Wild Elves World Conquest

Parte 42

Cuando los Reyes de Sacsotsal fueron guillotinados, aparte de correr mucha sangre, el reino se dividió entre los siguientes sucesores del primer rey, Pedrito la chancla.

Los reinos del norte pertenecían a sus 2 hermanos, tíos de Vale y Ale.

Estos reinos eran Aditnalta y Sanilas.

En el sur quedó un reino que fue devorado por los elfos a sólo unos meses de su creación y en el centro de los cuartos estaba Otcap, él más pequeño.

A pesar de que tenía menor territorio, éste mantenía el control de la anterior capital, por lo que tenía más población que los otros dos.

Estos tres países se ayudaban mutuamente y lograron "mantener a raya" a los elfos.

El problema fue el norte.

Un 5 país atacó a los dos menos poblados y los conquistó y luego continuó con la capital.

Al comerse a estos 3 países, se volvió más fuerte y declaró la guerra a los elfos al sur.

Los Demonios se mantenían al margen y hacían escaramuzas de vez en cuando, pero nada serio.

Contra este gran país llamado Odnap, dueño de grandes extensiones de territorios, los elfos se retiraron de sus territorios.

Un Ejército masivo de Odnap estaba dispuesto a atacar, pero se encontró con sólo una persona.

Éste estaba de pie en medio de un prado y sostenía un pergamino.

El Rey de Odnap se acercó al hombre junto con sus escoltas y gritó.

"¿Quién Eren y que haces en Mikasa?"

Como el que sostenía el pergamino no notó la referencia, el Rey simplemente volvió a preguntar de forma normal.

"Mi nombre es 34, vengo a darle un mensaje de mi señor Aaron. Él no ha podido atender personalmente aquí debido al contenido de esta carta"

El Rey notó como las manos que sostenían el pergamino tenían un tinte grisáceo, no como anciano, sino como descolorido.

Mientras el Rey pensaba en las texturas de este personaje y ante las demandas de su escolta, bajó del caballo y se acercó a 34, tomó el pergamino y luego de abrirlo, leyó su contenido.

"Me dirijo a usted, gran señor de Odnap, O'sama Sinladen, para comunicarle la retirada absoluta ante la grandeza de su pueblo. Agradecemos a usted por su misericordia y le imploramos que mantenga las edificaciones que nuestra (en comparación pequeña) nación creó durante su estancia en este territorio."

Cuando miró hacia 34, ya no estaba y cuando se giró se encontró con la escena de cuatro de sus 5 acompañantes muertos y su hijo, el último de los acompañantes, completamente aterrorizado.

Mirando detenidamente, los muertos tenían la piel un poco pálida, pero no sabía a qué podía deberse.

Se giró nuevamente y el hombre de nombre 34, estaba sentado en el piso, con los ojos cerrados.

"Tras la retirada de el Jefe del territorio -Continuó O'sama-, este pasa oficialmente a sus manos pero los elfos no quedan bajo ningún concepto bajo su mando ni atados a sus reglas. También queremos que reciba esta canasta, como pago para que acepte nuestra propuesta"

34 entregó una canasta de tamaño medio con cristales y telas.

"¿Qué pasará con los elfos sin sus territorios?"

Lo que O'sama quería saber era una ubicación.

"Ellos están seguros bajo el brazo de el Jefe. Si nos fuimos fue por las arañas, no por usted"

Luego de decir eso, una nube de polvo rodeó al hombre y este desapareció.

Cuando la nube de polvo desapareció se podían ver al fondo unos pequeños (desde el lugar del ejército) grandes huevos cubiertos de telas.

Estos huevos pronto explotaron y muchas arañas salieron despedidas. Casi inmediatamente de tocar el suelo, algunas se murieron, otras se peleaban entre ellas y luego se comían y otras simplemente corrieron con dirección al bosque.

Las arañas que se quedaron a masacrar a sus hermanas pronto se volvieron grandes y también corrieron al bosque.

Los humanos quedaron estupefactos.

Estas arañas, incluso de más alto nivel no llega al 10.

¿Por qué unirían de un monstruo tan insignificante?

Los humanos entraron en el territorio elfo y limpiaron la zona entera de arañas, quemaron los huevos y partieron en dos a todas las reinas que había en su camino.

Satisfecho por su trabajo, el grupo descanso esa noche.

O no.

Los gritos de varios soldados llenaron el bosque mientras todos en el campamento se levantaban.

Rápidamente los gritos se callaron y los guardias medio dormir se quedaron en guardia en el campamento.

En medio de la noche los soldados encendieron las hoguera y antorchas.

Entre los árboles se veían cantidades absurdas de pequeñas arañas.

Estas eran fáciles de matar, pero eran demasiadas.

La línea se mantuvo por unos minutos, pero las arañas pudieron más.

Uno de los soldados, cansado y con sueño falló un golpe. Una de las arañas trepó por su espada y le mordió en brazo.

Un veneno paralizante le hizo caer y muchas arañas se precipitaron contra él.

Las arañas le mordieron la cara y el cuerpo y luego lo llevaron arrastrado hasta el bosque.

Algunas arañas luego del incidente se veían más grandes y fuertes, pero eran pocas y aún caían de un golpe.

Cuando el primer hombre cayó, todo el resto le siguió poco después.

La masacre en la que sólo el líder y su hijo, así como algunos guardias personales y 5 del Ejército de a pie sobrevivieron los envió hasta su ciudad capital aterrados de las arañas para prepararse para la invasión de arañas que seguramente pronto vendría.

Pasaron un par de años y la catástrofe nunca sucedió.

Algunas personas arriesgaron sus vidas para documentar a las arañas y descubrieron algo impresionante.

Eran completamente caníbales y autosuficientes.

Su población aumentaba en 1000 un día y para el término del mismo, sólo quedaban vivas 1000, al siguiente día nacían 1500 y morían 1500.

Su población era estrictamente 1000, pero como siempre se mataban entre ellas, ninguna podía sobrevivir más de 4 días sin que otras la maten.

Incluso las más grandes morían ya que las más pequeñas se aliarían para matarlas.

Su propio ecosistema está basado en el bosque, por lo que esta fue llamada el "bosque prohibido".

Pero como el Rey notó la referencia, lo cambió para que no le pegue el Copyright a "Bosque al que no Está Permitido Entrar Bajo Ninguna Posibilidad, Evento, Motivos o Circunstancias".

Pero, ¿Qué paso con los elfos entonces? ¿A dónde se fueron? ¿Qué hay para cenar?

Bueno los elfos...