme el rostro con su palma llena de agua.

-¡Oye!

Yo también lo hago, ambos no paramos de reír y después intenta sumergirme y yo hago lo mismo. Por un momento ambos nos vemos a los ojos, no paramos de reír y debo de decir que ha sido de los mejores momentos vividos de mis pocos años.

-Tienes bonitos ojos verdes -menciona.

-Gracias.

Se acerca bastante a mí.

-Ah, creo que ya deberíamos salir, necesito encontrar a mis compañeros.

Me alejo un poco y camino para salir de la cueva.