Parte 37

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PoV Ataraxia

En la tarde del día siguiente a la ceremonia de apertura del concurso, todos los participantes que aparentaban de entre 12 y 18 años estaban presentes.

La única que se mantenía un poco alejada del grupo era yo. Ataraxia fue el nombre que recibí la Mente Maestra. César, nombre dado a 93 por la Mente Maestra estaba en las gradas, jugando con su cuchillo.

Luego de la presentación de los participantes se inició la competición con peleas uno-vs-uno y todos debían enfrentarse contra todos. Los puntos se ganaban con una victoria, dándote 3 puntos, perdiendo, dando 0 puntos o empatando recibiendo 1 punto para cada uno.

Muy similar al fubol.

El primer combate fue entre el hijo de jefe de la aldea y un don nadie que no recuerdo el nombre.

Se pegaron un poco y el ganador fue, obviamente el hijo del jefe de la aldea.

Se sucedieron 3 combates más sin mucha emoción que César miraba atentamente para reportar luego.

En el cuarto enfrentamiento, yo y uno de los mejores hijos de los soldados desechables nos enfrentamos.

Yo me puse del lado derecho mientras que él estaba en el izquierdo de la arena. Era un pequeño círculo donde podíamos pelear sin preocuparnos por el espacio.

El me miraba con desprecio y yo simplemente me mantuve erguida.

¿Cuántas veces ha pasado esto?

Mire a César y el sólo asintió.

¿Por qué debo hacer esto? Nadie me pidió que fuera así.

Debería simplemente...

Una luz blanca iluminó alrededor mío. Noté una pequeña mano que sostenía mi hombro. César desde las gradas estaba de pie y con la boca abierta.

Mirando detrás de mí, una mujer búho en toda regla, estaba ahí, mirándome.

"Mírate, pequeña. ¿Que hemos hecho para que debas sufrir tanto? Sólo quería ayudar a mi señor, pero a cambio, mi querida hija debe resultar herida"

Ella me miraba a los ojos y estaba casi llorando.

"Nunca deseé esto para ti, ni para mi esposo. Espero que con el tiempo sepas disculparme, pero uno debe hacer lo que para él está destinado, y ese algo para mí eras tú. No me arrepiento de haber concebido a una muchacha tan fuerte, hermosa e inteligente como tú, porque solamente uno decide que es lo que quiere de sí mismo"

Ella besó tiernamente mi mejilla y César saltó desde las gradas en una velocidad impresionante, corriendo para alcanzar a su esposa.

"Has hecho un más que estupendo trabajo, querido esposo, pero debes dejarla ir ahora. Son órdenes de arriba"

Dejando esa última frase, ella se desvaneció en la luz que la mantenía con nosotros, mientras los brazos de César quedaron abrazando el aire.

César me miraba mientras sus ojos estaban iluminados y luego miró sus manos.

El sólo se fue y me dijo una cosa.

"Los grandes árboles deben ser talados"

Estas últimas palabras eran la sentencia de este pueblo.

El primer puesto era para el guerrero más fuerte de su generación, por lo que era muy respetado y admirado y también era el segundo en la línea sucesoria después de los herederos.

Gané la pelea de formé simple con un par de movimientos y todo el mundo terminó sorprendido. El más fuerte que ellos creían tener fue derrotado con facilidad.

Ellos dijeron que hice trampa y que aquella aparición había modificado mi fuerza, por lo que una investigación se llevó a cabo ese mismo día para determinar si tenía estados alterados favorables.

Detectaron que no tenía y muy a su pesar me dieron los puntos.

Luego de eso gané todos los puntos, incluso contra el hijo del jefe de la aldea quien intentó sobornarme para que pierda.

Durante su pelea, el arma que utilicé fue una bolsa con monedas que él mismo me dio.

Luego de la premiación, que fueron unas medallas de color plateado para los que no quedaron entre los 8 mejores, una de oro para los 7 mejores sin contar al número 1 y una medalla de color celeste, emulando al diamante para el número 1.

El numero 1 también recibía privilegios como se explicó antes, recibiendo la posibilidad de ser el legítimo heredero de la aldea si el actual linaje se pierde.

Luego de la ceremonia me dirigí a casa donde Ximena y Aaron (Elfo), así como el Jefe me esperaban.

"Ganaste el torneo" La voz de el Jefe no parecía enojada.

"Si, eso es correcto" respondí.

"Lo sé, ya que sólo hay 5 poderes que son más fuertes que nosotros, y ninguno de ellos está presente en esta aldea"

Aunque todos seguían clamados, había un ambiente tenso en el aire que me daba escalofríos.

"Como segunda al mando de esta aldea la nombro ahora, Ataraxia, líder intelectual y espiritual de todos los semi-humanos que se encuentran fuera de los rangos de: antropomorfos, hombres bestia (diferentes de los semi-humanos) y humanos. Como tal, se le encarga desde ahora y hasta su muerte la unificación de los que estén en el espectro bajo su mando y su integración a nuestro estilo de vida, leyes y normas para poder ser ciudadanos de pleno derecho. Espero que esté a la altura del cargo"

Luego de esas palabras el Jefe se despidió y se fue junto con Aaron (Elfo) y Ximena, dejando sólo un pequeño colgante que tenía el escudo de familia de el Jefe.

Este colgante lo llevaban todos los clones, pero los que eran entregados a los clones principales estaban imbuidos con magia especial, que al volverte el líder de una especie, ganas poderes similares a los de la Mente Maestra, sin dejar de estar conectado a la red de clones.

Es un objeto sorprendente y fue inventado por la Mente Maestra en su infinita sabiduría.

Muy feliz tomé el colgante y me lo puse.

Sentí como un poder me inundaba, pero aún no tenía el control de la aldea, así que era solo un sueño despierto.

"No creo que comprendas el alcance de esto, ahora tienes personas a cargo. Siempre, siempre, debes mantener la calma y pensar racionalmente" dio César.

"Se mis responsabilidades, no te voy a fallar"

"Entonces ten -dijo mientras me entregaba un pequeño tubo de ensayo-, es un veneno concentrado, el color es transparente para que no se note en las bebidas el cambio de color y tampoco tiene olor. El sabor es un poco amargo, por lo que te sugiero que lo administre en cerveza o algún alcohol siempre que no sea vino"

Tomé el veneno decidido a hacer lo que estaba destinado.

"Yo, Ataraxia, reina intelectual y espiritual de los semi-humanos, vasalla leal de mi señor Aaron, firmo ahora ¡nuestro destino!"

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¡Uf! Nuevo capítulo inesperado por lo esperado. Noten las señales de la guerra que se avecina y las intrigas políticas en el bando de los semi-humanos.

Informe capitular fuera.

Wild Elves World ConquestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora