15

5.9K 349 5
                                    

Llegamos al hotel, Pepper pidió la habitación y nos dirigimos a ella.

— mejor duerme, ha sido un día muy pesado para ti. — me dijo mamá y asentí, besé la mejilla de ambas y me acosté en una de las dos camas.

No pasó mucho para que me pudiera quedar dormida aunque no duró mucho por la pesadilla que tuve. Me desperté, estaba en una habitación diferente con ropa diferente.

— hola preciosa. — dijo Killian recargado en el marco de la puerta.

— ¿en dónde estoy?

— de vuelta en Miami. — me senté.

— ¿y mamá y Pepper?

— tu madre está trabajando y Pepper. — sacó tres pequeñas bolas de metal y las lanzó y proyectó un holograma de Pepper sufriendo.

— le inyectaste el Extremis.

— sí y su cuerpo está viendo si lo acepta o lo rechaza. — dijo con una gran sonrisa.

— sé el proceso.

— no le has dicho a nadie sobre que tú también lo tienes, ¿no es así?

— sólo a Pepper. — asintió.

— bien, mientras tus padres no lo sepan es mejor. — estaba preocupada por Pepper. — ¿qué tienes?

— me gustaría hacer algo por Pepper pero no puedo hacer nada.

— sólo prométeme algo. — dijo sentándose a mi lado y lo miré. — no intervengas y no te haré daño, ni a ella cuando sobreviva al proceso.

— está bien.

— bien. — besó mi mejilla y se fue.

Narra omnisciente.

El hombre de hierro había encontrado una camioneta en donde esconderse, necesitaba saber más del Extremis, sobre Maya y Killian, ya tenía las claves para meterse a la plataforma de AIM que su mejor amigo le proporcionó. Después de la ayuda de un gran fanático suyo pudo entrar y saber más sobre el producto.

— no... — era una sala con varias personas siendo inyectadas con Extremis, incluyendo su hija. — mierda.. — dijo pasando la mano por su cara, dio clic al expediente de Alisha.

¿cómo te sientes, preciosa?

me duele todo.

pronto se te quitará. — dio clic en el video de antes. — ¿estás segura? tan sólo tienes 12 años.

tú me obligaste, tú necesitas a alguien de mi edad. — el rubio sonrió con malicia. — haz lo que quieras, mis padres se enterarán tarde o temprano.

si es por tu boca, lo lamentarás. — la niña asintió. — no le dirás nada a tu madre y cuando te vayas a vivir con tu padre, tampoco dirás nada.

lo juro por mi vida. — le dio clic al mismo video del principio donde se encontraba la niña Stark con varias personas, una de ellas no lo soportó, sacaron a todos y la habitación dio lugar a una explosión.

No pudo mirar más, no podía borrar las imágenes de su mente, su hija siendo amenazada por Killian y resistiendo al Extremis. No hizo más que llorar y no podía culpar a su ex novia, sabiendo ahora que ella ni enterada está.

[...]

Después de contactarse con el pequeño hacker de Tennessee y JARVIS emprendió viaje a Miami, enterándose que el Mandarín no era el de las pantallas y era alguien que debía descubrir.

— no puede ser. — dijo despertando, dándose cuenta que estaba atado a una cama y vio a la castaña a lo lejos. Después de una pequeña plática/discusión decidió decirle la verdad. — ¿sabes que tu noviecito ha estado usando a nuestra hija?

— ¿qué? ¿de qué hablas?

— Killian le inyectó el Extremis a Alisha, en tus narices y no te diste cuenta.

— no te creo, sé que Killian no le haría nada a una niña de 13 años.

— ¿crees que te mentiría sobre mi hija? por favor, Maya, daría mi vida por esa niña y lo sabes. — la mujer dudó en lo que decía.

— está bien... te creo. — le dijo ahora preocupada, con lo poco que ha visto de la manera en la que Tony trata a su hija, sabe que él no mentiría sobre algo así de grave.

— bien, ya se enteraron, bien para Alisha, no le haré daño. — dijo Killian entrando.

Narra Alisha.

Escuché un disparo, no se escuchaba tan lejos de donde estaba y no creo que me maten por ser curiosa. Fui al lugar donde escuché el disparo y vi a mi mamá en el suelo sobre un charco de sangre.

— acaba de desocuparse un cargo de alto nivel.

— ¡mamá! — la volteé, tenía un disparo en el pecho, vi a Killian con el arma en la mano y a papá atado a una cama. — ¿cómo pudiste? — pregunté llorando y con la cabeza de mamá en mi regazo.

— trató de detenerme, podrás estar con tu padre y dos guardias, no podrás liberarlo, estoy siendo piadoso con una niña de 13 años. — dijo sonriendo.

— eres un maníaco. — le dijo papá antes de que él se fuera.

— soy un visionario. — le corrigió, dejé con cuidado la cabeza de mi mamá en el suelo y besé su mejilla.

— debí decirte, lo siento, mamá. — dije acariciando su mejilla, sé que no me escucha pero debía decírselo. — al menos te alcancé a conocer... — suspiré, besé su frente y me levanté. — papá... — me acerqué para abrazarlo.

— no es buena idea que me abraces.

— ¿por?

— por dos razones, uno: te pueden hacer algo y dos: estás ardiendo. — miré mis brazos, eran naranjas. — ¿por qué no me dijiste?

— me amenazó, no pude decir que no y tuve que aceptar que hiciera ese experimento conmigo. — llegaron los guardias.

— aléjate. — me alejé dos metros.

— lo lamento papá.

— no te preocupes, no fue tu culpa, mi amor. — lo miré. — ni la de tu madre, me cuesta aceptarlo. — volteé a ver el cuerpo de mamá.

— sólo la conocí dos años.

— y dos años es mejor que nunca, ¿no crees? — asentí dándole la razón.

— Pepper...

— está aquí también, con el Extremis y para mi desgracia no puedo hacer nada.

— yo tampoco.

— lamento no poder darte una vida normal.

— lamento decir que no demostrabas que me amas, que nos amas, siempre lo has demostrado, sólo fue un momento de ira por lo de Happy. — sonrió.

Necesito idear algo para salir de este lugar.

La hija de StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora