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En el espacio es difícil saber el tiempo que ha pasado, pues en dónde nos encontramos no hay sol y el tiempo es diferente. Según papá hemos estado 3 semanas en el espacio desde el chasquido.

Desde la muerte de Peter.

— hey, Neb. — le hablé. — ¿quieres jugar?

— ¿a qué?

— a las escondidas, es lo único que se me ocurre. — propuse. — ¿sí?

— ¿cómo se juega?

— está muy fácil, sólo te escondes y yo cuento hasta cierto número, al acabar de contar debo buscarte y si tienes suerte, debes salir de tu escondite sin que yo te vea e ir al lugar donde yo conté y decir "1, 2, 3 por mí" para ganar. — asintió. — invitaría también a papá pero se ve muy cansado.

— ¿jugabas a esto con él? — asentí sonriendo.

— y también con mi mamá y Peter.

— ¿Peter?

— el chico araña. — asintió. — el hombre araña más bien. — susurré sonriendo. — ¿jugamos?

— claro.

— yo cuento. — dije y me fui a la pared a contar. — contaré hasta 50. — avisé y comencé a contar. — 49... 50, lista o no allá voy. — me separé de la pared y comencé a buscarla.

Vi una mano metálica sobresalir y la tomé.

— te encontré. — se enojó. - hey, hey... tranquila, no pasa nada si pierdes.

— lo siento, jamás he jugado juegos antes.

— ¿Thanos, tu mamá o Gamora jamás jugaron contigo?

— Thanos no es mi verdadero padre, él me sacó de mi planeta, alejándome de mis padres al igual que a Gamora y entre ambas nos ponía a pelear a muerte pero jamás logramos matar a la otra, Gamora siempre ganaba y cada vez que lo hacía, Thanos me quitaba un pedazo de mí y lo sustituía con partes metálicas como mi mano. — contó, claramente yo no sabía qué responder. — yo no tuve una infancia tan buena como la tuya.

— mi infancia no fue del todo buena. — dije. — pero esto no es una competencia de quién tuvo una infancia mala, en ese caso ganarías. — suspiré.

— ¿quieres contarla?

— ¿quieres escucharla? — asintió. — bien, tú aceptaste. — asintió de nuevo. — al nacer mi papá me alejó de mi madre, jamás me dijo quién era y por qué me alejó de ella, cuando tenía 10 años fuimos a una demostración de misiles que papá vendió a los militares, cuando terminó nos atacaron y papá fue secuestrado tres meses y regresó con un reactor en el pecho, después de eso mi madre lo contactó y le dijo que quería conocerme, me conoció y me fui a vivir dos años con ella, en esos dos años entendí el por qué mi papá me alejó de ella.

— ¿y por qué lo hizo?

— porque mi madre y su novio trabajaban en una sustancia muy peligrosa, papá tenía miedo de que una niña pequeña y curiosa la fuera tocar y me sucediera algo. — le conté. — comoquiera el novio de mi madre me obligó y experimentó conmigo, afortunadamente salí viva y papá logró quitarnos esa sustancia a mi mamá y a mí y él logró quitarse su reactor, el que trae ahora se lo puede quitar. — suspiré. — pero ese horrible hombre mató a mi madre en frente de papá. — la miré. — nadie tiene o ha tenido una infancia... una vida color de rosa, sé lo que se siente que maten a tu madre y que alguien malo quiera verte sufrir. — dije recordando a Killian.

— y que en ambos casos sean nuestros... padrastros. — asentí y suspiré. — yo cuento. — asentí. — 1... 2... 3... 4... — me fui a esconder y en eso vi una luz amarilla afuera de la nave, me fui acercando y de afuera salió una mujer.

— no se preocupen, yo los llevaré a casa. — dijo y se fue hacia debajo de la
nave.

— te encontré. — dijo Nebula tocando mi hombro.

— ganaste. — dije aún viendo hacia afuera.

— ¿qué ocurrió?

— ya vamos a regresar a la Tierra. — dijo papá y asentí con los ojos llorosos.

Después de horas llegamos, era de noche, me fijé por una ventana y allí había varios, no lograba distinguirlos pero tal vez son los vengadores que quedaron vivos. Aterrizamos y Nebula abrió la compuerta, papá fue el primero en salir y abrazó a Steve.

— ¡Ali!

— ¡mamá! — corrí a ella y la abracé. — perdón por irme.

— lo que me importa ahora es que tu papá y tú están vivos, están bien y están aquí... — sonreí. — ¿y Peter? — mi sonrisa se desvaneció y negué.

— él fue víctima del chasquido. — dije, las lágrimas que estaba conteniendo comenzaron a salir y caer por sus mejillas.

— vamos con tu papá. — asentí.

— Steve... — lo abracé.

— ¿estás bien? — asentí.

— te extrañé mucho, a todos... — dije llorando en su hombro y él acariciaba mi cabello.

— yo también, no sabes lo preocupado que estaba por ti. — besó mi mejilla. — vamos adentro. — asentí y aún abrazada de él comenzamos a caminar hacia el complejo. — espera... — me cargó y ahora sí siguió caminando hacia el interior del complejo.

Es muy bueno estar de regreso en casa.

Holaaaaa preciosuraaaaass ❤️

¿Qué creen? Ya volveré a actualizar diariamente.

Se me hicieron largos estos 5 días sin actualizar mis historias :'v

Bueno l@s amooooooooo preciosuraaaaas  🥰❤️

La hija de StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora