-- ¡Me has dicho eso los últimos 45 minutos, joder!
-- ¿Enserio? ohh.
Yoongi se encontraba viendo a su cachetes desde el segundo piso de aquel edificio, que gracias a donde se ubicaba daba directamente con la vista al patio, donde se podía ver a Jimin leyendo tranquilo.
-- Pensé que llevaba 10 minutos nada más.
-- Da igual, ahora vámonos. Esta hora es libre, podemos ir a la cancha. El tierno Jimin que te rechaza no se irá.
-- No me rechaza solo me da tiempo de planear nuestra boda, eso...
-- Eres tan idiota y de no ser porque me das dinero para más comida dejaría de ser tu mejor amigo.
-- Eres un chico muy hermoso.. adorable y sexy.
-- Y tú eres una persona muy coqueta, ¿te lo han dicho?
El pelinegro se hallaba acorralado en los casilleros por un delicioso manjar llamado Mark Tuan, era muy delicioso.
-- Sí, pero que salgan de tus labios es como si fueras el primero. Toma
-- ¿Eh? ¿una rosa? de estas ya no se consiguen.
-- Esta rosa tendría que volver a su ramo, uno muy hermoso por cierto.
-- Oh dios, eres todo un poeta. Ahora, si me permites irme, tengo que llegar al gimnasio.
-- Entonces, perfecta rosa, ¿un beso?
-- ¿Besos? esos te los daré yo, cariño ―el cuerpo que acorralaba al pelinegro terminó siendo pareja de los casilleros pegado como un chicle― ¿dónde deseas los besos, amor? ¿en el estómago, en tu mejillas, en tus ojos? dime..
-- ¡Yoongi!
-- Shh, calla, cachetes. Ahora, Tuan cierra tus bellos ojos.
Y como buen chico lo hizo sintiendo los pesados golpes del pálido y oyendo el griterío de los estudiantes y como Jimin intentaba detener a Yoongi.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-- Entonces.. ¿tú eres el abusado? ―dice el director―
-- ¡¿QUÉ?! es obvio que no, observe ―señala― tengo hasta el ojo morado.
-- Veo claramente, así que.. ¿Yoongi? de nuevo tú, ¿qué tienes con los problemas?
-- ¿De nuevo? director, perdone, pero ¿qué hizo Min anteriormente? ―pregunta Jimin quien aún sostenía la rosa observando de reojo como Yoongi deseaba romperla.
-- Fumar en las clases de música, hacer grafitis en la parte trasera del instituto y lo último era.. explotar una bomba de pintura en el rostro de la maestra de química.
-- Solo fueron accidentes, así como los golpes de mi cariño.
-- Mark puedes ir a la enfermería, si es necesario puedes ausentarse y Yoongi, tu próximo castigo será más pesado.
-- Adiós pequeña rosa de mi jardín.
-- ¿Quieres más besos, cariño? ―decía tomando del cuello de la camisa al castaño―
-- ¡Noo!
-- ¡Min!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-- No es tan malo...
-- ¡Sí lo es! sabes lo que es limpiar tres gimnasios por cuatro días y es más, sabes que son enormes, Yoongi.
-- No voy a limpiar yo, tal vez Mark lo haga o Jackson.
-- Adiós.
-- ¿Y mi beso?
-- Prefiero dárselo mil veces a Mark y en los labios, Min.
Yoongi agradecía de corazón tener el cabello largo y de rubio cenizo para que no se viera cada vez que se sonrojara o como ahora el rostro rojo por los celos.
Ahora se encontraba acorralando a Jimin pegando todo su cuerpo al del menor, metiendo su pierna derecha entremedio de las contrarias, chocando sus frentes sintiendo su respiración agitada.
-- Vuelve.. a.. repetirlo, cachetes.
-- Prefiero besar a Mark hyung antes que a usted.
-- ¿No me quieres? ya no soy tu gatito.
Jimin juraba hasta por los extraterrestres ver los ojos de Yoongi cristalizarse: -- Sí lo quiero, pero me molesta su actitud, a veces me da miedo, hyung.
-- No me temas, Park.
-- No dé más problemas, Min.
-- ¿Un beso Park?
-- No, Min.
-- ¿Una cita, Jimin?
-- No, Yoongi.
-- ¿Te has dado cuenta de que somos muy goals?
Las manitas del menor empujaron al pálido. Mientras seguían caminando hacia la salida, Yoongi aprovechó en rodear la cintura de Jimin quien reía levemente.
-- ¿Hyung, en qué piensa?
-- Cómo debería pedirte una cita, cachetes.
-- Busca en google.
-- ¡Eres tan cruel!
• • • Escrito [18/12/18] Editado [01/04/19]
loscapítulosseránrelativamentecortosde 400 a 600 palabras:''