La belleza oculta

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Madam Yu siempre temió que un alfa hiciera daño a sus retoños, por eso, cuando se enteró que un revoltoso Wei Ying estaba en un cortejo inconsciente, ella le ordenó (si le ordenó) a su esposo a traerlo de regreso a muelle de loto.
El solo tiene 15 años. Ella al enterarse que había regresado, tuvo que hacerse la dura, ya que... El menor no sabía que no era porque lo habían expulsado que había retornado a su hogar, si no porque esa mujer de vestiduras moradas y porte elegante, había temido que le sucediera algo que se arrepintiera en el futuro.

Yanli era la única que sabía que pasaba por la mente de su madre, aquella que ni siquiera su padre podía interpretar, y lo comprendía, entendía porque su madre no le dejaba ver sus emociones a su progenitor. No es fácil creer que eres la sombra de una persona que ya no está en este mundo. Y su padre, bueno... El no se dio cuenta del daño que le hacía al enamorado corazón de su madre, ese mismo que se ocultaba tras un ceño fruncido y mirada gélida, pero que parecía derretirse ante su alfa y sus cachorros.
"Ustedes son mi todo" le escucho decir más de una vez, mientras acariciaba con amor los cabellos tanto de su hermano sanguíneo como el de su hermano del alma. Ella sabía el secreto de Madam Yu... Sabía que en las noches ella se convertía en la guardiana de los sueños de sus hermanitos y los de ella...

-o-

Jiang Cheng se sintió solo cuando su hermano de alma se fue, pero por suerte aún tenía a Nie Huaisang a su lado, este era casi igual de ocurrente que su mejor amigo, pero por eso mismo tenía que andar protegiéndolo de algún castigo que se pudiera imponer.
No sé había vuelto a encontrar con el alfa, y es que lo había estado evitando como a de lugar. Si su madre se enteraba de lo ocurrido, lo más seguro es que pegaba grito al cielo y azotara al alfa que había robado su primer beso.

El pequeño Omega no sabía que era observado por un par de ojos que tenían un brillo tremendo, cada que este dormía, el dueño de esa mirada iba a su habitación con sigilo y olía con satisfacción el aroma de loto que poseía. E incluso se había atrevido a dejar un leve rastro de su propio olor para repeler a los alfas que se le acercaban con segundas intenciones.
Más de una vez su hermano menor lo había regañado con la mirada por hacer aquello sin el consentimiento del menor. Pero vamos, si Wei Ying estuviera aún en Gusu, el hubiera hecho lo mismo. Solo que su hermanito es muy terco para admitir sus sentimientos ante un Omega tan alegre como el de ropajes negros.

Un día sin embargo, se había llevado consigo la cinta de Jiang Cheng, aquella con la cual ataba en un mono su largo y bello cabello. Fue todo un reto tener que respirar y recordarse a sí mismo su autocontrol. Pero, ¿Quien se resistiría ante tal belleza?, Tuvo que dejar salir su aroma para evitar que los alfas se le acercarán como lobos para devorar a una inocente ovejita. Pues esos cabellos de color ébano contrastaba hermosamente con su piel de marfil, mejillas sonrosadas, ojos violetas y labios rosas... Era como ver a un ser sobrenatural en la tierra. Como si un Dios hubiera descendido directamente a tentar los deseos más bajos de cada uno de los alfas...

- ¿Ocurre algo primer hermano Lan? -hizo una reverencia el joven al notar como era observado por el mayor, haciendo que su corazón latiera con fuerza al recordar cómo le había quitado su primer beso.

- No, solo me sorprende verte con el cabello suelto - comentó, pero en realidad en su mente pasaba mil y un pensamientos indecorosos poco dignos de su secta...

- Lo siento, no encontré mi cinta por ningún lado, perdone si mi apariencia es de poco agrado - se disculpó avergonzado de su apariencia.

- Todo lo contrario- Tomo la mano del menor besando sus nudillos, observando fijamente los ojos del menor, recorriendo suavemente hasta su cuello, haciendo a este  estremecerse. - Sabía que muelle de loto es una zona de omegas con apariencia y aromas exquisitos, pero jamás imaginé encontrarme con uno que fuera tan perfecto... Sin duda alguna usted es el tesoro de su secta -se acercó hasta el Omega, haciéndole retroceder hasta casi chocar con uno de los muros.

- Y-yo... Me debo ir -logro escabullirse del alfa, quien lo observaba fijamente, y es que juraba que si no se iba de ese lugar lo más antes posible, correría peligro.

Jiang Chen cometió su segundo error: dejar ver su belleza...

-o-

"Si tan solo todo eso hubiera seguido de esa manera" murmuro un Jiang Cheng adulto, que recordaba con nostalgia el pasado. Puesto que ahora, la belleza escondida de loto era un mito que hacía a los alfas de buen nivel venir hasta ese inmenso salón de danzas que había mandado a preparar...

- Jiang Cheng, es hora de tu actuación hermano, permite que los alfas se alteren al ver la belleza oculta de muelle de loto -le ánimo Wei Ying, junto a su cuñado,  quien sabía su más grande secreto...

El dejo de pensar en ese alfa, el dejo que su cuerpo se llenará de aquella música que podía relajarlo en cuestión de segundos, ignoro por completo un aroma conocido entre el público, aroma que no le pertenecía.

Ante el mundo el era el digno líder de muelle de loto, sucesor de sus padres fallecidos, tenía un sobrino al cual cuidaba como si fuera su propio cachorro, y todos creían que era un Omega que nunca se casaría, pues pensaron que carecía de encanto, que no tenía belleza...

Ahora esos mismos alfas están esperándolo, creyendo que era una persona completamente diferente. Puesto que en su ropaje colorido, tenía un velo pequeño cubriendo la mitad de su rostro, haciendo resaltar aquel color violeta heredado de su hermosa madre...

Cada uno de esos malditos alfas le propuso matrimonio al verlo danzar, cada uno de ellos se morían por besar si quiera su mano... Pero no más, el no volverá a caer en el espiral del amor.

-o-

- Este aroma... - murmuro el actual líder de la secta de Gusu, observando a un joven de hermosa figura aparecer detrás de aquellas inmensas cortinas, de cabello largo hasta las caderas de color ébano, ojos violetas, y presencia encantadora. Con aquellos ropajes desvergonzados como diría  Wanji. Pero el aroma, ese olor a loto... No podía equivocarse ¿O si?...

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Holiiii

Caprichoso ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora