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Durante los siguientes dos días, Harry esperó impaciente que el alfa ojiazul se dignarse a aparecer y le diese una explicación por su rechazo o que al menos, regresara con la excusa de comprar algo y así poder verle pero eso no sucedió.

Se sentía devastado, Louis era el único alfa hasta el momento, el cual le había causado un gran revuelo en sus hormonas y había encendido su deseo de aparearse.

Su interior era un caos de emociones y lo peor de todo era que por más que lo intentaba, no conseguía olvidarse de él ni por un momento, por lo que finalmente cansado de esperar y con la tarjeta en mano, tomó una decisión.

—Mañana le diré a Liam que me encuentro indispuesto e iré en tu busca, Louis. Quieras o no, tendrás que enfrentarme. Tú lo has iniciado y debes terminarlo.

Durante toda esa noche, no consiguió pegar ojo, de nuevo el ojiazul perturbaba su sueño y su tranquilidad, impidiendo que cayese en los apacibles brazos de Morfeo.

Tan pronto abrió el día, Harry se levantó y se fue directo a la ducha, rápidamente se enjabonó y se aclaró el cuerpo, luego eligió su mejor ropa y frente al espejo, se peinó sus revoltosos rizos chocolate pues quería lucir lo más hermoso posible.

Cuando ya estuvo listo, bajó las escaleras de su edificio pues como siempre el ascensor seguía estropeado y entonces su teléfono sonó.

—Harry, ¿Donde estás?.

—Oh lo siento Liam... hoy no podré ir me levanté muy mal—mintió— De hecho estoy saliendo para el médico ahora mismo...¡taxi!...

El omega tosió falsamente y tras escuchar un «está bien, mejórate», de su jefe, colgó sonriente y victorioso.

—Bien, señor Tomlinson... Veamos a que tanto tienes miedo— susurró mientras se abrochaba los botones de su cazadora, ya que era una mañana y realmente hacía mucho frío para ir caminando.

Resultaba que había mirado en Google y la empresa llamada, Calder's S.A. no estaba demasiado lejos de donde él vivía, por lo que esa aventura investigadora no le costaría dinero alguno.

Tras unos diez minutos caminando, el omega al fin encontró el edificio donde se suponía que trabajaba el alfa ojiazul, así que decidido, entró y caminó hacia el mostrador donde una hermosa omega le sonrió.

—Buenos días señor. Bienvenido a Calder's... ¿En qué puedo ayudarle?.

—Oh...emm, bu-buenos d-días... pues verás, y-yo ve-venía p-por...por...—Balbuceó el omega pues no sabía que motivo alegar—... yo q-quisiera...emm ha-hablar con el se-señor Tomlinson.

La omega entonces volvió a sonreírle.

—Ah... ¿ otro de los aspirantes al puesto de reponedor en ventas?.

El omega la miró incrédulo hasta que aún que esta le entregó unos cuantos papeles.

—Rellena esto con tus datos y luego espera ahí—le dijo señalándole unos sofás del fondo— cuando finalices, me los entregas y entonces te daré tu turno para pasar con el señor Tomlinson. Él es el quien da el visto bueno al nuevo personal, ya que el director no se encuentra.

Harry se encogió de hombros y sonrió, no quiso sacar de su equivocación a la chica pues no perdía nada por probar y además era una excusa perfecta para pasar al despacho de Louis y verle.

Cubrió los documentos con sus datos y finalmente se lo entregó a la recepcionista, luego volvió al grupo de sofás y se sentó a esperar junto con otros omegas que habían llegado también.

—Harry Styles—dijo la omega transcurridos unos minutos—Por favor, toma esto y sube a la segunda planta.

El ojiverde obedeció y tímidamente cogió las hojas que ésta le entregó de nuevo y subió al ascensor, donde al llegar, se bajó y se encontró con otra hermosa omega que le sonrió también.

—Tú eres Harry, ¿verdad?.

—Si—asintió el omega tímidamente.

—Bien pues sigueme... ya el aspirante anterior a ti ha salido.

Los dos omegas caminaron por un estrecho pasillo y llegaron a una gran puerta en la que había una placa que ponía en letras doradas, «Subdirector General».

La secretaria entonces tocó a la puerta y un rotundo y sonoro «pase» se oyó tras ésta, así que la omega la abrió y dio paso a Harry, el cual entró tímidamente.

—Gra-Gracias.

Todo era muy lujoso allí dentro, por lo que el omega soltó un «wow...vaya» muy revelador e incontrolado, mientras que caminaba hacía el interior del despacho, donde tras una gran mesa había una silla girada.

—¿Se-Señor T-Tomlinson?—habló  aturdido por el olor.

La silla se giró rápidamente y un más que sorprendido Louis, lo miró con sus hermosos azules ojos muy abiertos.

—Pe-Pero... ¿Q-Qué coño haces tú a-aquí?.

 ¿Q-Qué coño haces tú a-aquí?

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19. No fue mi intención amarte - Larry Stylinson -Omegaverse (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora