PoV tercera persona
En un lugar retirado al amparo de un bosque al este, había una aldea. Esta aldea era compuesta por humanos 'con mejoras'.
Estos humanos habían evolucionado de manera un poco extraña al mantener partes animales, como las orejas y las colas.
Entre todos esos semi-humanos, había un par que destacaba por no mantener las distancias con los demás a pesar de su origen.
Un hombre tigre y una niña búho.
El hombre tenía una oreja cortada de cuajo, piel dorada con rayas negras, musculosos brazos y fuerte presencia, aunque su ropa e higiene personal le hacían venir abajo. Tenía ojos amarillos y una sonrisa radiante. A pesar de estar en sus 100 años, aparentaba ser de 75.
Por otro lado, el búho había perdido una de las garras de su pie izquierdo, ella era la mitad de la altura del tigre. Ellos siempre estaban juntos y se llevaban muy bien.
Ella tenía un cuerpo pequeño para los de su raza, ojos bastante grandes y la pupila derecha estaba cortada en diagonal similar al símbolo "ø", lo que significaba para los de su raza que ella estaba maldita. Sus piernas debajo de la rodilla se hacían más finas, para nada algo natural y terminaban en tres dedos con garras y otra de estas en el talón. Desde sus brazos, una membrana gruesa cubierta de plumas se unía a su espalda, estas eran sus alas. Algo poco común entre los búhos era que ella tenía las alas integradas a sus brazos, mientras que la mayoría tenían brazos humanos y las alas como miembros aparte. Ella parecía tener solo 45 años.
La oreja cortada y la uña arrancada, eran marcas de expulsión, no heridas. El ojo rasgado y las alas integradas en el brazo de la niña propició la exposición y su padre abandonó la tribu con ella.
En la tribu que estaban ahora eran aceptados, pero nadie creía en ellos.
Cazando animales en el bosque y vendiéndolos en el pueblo luego era como mantenían sus vidas.
Muchos de los habitantes habían roto el puesto de los expulsados sólo para molestar. Pero ellos lo reconstruyen siempre y sin quejarse.
Un día mientras la pequeña búho caminaba sola por el pueblo, unos niños la rodearon. Eran unos 5.
"Vete del pueblo tonta"
"Si, nadie te quiere aquí deforme"
"Vuelve a tu cueva exiliada"
Los niños pueden ser muy crueles a veces.
Al ver como la pequeña búho se deprimía. Una sonrisa floreció en las caras de los niños que continuaron con los abusos verbales, hasta que uno tomó una piedra mediana y la lanzó contra la niña.
Todos los niños se alinearon y comenzaron a tirarle piedras.
La niña, enojada los miraba con lágrimas en los ojos.
"Ya fue suficiente. Tú, te mueres. Tú le sigues"
La búho extendió sus alas y se disponía a atacar cuando un silbido detuvo a todos.
"Matar no está bien, pequeña"
El hombre tigre estaba apoyado contra la pared de una casa.
Los niños pensaban "¿Matar?" Pero lo comprendieron al ver a la búho.
Él y tenía una voz grave. Vestía unos harapos a los que difícilmente se les podía considerar ropa y siempre tenía su espada colgando en la cintura.
Él miró decepcionado a la niña.
"¿Por qué me detiene? Bien merecido se lo llevan"
"¿Y nos expulsan de nuevo? ¿Perder a tu madre no fue suficiente razón para cambiar? No te he enseñado a pelear para esto. Prometiste cambiar"
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Wild Elves World Conquest
FantasyLuego de ser invocado como el defensor del Piso 50 del [Dungeon Core 490 Matews], Aaron, un Naga con recuerdos de un humano del mismo nombre, debe permanecer en espera para proteger a su amo... O no. Luego de leer todos los libros del mundo y ser co...