Parte 44

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Los ciudadanos estuvieron conmocionados por un momento antes de emprender un arduo camino por el desierto.

Mantuvieron una fila larga y los clones de Aaron mantenían el orden mientras los soldados la seguridad.

Cuando alguien se cansaba o necesitaba ayuda con el peso de sus mochilas, todos estaban dispuestos a prestar una mano.

El éxodo duro 6 largos meses de desierto, arena y sangre.

Los monstruos, cuanto más adentro en el desierto se volvían más poderosos, más inteligentes y más agresivos.

Muchos valientes soldados perdieron la vida defendiendo a su gente.

Aaron se deslizaba tranquilo mientras con un palo golpeaba el suelo cada 1 minuto.

Uno de los días, justamente en el sexto mes, el palo hizo un sonido seco.

Aaron soltó el palo y de la nada apareció una bandera, mástil y todo incluido.

Plantó la bandera en el mismo lugar que el palo golpeó seco y después de unos momentos de tensión, una enorme muralla de arena compactada se formó, delimitado la zona construible.

Siguiendo el mismo esquema que las ciudades de diferentes anillos, varias murallas se levantaron sucesivamente.

Los lugares donde la gente pisaba temblaron un poco y la arena se compactó de modo que, al pisar, los pies no se hundían como antes.

Ahora, todo el piso interior de las murallas era también arena dura y las construcciones podían erigirse ahí sin problemas.

Por debajo de la ciudad, las alcantarillas ya estaban diseñadas y todas las rutas llevaban hasta un pozo muy profundo, lleno de Gusanos Guankon.

Estos gusanos se alimentan de... desechos orgánicos, si me entienden.

Mientras todos los que venían por el camino llegaron a la ahora nueva ciudad, esta seguía vacía de casas.

No fue sino hasta el siguiente año a la construcción de las murallas que todos los habitantes lograron tener su propia estancia en el amparo de la gran fortaleza.

Pero, aunque no todos lograron ver la ciudad en su total esplendor, los que si lo lograron estuvieron eternamente agradecidos con ellos.

La ciudad, al albergar a toda la población de Tuerk, era 3 veces más grande que la capital anterior.

Las casas eran complejos de apartamentos con hasta 5 pisos cada uno.

Las mezcladas culturas y rituales dieron como resultado a unas nuevas y más complejas, tomando un poco de aquí y de allá.

Las cruzas entre especies no tardaron en aparecer, pero se homogeneizó rápidamente.

Ya no eran muchas razas en un sólo lugar, era una sola raza en un solo lugar.

Dejaron de nombrarse a sí mismos como lo hacían y pasaron a nombrarse, bajo la sugerencia de Aaron, Beduinos.

No pasó mucho tiempo hasta que los acontecimientos llegaran a los centros.

Desde las rocas, un pequeño murmullo enojado refunfuñaba y se desquitaba con la arena.

El Dios de la tierra estaba enojado y el Dios del fuego estaba caliente.

El Dios del viento y el del agua estaban viendo tranquilamente como sus dos compañeros peleaban y creaban estrategias para eliminar a su enemigo.

A pesar de que Aaron había matado a la criatura protectora de los océanos, por la que no se podía acceder a los límites del mapa, el Dios del agua no estaba enojado y planeaba su venganza con la cabeza fría.

Al Dios del viento todo le iba y le venía, así que no era nada nuevo que este peculiar personaje no le interesara en lo más mínimo.

Lo que los demás Dioses no sabían era que, en el cuarto del Dios del viento, había un elaboradísimo plan para acabar con este ser.

El dios del fuego, impulsivo y valiente, así como un poco tonto, no espero más y saltó rápidamente a la excitante batalla.

Los ciudadanos de las arenas miraban al cielo viendo un enorme meteorito acercarse a ellos.

Ninguno se movió pensando que podría ser otra de las pruebas de Aaron (Elfo).

El meteorito estalló en el aire y las diferentes piedras calcinadas golpearon una membrana escudo sobre la ciudad, por lo que esta no resultó dañada.

Desde fuera de la ciudad, un hombre en llamas estaba golpeando el suelo con la mano, derritiendo la arena en vidrio.

Estaba tan furioso que su usualmente corto cabello de llamas le llagaba ahora hasta la cintura.

Se levantó del suelo y miró con odio a las personas delante de él.

El Jefe, Aaron (Elfo) y Ximena estaban viéndole, esperando que haga su movimiento.

El Dios del fuego cargo contra sus tres enemigos y golpeaba el aire, ya que estos le esquivaban.

Cuando por fin un golpe impactó en la cara de Aaron (Elfo), esa se desfiguró de tal forma que ese cuerpo había quedado inutilizable.

Ximena vio un punto ciego y dio un golpe al cuerpo del Dios del fuego, pero su mano terminó carbonizada y en el dolor, su cabeza fue derretida de una patada alta.

Quedando sólo El Jefe entre el Dios del fuego y la ciudad, se preparó con todo lo que tenía.

El golpe de Ximena estaba potenciado con magia de agua y tenía una gran capa de agua para protegerla del fuego y aun así el no sólo lo resistió, sino que fue capaz de contraatacar.

El Jefe estaba planeando todo para que saliera perfecto.

De la nada, cuando el Dios del fuego estaba por atacar, 30 clones genéricos de Aaron con las manos descoloridas emergieron desde la tierra y comenzaron a preparar un enorme hechizo de agua.

Aunque estos clones comenzaron a prepararlo, el Dios del fuego no iba a permitir que siguieran, por lo que simplemente cambio de dirección el ataque.

El Jefe se puso en su camino y creó el más poderoso escudo que pudo utilizando todo su mana.

El golpe del Dios del fuego quebró el escudo, pero su golpe ya no podía quemar como antes. Ahora sólo estaba tibio y el golpe no era tan duro.

El Jefe, que logró resistir un golpe, estaba contento con su éxito, pero el Dios del fuego sólo se enfureció más.

Los clones, quienes tuvieron tiempo suficiente para poder terminar su hechizo, dejaron caer sobre el Dios del fuego 30 poderosos hechizos de agua.

El Dios del fuego se quebró.

Lo único que quedó de él fueron 31 estatus de los clones, momificados por el uso de todo el mana de su cuerpo y el de su reserva como clones, además del propio cuerpo del Dios del fuego, con una expresión frustrada por no poder cumplir su cometido.

Aaron se retorcía por la pérdida de tantos buenos clones en su cámara oculta, la cual no sé dónde está, porque está oculta.

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Sean bienvenidos. Como ven, acabamos de perder a un gran hombre. F para El Jefe.

Wild Elves World ConquestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora