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-¿Qué haces aquí?,¿no recuerdas que te dije específicamente que no quería volverte a ver nunca?-le espeto.-No te coloques así Megan, solo vengo a saludar, o ¿No me extrañas?-dice el muy imbécil.
-No, ni un poco, desde que hice las paces con Ron no te veo, y mejor para mí, porque...¿Quién quiere ver a la cara todos los días a la persona que trató de jugar contigo?, porque yo no-le digo al imbécil, al engreído y un sin fin de otras cosas que es Max.
-Por favor no seas tan rencorosa-dice reteniéndome la puerta cuando trato de cerrarla en su muy estúpida cara.
-Para tu mala suerte soy muy pero muy rencorosa, si quieres pregúntale a Ron, él te responderá, lo sabe por experiencia propia-le digo dedicándole la sonrisa más fría que tengo.
-¿Qué tengo que hacer para que me perdones y me des una oportunidad?.
-Mm...Déjame pensar...Ah sí, alejarte de mí, y no volver a molestarme nunca más, así de sencillo-le digo.
-Te lo pido Megan, no sabes cuánto lo siento.
-Y no lo quiero saber, así que mejor vete ya.
Suspira pesadamente.
-Como quieras.-dice poniendo los ojos en blanco.
-Gracias... Bye y no vuelvas nunca-digo cerrando la puerta en su cara.
Imbécil, ese idiota que hace otra vez aquí, ¿Se transfirió?, seguramente.
Me suena el celular...a ver, a ver...Dylan, Humm, no quiero hablar con él, le cuelgo, vuelve a llamar, no le contesto, y es a si cinco veces más, y cuando pienso que me llama una sexta, miro y es...Ron, ok, a ese sí, contesto y antes de decir algo...
-¿Con que a mí no me contestas pero al imbécil de Ron si?-dice un muy furioso Dylan.
Lo primero que se me ocurre preguntar es:
-¿Qué haces con el celular de Ron?.
¿En serio, Megan?, de todas las cosas... ¿preguntas eso?.
-¿Qué importa?, solo confórmate con que lo tengo-dice enojado.
-¿Dónde está Ron?,¿Está contigo?-le pregunto-...¿Sabe que tienes su celular?...Dylan, respóndeme.
-Primero, Ron está conmigo, No te preocupes por Tu Amiguito, segundo, si, sabe que tengo su celular...el me lo prestó...o bueno, algo así-dice, se escuchan ruidos por el otro lado.
¿Qué mierda...?
Lo amarró, si,de seguro es eso, se escucha mucho ruido y es como si alguien tratara de decir algo,pero el sonido sale amortiguado... le tuvo que tapar la boca.
-Lo tienes amarrado, ¿No?-le pregunto-...Tú y Ron no son tan..."buenos amigos", y él nunca te prestaría su celular conscientemente, suéltalo, o tendré que ir yo misma a soltarlo-Lo amenazo, no estoy de buen humor.
-Pues tendrás que venir tu misma, porque yo no lo pienso soltar por un buen rato, es más, sería divertido torturarlo-dice.
-No te atrevas.
-¿Ah que no?, ya veremos.
-Dylan...
-No, te tocará venir a ti.
-¡Ya verás con quien te metes,imbécil!-digo y cuelgo.
Tomo mis cosas, salgo del apartamento y me dirijo a casa de Ron, si no está allí, está en casa de Dylan, pero él nunca iría a casa de Dylan, así que a su casa.
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El odio se demuestra de otra forma
ChickLitEl odio se puede demostrar de otra forma,y a veces lo que sentimos puede significar una cosa muy diferente a lo que pensamos. Nuestros sentimientos están por encima de nuestra cordura, y el corazón siempre tiene la ventaja para ganar.