Un mes después
...—¿Sigues sintiéndote mal, amor?.
—Si pero seguro que es algo que comí. Ya no te preocupes más—respondió el omega ojiverde saliendo del baño.
—¿Cómo no voy a preocuparme, Harry?. Desde hace unos días te ves muy demacrado y has perdido peso. Además ni que decir de que te pasas el tiempo vomitando y vas mareandote en cada esquina. Cielo, por favor... déjame llevarte a que te vea un médico.
—No, de verdad que no hace falta—El omega ojiverde chasqueó la lengua en desaprobación una vez más y luego dejó un beso en la mejilla del alfa.
—Amor... no me hagas obligarte.
—No te enfades o te saldrán arruguitas en la frente. Tranquilo no será nada— le susurró finalmente el omega con picardía.
Ed lo miró y resopló pues realmente estaba preocupado por él pues no solo eran en lo físico, desde que había regresado de Londres, Harry parecía no ser el mismo, por lo que intuía que podría estar ocultándole algo.
—Prometeme que hoy irás sin falta a un doctor—insistió el pelirrojo mirándolo fijamente.
—Está bien— bufó Harry pues empezó a notar el amargo olor a molestia del alfa.
—Bien, así me gusta—sentenció Ed— Ahora debo irme al trabajo. Te llamaré en cuanto tenga un hueco.
El omega asintió de nuevo.
—Hasta entonces, cariño.
—Hasta la vuelta.
Tan pronto el alfa pelirrojo salió por la puerta de la casa donde ambos convivían, el omega ojiverde corrió al baño y sacó de su bolsillo una prueba de embarazo, la cual se había comprado en la farmacia, la tarde anterior.
—Oh Dios...por favor... por favor... No permitas que sea positivo...que tan solo tenga un virus estomacal— susurró este, apretando la caja entre sus manos.
Tras echar el «chorrito» en el test y tras cruzar los dedos bastante angustiado, Harry se sentó en el váter para esperar el tiempo necesario que venía especificado en el prospecto y entonces salir de dudas de una vez por todas.
Finalmente ese momento llegó y con las manos temblorosas de la preocupación y el miedo, sacó la tapa para ver el resultado.
—No, mierda....positivo...¿Qué voy ha hacer?...Harry, ¡eres un maldito idiota!—se regañó a sí mismo.
Durante hora y media lloró sin soltar el test de su mano, no podía creerlo, se había quedado embarazado y no estaba seguro de quién.
—¿Qué voy a hacer si este hijo resulta ser de Louis?...¡oh Dios mío!, Ed seguro que me dejará si no tengo un bebé pelirrojo.
Estaba realmente desesperado pues había tenido relaciones con los dos alfas en días muy seguidos, por lo que las posibilidades de la paternidad de los alfas sobre lo que venía, estaba al 50%.
Horas después, cuando Ed lo llamó por teléfono, Harry estaba saliendo de la clínica a la que finalmente había acudido tras reaccionar y salir a la calle.
El doctor había corroborado su embarazado y era de unas cuatro semanas, en su mano portaba el papel con todas las indicaciones que le había dado para que su gestación llegase a un buen termino.
Estaba temblando pues debía revelarle a Ed en ese momento los resultados pues no podría ocultarlos por mucho tiempo, así que en definitiva respiró hondo, se armó de valor y tras escuchar de nuevo al alfa preguntarle por lo que el médico le había dicho, se lo dijo.
...—E-Estoy e-embarazado.
Ed se quedó tan blanco de la impresión tras escuchar la noticia que incluso su secretaria se preocupó al verlo pues temía que éste se desmayase en cualquier momento.
Con rapidez la sorprendida beta, había cogido los dosieres de encima de la mesa de su jefe y los sacudía enérgicamente de arriba abajo, enfocándolo hacia éste para evitar así que le faltase el aire.
Luego de eso, corrió a prisa hasta el dispensador de agua que estaba en el recibidor y cogió un vaso de agua para que se la tomase y reaccionase al fin.
Recuperándose ya de la impresión, el alfa pelirrojo volvió a hablar al afligido omega, el cual se había mantenido a la espera, con sus ojos y sus mejillas empapados por las múltiples lágrimas que brotaban sin cesar de sus verdes ojos.
—La ve-verdad es que... e-esto es bastante inesperado, mi amor...emm y-yo pre-prefería que ya estuviésemos casados para luego planteamos el ser pa-padres pero bueno... emm, es una buena noticia—dijo el alfa— pero al menos sabemos que tu malestar no era nada grave.
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19. No fue mi intención amarte - Larry Stylinson -Omegaverse (Terminada)
FanfictionHarry Styles es un dulce y hermoso omega de veinte años, poseedor de unos impactantes ojos verdes y una hipnótica e increíble sonrisa. Aunque ha tenido varios pretendientes en su vida, él nunca ha sentido amor por ningún alfa o beta pero todo cambia...