SIETE

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Pero cada vez se alejan más y más las voces gritando mi nombre, no puede ser, corro y corro e incluso tropiezo pero no lo consigo. Un momento me detengo y caigo de rodillas sobre las plantas, ahora lo único que escucho son las aves cantar y el ruido de una cascada cerca.

-No puede ser.

Ahora hay otro pequeño problema porque no encuentro a mi alrededor a Arian, supongo que no me siguió y ahora si estoy realmente perdido.

-¿Arian?

Siento un nudo en el estomago que seguramente explotará si no aparece, ahora no sé si quedarme o caminar yo solo porque ni siquiera recuerdo en qué dirección fue.

-¿Arian?

Camino un poco entre los árboles hasta que por fin lo veo, de inmediato corro y lo abrazo. Siento tanto alivio pero él no parece emocionado, al contrario. No deja de mirar al frente y al yo ver sé por qué. Hay un gorila gigante que no deja de observarnos.

-Dime que te sabes comunicar con ellos.

-¿Es en serio? -susurra.

-Tarzan lo hacía.

-No sé quien sea.

Damos un paso hacia atrás y el gruñe. Lo único que siento es mi estomago como se encoge y mi corazón que palpita a diez mil por segundo.

-Creo que deberíamos correr.

-Tu corre, yo lo distraeré -menciona Arian sin quitar los ojos del gorila.

-¿Qué? ¿Hacia donde?

-Nuestra hogar está al norte.

-Pero no tengo una brújula.

Parece que a Arian se le acaba la paciencia y no es novedad suelo ser un poco irritante al tener una fuerte ignorancia.

-Sube a mi espalda y correremos.

Lo hago de inmediato y al moverme, el gorila ruge fuerte así que Arian comienza a correr. No entiendo cómo logró tener tanto acondicionamiento, yo ya estuviera muy cansado al correr un metro.

-Nos persigue, nos persigue.

Continúa corriendo, saltando y yo trato de no caerme.

-Voy a saltar al lago -menciona a un par de metros de llegar pero al momento que voy a asentir el se inclina para esquivar un árbol.

Soy tan tonto que yo logro darme con aquel árbol y caer, creo que tarda un poco al darse cuenta porque sigue corriendo mientras en mi frente sale un chichón del tamaño de la tierra. Ni siquiera puedo pararme porque el golpe si fue un poco fuerte, solamente siento las manos de Arian volviéndome a cargar en sus brazos. Un segundo después ambos entramos en el lago y creo que es la única forma de que el gorila nos deje en paz, solamente que parezco un muñeco para que lo salven porque incluso en el lago Arian me toma para salir juntos.

-¿Estás bien?

Creo que no nota que estoy hecho una mierda.

-No, me duele la cabeza.

Tomo asiento y me toco la frente, es un dolor terrible.

-Déjame ayudarte -no sé que movimientos hace pero un segundo después ya tengo una hoja sobre el chichón.

-¿Puedes caminar?

Asiento, mis piernas si funcionan.

-Perdón, creo que fue mi culpa -menciono arrepentido -es que escuché mi nombre y quiero salir de aquí.

Por el rostro de Arian, parece que no le parece la idea y es que cuando estoy molesto o asustado no suelo hablar con las palabras correctas.

-¿No quieres estar más conmigo?

-Ah claro que quiero, pero este no es mi espacio Arian y además no quiero que te pase algo a ti por mí, por tener que cuidarme.

Me da un beso en la mejilla.

-Vamos a casa, quiero que te quedes ahí mientras yo busco a tus personas.

-¿Qué? No, yo quiero acompañarte, mis piernas si funcionan.

-Pero yo -me detiene son su mano -no quiero que te pase algo por mi culpa.

Durante el camino, es un silencio bastante incómodo, no sé qué decir y al parecer él tampoco lo sabe. Suspiro y trato de no seguir metiendo la pata, está claro que no es el momento pero quizá pueda enseñarle algo que será nuevo y pueda subirle el ánimo.

Antes que nada subirmos a la casa del árbol, toma algunas cosas.

-Espera.

Él me mira confundido, solo espero no parecer un idiota con esto.

-Acércate a mí. Este es un beso diferente, tienes que morderme con tus labios, los míos.

En cuanto lo intenta, puedo decir que lo hace terrible porque incluso me deja un poco de saliva, pero acto seguido, toco algo de él que jamás en la vida pensé.

-Qué haces -parece un poco asustado -dijiste que esto era privado.

-Bueno, estamos tu y yo solos.

Comienza todo muy lento, masajeo un poco por encima de la ropa hasta que él tiene una pequeña erección. Lo disfruta, puedo verlo en su rostro. La verdad es que estoy demasiado nervioso porque nunca en la vida pensé que llegaría esto.

-¿Puedo tocarte a tí? -pregunta.

Esto será un poco difícil.

-Solo hazlo como yo, lento, delicado.

Y lo hace, también siento como se va poniendo duro.

-¿Y después.

No soy fan de mi cuerpo, pero aún así lo hago, me deshago de mi ropa y al final también de mis calzones quedando completamente desnudo. Arian sonríe y sus mejillas son demasiado rojas, me mira completamente mientras sus pupilas se dilatan. Un segundo después él hace lo mismo, lo había visto sin ropa, pero no con tremenda erección.

-Ah no sé mucho sobre sexo gay, pero podremos expermientar juntos -me atrevo a decir.

-¿Entrarás en mí?

-Ah -lo interrumpo -creo que omitiremos eso por ahora.

Hacemos lo poco que sé, pero Arian por primera vez llega a su climax, ambos sudamos bastante pero lo disfrutamos como se tiene que hacer. Jamás pensé que lo lograríamos y seguro ahora ya no está tan molesto conmigo, o eso espero. Sin embargo yo no lo ví como sexo, lo vi como amor, porque tengo que admitirlo, me gusta y no sé que hacer. Tengo que decirle, pero yo mismo me encargué de mencionar que no se puede enamorar a alguien en tampoco tiempo, sé que yo también le gusto así que puedo mencionar una mentira de que si ambos nos gustamos en tampoco tiempo, la relación puede durar más.

No, la verdad es que no sé qué hacer.

Fallin' All In You (PERDIDOS EN LA SELVA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora