Ivy:
No estuve sola por mucho tiempo, pues unos hombres me invitaron a jugar Craps y a beber con ellos.
Yo no era buena jugadora pero admito que nos estaba yendo demasiado bien, sólo habíamos perdido dos veces y al ver que estábamos siendo muy buenos la gente se reunió a nuestro alrededor.
—Tu turno preciosa —me dijo el más joven de ellos, la mayoría de ellos había coqueteado conmigo pero él parecía más interesado; no me engañan, sé que tres de ellos están casados, incluido él, uno está comprometido y el otro es gay, son claramente mayores que yo, pero estoy acostumbrada a que personas mayores se fijen en mi.
Tomé los dados rojos, los presioné en mis manos.
—Siete, siete, siete —susurré, lancé los dados, la adrenalina que se siente al lanzar los dados es extraordinaria, pero todo es genial cuando los dados suman la cantidad por la que apostaste. Observé los dados girar hasta chocar con la pared de la mesa y detenerse
— ¡Siete!
— ¡Siii! —celebré junto con mis nuevos conocidos, después recibí mis valiosas fichas, decidí que con lo que había ganado hoy me bastaría por ahora, estoy comenzando a marearme con el alcohol que he tomado y si sigo, apostaré todo lo que tengo y podría perderlo. — Debo irme...
— ¿Tan temprano? ¿A dónde? —preguntó el hombre, no recordaba su nombre, sólo recordaba el nombre de su hermano, el chico gay, Jim.
—Estoy algo cansada —mentí, no iba a admitir que estaba algo borracha, podría tener consecuencias.
— ¿Demasiado como para acompañarme a mi suite? Debes mostrarme todos los destinos turísticos de Australia.
Si claro, todos sabemos en qué terminaría eso, aunque me negué él siguió insistiendo, por suerte era su turno para tirar y desvió su atención. Además, si buscaba sólo sexo podría salir, estábamos en la calle strip y los clubes donde bailan las mujeres sin ropa estaban cerca, bien podría ir a buscar una que esté dispuesta a ganar más.
Me escabullí entre la gente con ayuda de Jim, quien cubrió la vista de su hermano para que pudiera escapar, le agradecí con un guiño antes de salir del hotel; una vez afuera encendí un cigarrillo esperando que con eso se me pase la borrachera.
No creí que en mi primer noche haya podido socializar, aunque accidentalmente vi la muerte de tres de ellos, a los otros evité mirarlos a toda costa, Jim moriría de viejo en manos de su esposo, su hermano moriría en un accidente automovilístico por conducir ebrio, y el otro, el que estaba comprometido, también sería por causas naturales pero en prisión.
Dejé la colilla del cigarro en el bote de basura que estaba fuera del hotel, entonces comencé a caminar observando todas las luces coloridas y todas las personas vestidas con su mejor ropa, olvidando quienes son fuera de esta ciudad, al igual que yo, vienen para ser alguien diferente aunque sea por un rato.
Me detuve al ver el nombre de un centro comercial "Desert Passage" no sabía que mi hotel estaría tan cerca de esta plaza, encogí los hombros y entré, había menos gente que afuera pero aún seguía siendo mucha, la arquitectura tenía un tema mediterráneo parecía como si estuviera en Marruecos o algo parecido, me encantaba.
Recibí muchos flyers de psíquicos, "lectura de mano y tarot", que eran los más comunes y cosas como esas, de las cuales yo no estaba ni un poco familiarizada, y los guardé en mi bolsa de mano plateada, había tantos que no sabía a cuál de todos ir. Me acerqué a un guardia de la plaza para preguntarle cuál me recomendaría más.
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Los Videntes [En edicion]
ParanormalTodos tienen un propósito en la vida Edición por @CotiD-14