《ONESHOT BTS 》[+18]

Reglas entre Dos [+18](Kook)

-Kook podemos hablar un momento- dijo ella luego que él la deposito en la cama con delicadeza.

-Claro cariño, dime - se sentó en la cama y espero a que hablara.

-Perdón si lo que diré te llegue a molestar o incluso a incomodar - dio un largo respiro y siguió hablando- Quiero que sigas estudiando- apretó los labios luego de decirlo.

-Esta bien - contesto con una sonrisa- lo haré, estudiaré.

Ella se sorprendió por lo rápido que acepto, algo le decía que acepto solo para complacerla pero para ella estaba bien. Ya era un gran paso que estudiaría. Ha Ni seria feliz y él tendría un titulo. Todos ganaban.

-Pero con una condición - dijo él mirándola con deseo.

-¿Condición? - enarco una ceja- ¿qué condición? -preguntó ella curiosa.

-Quiero que repitamos siempre lo que hicimos ayer- coloco ambas manos en sus costados- ¿aceptas? - pregunto.

-Hacer lo qué hicimos ayer? - susurró fingiendo que quería recordar lo que hizo el dia anterior- ahora que lo veo no recuerdo bien lo que hice ayer - con su mano tocaba su cabeza tratando de recordar- ¿ayer que hice? ¡ayer que hice! - exclamaba repetidas veces.

-Hicimos el amor - dijo él tratando de no alterarse- te hice mi mujer.

Ella sintió un rubor en sus mejillas pero era consciente que lo había provocado.

-Anhelo hacerte el amor en todo lugar y en todo momento - sincero él.

- Esta bien, pero a cambio le echaras ganas al estudio, quiero buenas notas - señalo con su dedo al chico- haber déjame pensar - toco su mentón con su dedo tratando de recordar algo- un ochenta y cinco de promedio, quiero trabajos escritos, exámenes, exposiciones, tareas - puntualizó - todo tiene que tener nota mínima el ochenta y cinco y si no aceptas entonces no habrá de lo otro - dijo con pudor.

Le dio vergüenza decirlo así pero si él estudiaba con esa condición ella también le pondría una que otra, debía de esforzarse para tenerla.

-Ok - extendió su mano él para sellar el trato- te traeré un tarea y será del cien por ciento y te tomaré en ese instante.

-Ya deseo verlo querido - sonrió ella.

Luego de eso él fue a su cuarto, quería hacerle el amor en ese instante pero ella se negó, un refrán popular dice papelito habla y ella le encaró que quería ver primero la nota y ya luego ella accedería.

Esa mañana él hablo con su madre y sorpresivamente lo inscribió ese mismo día en el instituto. La mujer brincaba de la alegría su hijo al fin regresaba al camino del bien. Ahora mas que nunca iba a dejar que se descarrilara.

Al siguiente día fue a clases, duro casi todo el día en la institución, ahora recordaba la principal razón por la cual lo había dejado, el horario era pésimo entraba a las siete de la mañana y salía a las cuatro de la tarde y lo que le colmaba mas era el acoso que recibía por parte de las chicas, y no era que no le gustaban porque en si era una canallada que le dijeran que era raro o que bateaba en dirección contraria solo por rechazar y poner en alto a esas faldas fácil. De cierta manera no le importaba lo que quisieran decir ya que él tenia una chica especial que siempre lo esperaba en la entrada de su casa con una enorme sonrisa.

Aunque la relación que llevaban eran secreta.

Dos días pasaron, él llego con una enorme sonrisa que sorprendió a todos.

-¿Cariño pasa algo? - preguntó su madre mientras servía la cena.

-Se podría decir que sí - contestó ayudando a poner la mesa.