Llegamos a la base, Peter no quitaba su cara de asombro al ver el edificio.
— sí, yo estaba igual cuando vine por primera vez. — bajamos y entramos.
— Peter... — lo abrazó. — ya estás de mi altura.
— sí.
— y te pusiste guapo. — se sonrojó.
— gracias, Pepper, tú no has cambiado.
— yo creí que de más grande se vería feo. — dije.
— ¡hey!, bueno... al menos a uno de los dos le pasó. — lo miré y rió.
— ¡hey! — me abrazó y besó mi mejilla.
— mentira, te pusiste hermosa.
— obvio. — dije bromeando en modo diva.
— ya te salió lo Stark.
— ¿y esa rosa? — preguntó mamá.
— Peter me la regaló. — dije mientras la ponía en un pequeño florero.
— ya debo irme, mi tía debe estar preocupada. — besó la mejilla de mamá y besó la mía despidiéndose.
— vete con cuidado.
— no te preocupes. — dijo sonriendo y se fue.
— aquí hay algo. — dijo mamá.
— ¿algo cómo qué?
— amor... — susurró.
— ¿qué?
— amor. — repitió.
— ¿amor? — asintió. — de hermanos supongo.
— no, amor... de pareja, así como tu padre y yo.
— Peter y yo siempre nos hemos querido como amigos y apenas nos volvimos a hablar como para que saques esa conclusión.
— cuando eran niños no lo dudaba, se querían como amigos pero las miradas de ambos, sus gestos... no son los mismos de cuando tenían 11 años.
— JARVIS. — hablé, seguramente sabe dónde está papá. — JARVIS.. — miré a mamá. — JARVIS aún sigue en reposo.
— tu padre en la noche me contó que Ultron mató a JARVIS.
— ¿no más JARVIS?
— supongo que tu padre podrá repararlo. — la miré triste.
JARVIS ha estado en mi vida desde que tengo memoria, si mamá, papá, mi tío o Happy estaba ocupados siempre platicaba con él, siempre le decía a papá lo que decía pero era buena compañía.
— bueno.. Maya.
— ¿sí, Alisha?
— ¿puedes investigar dónde se encuentran papá, Nat o Steve?
— claro. — respondió.
— papá dijo que te dijera que te ama y que no tardará. — suspiró frustrada. — sé lo que significa, por eso quiero saber dónde está porque no quiso decirme, tal vez para estar a salvo por mientras de que piensan qué hacer con Ultron.
— no pude localizarlo.
— no importa, gracias Maya.
— de nada, Alisha. — suspiré.
— yo también lo amo pero se arriesga mucho, todos lo hacen.
— son los vengadores, es su trabajo. — dije recargando mi cabeza sobre mi mano.
— tú no vayas a hacer lo mismo.
— ¿hacer qué?
— ser una vengadora, sé que no tienes poderes pero no los necesitas para serlo, es suficiente con que Clint, Natasha y Steve te entrenen para defensa personal pero no llegues a ser una vengadora, por favor. — suspiré y tomé sus manos.
— sabes que desde que existen los vengadores he querido ser una pero... no tengo por qué serlo y además papá tampoco me dejaría, son igual de sobre protectores. — rió. — no te preocupes, mamá. — besé sus manos y después la abracé.
— ya vete a dormir, mañana es martes y debes ir a la secundaria.
— sí, buenas noches, mamá.
— duerme bien.
— igualmente. — subí a mi habitación, me cambié y me acosté en mi cama.
¿Peter y yo juntos en un futuro? No lo creo, siempre lo he visto como un amigo. Aunque creo que esas palabras de mi mamá me hicieron pensar.
Debo admitir que al ver a Peter me pareció muy guapo, su risa la extrañaba y también su linda sonrisa, sus abrazos... mejor debería dormir.
Me acomodé para dormir, apagué la luz y traté de conciliar el sueño. A la mañana me metí a bañar, me puse mi uniforme, me peiné y bajé.
— la Srta. Potts dejó un mensaje, "cariño, lo lamento, tuve que salir de viaje de emergencia y no volveré por unos días, te tendrás que quedar sola hasta que llegue Tony... por cierto, nada de chicos o fiestas, te amo, cuídate."
— está bien, gracias Maya.
— no es nada. — tomé mi mochila y me fui caminando a la secundaria.
— qué linda nena, ¿qué hace una nena hermosa sola? — me preguntó un hombre mientras caminaba. — hey, no me ignores. — me tomó del brazo. — no te vayas sin darme un besito.
— aléjese de mí. — traté de golpearlo como los chicos me enseñaron pero no funciona con este hombre.
— vaya que estás entrenada.
Mierda, apenas son las 7 am.
— entonces sí podrás aguantar. — me jaló hacia un callejón.
— ¡déjeme! — grité y rió, lo golpeé en la entrepierna pero ni siquiera retorciéndose de dolor me soltó.
— ahora pagarás eso, perra.
— ¡suéltala! — gritó Spiderman llegando, él hombre me tomó y sacó un cuchillo para apuntarme.
— haces algo y la mato. — Spiderman se relajó y parecía que pensaba irse, mierda, ¿este es el nuevo superhéroe? — buena elección. — se devolvió y lo atacó con telarañas.
— ¿estás bien? — me preguntó.
— sí, creí que te irías.
— el buen vecino amigable jamás huye. — reí. — vamos. — me tomó de la cintura, lanzó una telaraña y nos elevamos. — ¿y qué hacías sola? — preguntó.
— iba de camino a la escuela. — asintió. — mis padres siempre me llevan pero ambos andan en viajes de trabajo así que me tocó irme sola a la escuela. — asintió. — no sé porque te cuento esto. — dije.
— no tiene nada de malo, bueno... ya hay más personas, no estás sola, debo irme, cuídate.
— gracias por salvarme.
— no es nada. — lanzó una telaraña y se fue.
Yo, yo sólo seguí mi camino a la escuela.
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La hija de Stark
FanfictionAlisha Stark, sí, ese es mi nombre, mi padre quería que mi nombre también empezara con A, también pueden decirme Ali o llámenme como quieran. Vengan, lean mi historia, tengo mucho que contar sobre mi vida, al menos alguien escuchará o mejor dicho, l...