Seunglix: Nuestra Historia

CAP 7

La habitación se tornó silenciosa, nuestras miradas permanecían juntas como si buscaran decirse de todo y a la vez nada, como si no quisieran separarse jamás. Poco a poco, mi cuerpo comenzó a cortar la distancia que había entre ambos; mi corazón latía a una velocidad completamente antinatural, sentía que en cualquier momento se me iba a salir del pecho; el tic tac del reloj iba al compás de la distancia que ahora habíamos comenzado a acortar ambos, esta vez estando lo suficientemente cerca para escuchar la fuertes palpitaciones el contrario; lo suficientemente cerca para sentir el aliento del otro, lo suficiente para que ambos se mezclasen; lo suficientemente cerca para apreciar con todo detalle la belleza de quien se encontraba frente a mí; pero, el flash de una cámara se encargó de sobresaltarnos a ambos y de cortar el momento de la manera más abrupta posible.

Me retiré de un brinco, y así ambos con las mejillas coloradas volteamos a mirar al lugar de donde provenía el condenado flash. Jisung y Minho con miradas expectantes y sus celulares en mano se habían encargado de registrar pruebas del momento, ambos se miraron con complicidad y sonrieron con maldad; sentí un hueco en el estómago al ver su reacción, si dejaba que esos dos guardarán pruebas algo perverso iba a ocurrir a manos de ambos. Solté lo que tenía en las manos y me comencé a acercar de manera lenta pero segura, decidido a quitarles de su poder los registros de aquella escena.

- Estas fotos son dignas de ser apreciadas por tu enemigo Seungmin -dijo Jisung sacudiendo el celular mientras dejaba ver una de las fotos-

- ¡Cállate ardilla del mal! -grité abalanzándomele encima- Si te escuchan o ven algo de lo que hay en ese celular juro que no pasas de hoy -advertí mientras Jisung escapaba-

- ¿Cómo piensas impedir que las pruebas lleguen a los ojos de los chicos? -retó Minho mostrándome burlón un video que había tomado- Porque según lo que a mi concierne, no tienes más que tus extremidades para impedirlo -soltó con suficiencia-

- ¡Tú, intento de paparazzi! -amenacé- No te atrevas a volver a insultar mi habilidades, pronto vas a ver cómo te quito ese... -en menos de un suspiro Felix se aproximó dándole una patada al celular de Minho dejándolo fuera de su alcance-

- ¿Felix acaso te preocupa que Changbin vea las fotos? -soltó Jisung sonriendo mientras intentaba proteger su celular de mis manos-

- ¡No es eso! -se apresuró a decir- A-además si fuera a-así no ten-dría porque importarles -finalizó mientras luchaba para que Minho no tomará el celular sin antes haber borrado las evidencias-

- ¡Suelta ese celular ardilla oportunista! -exclamé- Seguro tu eres el que ayuda al enano dark con sus rituales de oscuridad -solté una vez logré alcanzar el celular-

- ¡Jamás lo soltaré! -sentenció- Además yo no ayudo a ese niño complejo de oscuridad averiado

- Si no lo sueltas, les mostrare a los chicos las fotos comprometedoras en las que estas con Minho, que te sentenciarán a mil años de burlas -amenacé-

- No te atrevas -dijo Jisung soltando el celular-

- ¡Bingo! -dije victorioso apresurándome a borrar las fotos y videos-

- Mi extorsión se ha arruinado por completo -soltó Jisung con los ojos cristalizados mientras que zarandeaba a Minho con fuerza-

- De todas formas, tu extorsión no iba a funcionar -dijo mirándolo con una mirada inexpresiva- Es más, Han Jisung me debes una buena explicación -sentenció Minho llevándose consigo a un saco de pa... es decir, a Jisung como si fuera un saco de papas por el pasillo hasta una habitación-

Felix y yo nos tendimos en el suelo, completamente rendidos después de aquella pequeña batalla; lo único audible en el pasillo en aquel momento eran nuestras agitadas respiraciones mientras mirábamos al techo. Algo me incomodaba de cierto modo después de haber escuchado a Felix comentar acerca de que Changbin viera las fotos; Chan me había brindado la oportunidad de dudar y de decidir que debía considerar real y que debía considerar simples patrañas. ¿Felix me había dado aquel regalo porque se acordó de mí, o todo había sido un plan urdido por Chan para darme esperanzas de algo que no iba a pasar? Tenía que admitir que me era difícil pensar en la idea de que aquel pequeño detalle ni siquiera hubiese sido porque le nacía dármelo sino porque Chan se lo había sugerido; me hería de alguna forma.