21

4.5K 319 6
                                    

En cuanto bajé del auto corrí hacia él y cuando lo abracé me solté a llorar.

— te extrañé mucho, Peter. — dije llorando en su hombro y él comenzó a acariciar mi cabello y con la otra mano me abrazó muy fuerte.

— yo también, no sabes cuánto, Ali. — su voz se escuchaba entrecortada, lloraba también.

Después de un buen rato nos separamos y nos secamos nuestras lágrimas.

— sí que cambiaste mucho, cuando escuché los últimos 4 mensajes no creí que fueras tú. — sonrió, noté que en cuanto me separé de él colocó una mano en su espalda. — ¿qué ocultas?

— nada... — dijo desviando la mirada, rió y me mostró una rosa. — te la compré, sé que son tus favoritas.

— gracias, Peter. — dije recibiéndola. — ¿y si vamos a alguna banca o árbol?

— ¿sabes trepar árboles? — reí.

— claro que no, o sea, sentarnos bajo un árbol.

— oh... claro. - nos fuimos a sentar bajo un árbol y me recargué en su hombro.- ¿qué ha pasado en tu vida? Me sé sólo lo que muestra la TV.

— am... Pepper y papá ahora tienen una relación, ahora le digo mamá. — sonrió.— mi mamá murió, su novio quien era el Mandarín la mató.

— lamento eso.

— yo también lamento lo que le pasó al tío Ben. — suspiró.

— ¿qué más ha pasado?

— ahora conozco también a los vengadores... — sonrió de nuevo. — tengo dos mejores amigos, Harley y Michelle.

— al menos no tienes mejores amigos hombres. — lo miré.

— Harley es hombre. — comenzó a reír. — no es su culpa que sus padres quisieran una niña.

— así que... me cambiaste.

— no te cambié, Peter. — lo miré y él tenía la mirada en el césped. — nadie puede ocupar tu lugar, son mis mejores amigos... tú también lo eres. — sonrió ladinamente.

— entonces, ¿por qué jamás contestaste a mis llamadas o a mis mensajes de voz? — me preguntó. — el tercer año pensaba no felicitarte ni mandarte ningún mensaje, nuestra amistad duró mucho si lo ves desde el punto de vista de un niño pero para alguien de nuestra edad ahora... — me miró triste.

— es igual sólo que conforme pasan los años pierdes la confianza en los amigos cuando te traicionan. — continué, lo miré y después miré la rosa. — hicimos la promesa de ser amigos por siempre, esperaba tus llamadas y tus mensajes y yo también hacía lo mismo pero jamás contestabas. — me miró confundido. — me rendí creyendo que porque me fui con mi mamá a Miami preferiste romper la promesa y olvidarte de mí... — suspiré.

— no fue así.

— sé que no, lo mismo te pasó a ti y agradezco a quien tú quieras porque jamás te rendiste. — sonrió. — mi papá me hizo de regalo un IA, ya no dependo de JARVIS y gracias a Maya, mi IA, me enteré que papá bloqueó todo tipo de comunicación contigo, independientemente de que yo estuviera en Miami.

— eso lo explica todo. — asentí. — no te culpo.

— ni yo a ti, Peter. — lo miré y sonreí. — cuando regresé de Miami al primer lugar que fui antes de casa fue tu departamento, comencé a llorar cuando el hombre que ahora vive ahí nos dijo que se mudaron hasta aquí, hasta el otro lado del país pero lo entendí cuando nos contó que habían matado al tío Ben, fue decisión de May, no la culpo. — miré de nuevo la flor y escuché que suspiró. — ¿y a qué preparatoria piensas entrar?

La hija de StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora