Parte 18

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Avanzamos por la noche amparados bajo la sutileza de la oscuridad, cuando nos detenemos para repasar la estrategia.

El plan era simple: Rodear el pueblo, entrar y noquear a todos los guardias, tomar como prisioneros a los aldeanos y enviarlos junto con todo lo que podamos conseguir de comida para nuestra aldea. Luego de todo esto, quemamos la aldea y dejar una nota para hacer que parezca una banda de mercenarios o bandidos y nosotros, los elfos salvajes, tomamos a los humanos como refugiados. Pero la segunda parte solo sucederá si los humanos descubren a nuestros asentamientos y deciden que se llevaran a los refugiados, lo cual declinaremos y se hará una guerra.

Ante el manto de la noche, una vez más, avanzamos.

Rodeamos lentamente la aldea. Esta estaba rodeada por el bosque, excepto por unas pequeñas rutas que la conectaban con vaya uno a saber qué, probablemente una ciudad o un pueblo más grande.

Di la señal para avanzar y todos corrimos, en el mayor silencio posible, hasta el poblado.

En ningún momento se escuchó un estúpido grito de batalla, porque eso solamente alerta a tu enemigo de tu parecencia y elimina el factor sorpresa.

Luego de noquear silenciosamente a los guardias, entramos a las casas y despertamos a los pobladores.

Los reunimos en el centro de la ciudad los pusimos junto a los guardias.

A pesar de que los aldeanos estaban libres, los guardias fueron atados.

"¿Por qué nos hacen esto? Los humanos no le hemos hecho nada a los elfos, ¡esto es traición!"

Grito un viejo de entre los humanos.

"Tú, ven aquí ahora" Le dije.

Él se acercó temeroso.

"Tienes razón- Le dije en voz baja- pero el problema es que nosotros somos elfos solo hace un año, antes éramos goblins, por lo que no traicionamos a nadie, solo es una pequeña venganza"

Mientras me reía, el viejo palideció.

"¡Muy bien señores! ¡Roben toda la comida que puedan y saqueen los campos! Eviten todo lo que sea peso muerto o que no aporte ganancia cultural. Cuando terminen, reúnan todo en ese lugar de ahí y quemen las casas y los campos"

"P-pero los campos están en época de siembra, si los queman..."

"Cállese, viejo. Sabemos bien lo que hacemos. Traiga a los heridos y enfermos, les daremos tratamiento antes de partir"

"¿Partir a dónde?"

"¿A dónde? A nuestra ciudad, y su nueva casa desde ahora en adelante. Desde ya, son los nuevos ciudadanos del pueblo de Tuerk"

El viejo, que no me creía, se apresuró a su tarea cuando agité la mano para que se vaya.

"Los sacerdotes, acomódense en esa esquina y curen a los enfermos y heridos, el que parece ser el jefe de la aldea los va a enviar ahí. Cúrenlos lo antes posible"

"Entendido, señor"

La noche pasó rápido y con los primeros rayos del sol, ya estábamos a las puertas de Vindel, con un contingente de 250 humanos. Comida para un año humano (que por alguna razón es media vuelta al mundo/6 meces) y algunas vacas, así como ovejas y cerdos.

Ahora, tenemos un pequeño problema de hospedaje. Pero se puede solucionar de manera simple.

Dejamos a las ovejas, vacas y cerdos en los campos aledaños que los aceptaron y moví toda la comida saqueada a nuestros almacenes. Los humanos se quedarán en una de las granjas más cercanas a mi mansión y dormirán en carpas provisionales.

¿Nuestras bajas durante la misión? 1 baja. Causas naturales. Su corazón simplemente... dejó de latir.

Ni siquiera tuvimos heridos. Fue un desastre.

Si no estuviera con ellos, masacrarían el reino entero. Y eso no es algo bueno.

El viejo se presentó como el jefe de la aldea y vino secundado por los 10 guardias. Todos ellos estaban con sus armas desenfundadas, mirando a nuestros embajadores.

Yo estaba en mi forma de serpiente, mirándolos frente a frente. Tenía en mi equipo a un par de guardias, solo por decoración, una "escribana" y un "arquitecto".

Uno de los guardias, al verme avanzar, se orino en los pantalones. Un poco de respeto, por favor.

"Yo soy su jefe, Me pueden llamar Jefe. Nuestras unidades de reconocimiento y captura han cumplido con su trabajo a la perfección por lo que veo. Usted debe ser Miltom, ¿Verdad?"

Ante mis palabras, quede frente a frente con Miltom, el anciano de la aldea.

Él levantó orgullosamente la cabeza y me miro a los ojos.

"Está usted acertado"

Bien. Corto, pero bien. Supongo que se ganó un punto por no orinarse en los pantalones, como alguien que conozco.

"Eso es bueno. Por favor, síganme. Hablaremos sobre su futuro"

"¡Por el reino y por la humanidad!"

Era esa clase de gritos de guerra que eliminan el factor sorpresa. Vi venir el ataque desde hace más de un kilómetro, compañero.

Uno de los guardias delante de mí ataco con su espada e intentó ensartarla en mi estómago. No intenté evitar el ataque. La punta perforo, yo que sé, ¿5mm? ¿Un poco menos, quizá?

Tome la empuñadura de la espada, junto con las manos del soldado y lo mire en los ojos.

"Si me vas a atacar por todo tu reino, pon toda tu fuerza en ello. Y si es por la humanidad, pon su fuerza también"

Hice presión con mi mano hasta que la espada me atravesó, rompiendo los huesos de la mano del soldado en el proceso. El soldado estaba aturdido, feliz y ¿ya dije aturdido? estaba congelado, de piedra, pintado.

Giré un cuarto de vuelta la espada y la saque violentamente, haciendo que el soldado cayera en su trasero. Fue gracioso.

"Lo maté. Soy-soy-soy el más grande. Yo-Yo lo maté. ¡Yo lo maté! Ja ¡YO. LO. MATÉ! JA, JAJA, ¡JAJAJAJA!"

Parece haberse olvidado de sus manos...

El soldado se puso a volar, y se fue lejos.

Chasqueé los dedos frente a él mientras se enderezaba.

Él miro su espada y esta estaba manchada de sangre, así como mi ropa.

Pero, yo no estaba en el piso, nunca había caído y la herida en mi estómago había desaparecido.

"¿Qué te pasa? Parece que ves un fantasma"

Le dije entre sonrisas.

"Si quieres herirme, primeo consigue una espada de fluorita, después entrena. Ustedes dos a mi oficina después de terminar la reunión"

Fue en ese momento que el soldado recordó sus manos y grito con todo lo que tenía hasta romperse las cuerdas vocales., muriendo ahogado por su propia sangre.

Mis guardias perdieron el color de su cara.

Tras eso, le hice señales al Jefe de la aldea humana para que me siguiera.

Fue luego de ese momento que se esparció el rumor. Que solo puedes dañar a los Naga Esmeralda con una espada de fluorita, y el precio del material tuvo un bum.

Wild Elves World ConquestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora