Seunglix: Nuestra Historia

CAP 5

Previamente...

- ¡Seungmin despierta!

Desperté alarmado y desubicado debido al grito, ¿A quién carajo se le ocurre despertar a alguien así? ¿Acaso no están conscientes de que pueden hacer que le de un paro cardiaco?, me froté un poco los ojos y miré en dirección al dueño de aquel grito, Felix; se encontraba allí de pie mirándome como si esperará algo de mí, pero yo por mi parte no entendía absolutamente nada. Dirigí la mirada hacia el reloj de pared que había en la habitación, las seis en punto, que yo supiera no tenía nada importante que hacer a esta hora como para que me despertaras de esa manera tan brutal, por le contrarió se podría decir que yo debería haber seguido con mi dulce sueño en los brazos de Morfeo, porque mi sueño de belleza es muy importante; el rostro que tengo no se mantiene solo.

Me quedé mirando a Felix con una ceja enarcada en busca de que el pecoso pudiera solucionar mis dudas, pero al parecer mis señas no sirvieron de mucho.

- ¿Qué sucede Lix, porque me despiertas así? -dije estirándome un poco-

- Porque Chan-hyung me pidió que te dijera que te alistaras para salir, y como estabas tan profundo me toco gritar -soltó con tranquilidad-

- ¿Salir? ¿A esta hora? -pregunté un tanto incrédulo-

- Según Chan ya no tenemos nada en la despensa por culpa de los glotones que tenemos en casa, así que como parte del castigo y ya que Woojin no quiera salir, nos pidió a ambos ir con él -explicó tomando un abrigo del armario-

- ¡Agh! ¿Por qué a Chan le gusta tanto perturbar mi preciado sueño? -reproché mientras me bajaba de la cama-

- No lo sé, pero por ahora ponte algo decente para salir, te espero en la sala de estar -finalizó saliendo de la habitación-

- Esta... bien

¿Algo decente, a que se refería con eso? ¿Qué tenían de malo mis pantalones de sport y mi camisa gris? Ni que estuviera en quien sabe que harapos o de exhibicionista por la vida; decidí no prestarle mucha más atención al comentario, y me dispuse a arreglarme más "decente" para ir por la despensa, tomé un abrigo y mis cosas, y me dirigí a la sala. AL llegar Felix y Chan estaban sentados en el sofá viendo una película cualquiera que estaban pasando en televisión, fui a la cocina y me preparé algo de té, decidiendo que iba a beberlo con la mayor calma del mundo aprovechando que los otros dos estaban viendo atentamente la película; eso, hasta que al mayor le dio afán de salir y desde la puerta de la casa me llamó a gritos apurándome con la amenaza de dejarme nuevamente el turno del desayuno durante más días, justo en ese preciso instante toda la calma y tranquilidad que habían en mi desaparecieron y acabe por quemarme la lengua con el té.

- Bueno, par de mocosos -nos llamó a ambos entregándonos una hoja- cada uno tiene una lista de cosas así que cuando estemos en el supermercado cada uno ira por lo que le corresponde y luego nos veremos en la caja para pagarlo todo ¿Les parece?

- Si, pero tengo una duda -dije con dificultad debido al dolor de lengua que tenía por el quemón-

- Vocaliza, que a duras penas se te entiende -dijo el mayor ahogando una risa-

- Claro con gusto lo haría, si no me dolería la lengua por el quemón que me di por culpa de tus afanes

Ambos se atacaron de risa cuando me escucharon hablar, ¿Cómo era posible que se burlaran de mí en un momento así?, la gente que pasaba nos miraba raro por culpa de ambos, parecían borrachos y lo peor era que i hablaba volvían a estallar en risas.

- ¡Ya basta! Esta haciendo frio, tengo sueño y si ustedes dos no se van a apurar me voy a ir solo a comprar lo de la lista y luego les sacaré de sus querido ahorros lo que me tuve que gastar -sentencié con seriedad-

- Esta bien, está bien, vámonos ya -dijo Chan ahogando la carcajada que estaba a punto de soltar-

El camino fue algo tranquilo, después del ataque de risa ninguno más hablo, cada uno iba en lo suyo; la noche estaba algo estrellada, la luna brillaba bastante y el frío era impresionante, pero, por alguno razón no era una noche espantosa. La ciudad estaba algo calmada para ser un día de semana, y extrañamente no me disgustaba tanto esta fuera de casa a pesar de tener frío y sueño.

Cuando llegamos al supermercado, nos separamos para ir por las cosas de la lista y vaya sorpresa la que me lleve al ver lo que Chan había puesto en la lista, ¡¿Como era posible que nos comiéramos 6 paquetes de osito de goma?! Ni que fuéramos niños adictos al azúcar o algo parecido. Tomé un carrito de mercado y comencé a buscar las cosas de la lista, me estaba tomando las cosas con calma y paciencia; me cruzaba a Chan o a Felix de vez en cuando; el establecimiento estaba algo vacío por lo que era fácil moverme por los pasillos sin afán, y me entretuve demasiado, al punto que terminé pasándole el carrito de mercado sobre el pie a Felix y la única manera en la que me percate de lo que sucedía fue gracias al quejido del pecoso, lo peor fue que en vez de sacar el carrito de encima de su pie deje la rueda sobre este y me quedé mirando fijamente mientras Felix trataba de sacar su pie con afán debido al dolor.

- ¿Seungmin no piensas hacer nada? -dijo Felix un tanto alarmado con mi comportamiento-

- ¿A que te refieres? -dije aun con la vista sobre su pie, aun sin hacer nada-

- ¡Quita el carrito de encima de mi pie idiota! -dicho esto mi cuerpo reaccionó moviendo el carrito terminando de aplastarle el pie- ¡Pero sin aplastarme más el pie!

- ¿Qué? -dije mirándolo medio idiotizado hasta que me di cuenta de lo que había hecho- ¡Perdón! Lo siento, lo siento, lo siento mucho, no me estaba fijando en lo que hacía, no era mi intención, en verdad lo siento -solté con afán-

- Ya esta bien, tu sigue con lo tuyo, solo ten más cuidado la próxima -dijo con algo de seriedad-

- S-si -dije apenado para después continuar con la búsqueda de las provisiones-

Continué con lo mío, a pesar de que me sentía algo más cansado de lo normal, mi cuerpo estaba más lento de lo usual, y tampoco reaccionaba ante las situaciones más obvias, es como si mi cuerpo estuviera iniciando sistema tal cual como cuando te quedas mirando fijamente las chanclas al levantarte temprano. Es algo patético y gracioso, lo sé, pero además de eso también llega a ser contraproducente como en mi caso. Para cuando termine de buscar las cosas de la lista, me acerque a la caja junto a los chicos para pagarlo todo, entonces decidí relajarme y dejar caer mi peso sobre el carrito mientras Chan pasaba las cosas de Felix a la caja; pero, esto no era mi idilio en el cual los accidentes me dejan de pasar y acto seguido el carrito se movió lo suficientemente fuerte y rápido impactando en la espalda baja de alguien haciéndolo caer, para mi desgracia y sorpresa yo no dejaba de hacerle daño

- ¡Lix!...

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Autora: Sakura Blue...

Bye~^^