Perdido en una isla, Blake Connor tiene que sobrevivir y al aventurarse se da cuenta de que no está solo. Encuentra a Arian, un chico que literalmente ha estado perdido toda su vida, ambos se conocen y tienen que encontrar la manera de sobrevivir.
...
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Tengo un sueño en donde ya me están recatando, mis amigos me encuentran dormido sobre la hamaca pero no hay rastro de Arian, me viene a la cabeza el hecho de que no quizo salir de su hogar. Mi madre al verme me da una bofetada y me recuerda el por qué no me deja salir a lugares como este. Sabe exactamente que me perderé y ellos estarán muy preocupados porque no me encuentran.
Pero en cuanto despierto nuevamente veo que estoy en aquella casa hecha de diferentes materiales de la selva. Algo que si no me esperaba es que sobre mi torso hay una lagartija, de inmediato comienzo a dar de gritos porque su piel escamosa se arrastra un poco en mi camiseta. La piel se me pone de gallina y como me muevo demasiado caigo al suelo.
-¿Estás bien?
Arian se levanta rápidamente y me recoge del suelo. Yo mantengo mi respiración agitada.
-¿Qué sucede?
-Una lagartija.
Me levanta en sus brazos como si fuera cenicienta y la verdad es que no me incomoda. Al contrario, acerca su rostro con el mío y por un instante creo que me va a besar pero no es así. Solamente me olfatea.
-Me encanta tu aroma.
-Ah, gracias, aunque creo que ya necesito un baño.
Me bajo de sus brazos.
-Pues hay que tomarlo juntos.
Camina a la salida de la casita mientras mi rostro se torna a un rojo intenso, eso sonó muy extraño, pero el manantial es demasiado grande así que no habrá problema alguno.
***
En cuanto Arian se va a quitar su ropa interior me doy la vuelta, yo prefiero dejarmela, escucho el clavado y es luz verde para mirar. Sale del agua y me llama, sé que el agua está helada así que igual me tiro un clavado para tomar la temperatura pronto.
-Está refrescante ¿no crees? -pregunta mientras se acerca a mí.
-Si algo.
Su rostro queda a pocos centímetros del mío, la tensión es algo fascinante y nunca había vivido tal cosa. Tal vez no es solo el atractivo de Arian, es tan genial y buena persona que causa diferentes efectos sobre mí y extrañamente hace que quiera hacer algo que ni en años pensé que haría.
-¿Te sientes bien? -pregunta.
-Ah, si...
Hay un silencio y solo el ruido de la pequeña cascada y las aves se presentan en el momento. Después rompo el silencio con una pregunta tan estúpida pero lo reconozco hasta que la digo.
-¿Alguna vez besaste a alguien?
Él frunce el ceño.
-A mis padres solo en las mejillas.
-Bueno, ah, es solo que después de varias citas, la pareja...
Nunca antes me había sentido tan nervioso, si no estuviera mojado, estaría completamente empapado en sudor.
