Caprichoso Error

Secreto

Lan Xichen estaba totalmente atontado con lo que acababa de ver... Ese Omega, era simplemente perfecto. Su mente no dejaba de recordarle a cada instante la danza vista, y aunque aquella misma estaba prohibida, no le quitaba lo hermosa que era.

En algún momento, su mente le hizo viajar al pasado, uno en donde vio danzar a Jiang Cheng, pero era completamente diferente. Aquella ocasión el Omega estaba vestido con ropaje muy extraño.
Recordaba que danzo para que todos sus discípulos de su secta pudieran tener más valor para enfrentarse a sus nuevos oponentes, puesto que habría una competencia de las sectas en donde se posicionaran a ver qué discípulo era el número 1.
Fueron un viejo músico que había sobrevivido aquel día, que había tocado la música con su nieto.
Fue sorprendente notar que no solo el Omega se había dejado llevar por la música, si no también los jóvenes. Quienes lo veían con devoción y admiración.

Los discípulos de la secta Jiang gritaban emocionados ante la presencia de líder tan poderosa que tenía Jiang Cheng, haciendo estremecer sus corazones de alegría.
Todos ellos eran alfas imponentes, de categorías altas que cualquier Omega quisiera tener a su lado.
Sin embargo admiraban a su líder, no viéndolo como alguien débil, si no como una persona con gran valor al enfrentarse a tantos alfas siempre.

La mente de Lan Xichen vagamente recordó haber quedado completamente sorprendido de verlo actuar no como un Omega, si no como alfa. Muy al contrario de jin guangyao quien danzaba sutilmente con sus abanicos y telas, haciéndole ver delicado.
Aunque por dentro el ardía en celos. El sabía que el Omega nunca le volvería a mirar de la misma manera que lo hacía antes. El sabía que esa misma fuerza que demostraba y estaba a nivel de un alfa, significaba que no necesitaba de uno a su lado. Que era sumamente fuerte e independiente.
Ese día ganaron todos los juegos, haciendo que el orgullo de la secta de Jiang Cheng fuera sumamente alto.

Recordó claramente como el nieto de aquel anciano lo abrazo efusivamente, haciendo arder sus celos, casi logrando hacerlo descontrolar.
El Omega hace mucho que había dejado de exparcir su leve aroma. Específicamente cada vez que alguien estaba cerca de el que no fuera su adorado sobrino.
Pero aún así... Él no se alejó del muchacho, es más, lo abrazo con la misma efusión. Fue calor del momento, todos lo sabían, pero para él, fue más que solo ello.
Por ello, por ello, cuando se había alejado Jiang Cheng de las personas que lo protegían, lo tomo de la muñeca arrastrándolo hasta la parte posterior, en donde se encontraba un bosque.
Jiang Cheng le reclamaba que le soltara, incluso grito por ayuda. Pero nada, el segundo jade estaba fuera de sí mismo.

"Deja salir tu olor" le ordenó, mientras lo tenía acorralado en contra del árbol, mientras una de sus manos sujetaba las del menor. Dejándolo completamente indefenso.
"Nunca" gruñó. Si bien estaba indefenso, no le daría lo que el líder de la secta Lan quería.
El mayor apretó más  el agarre, haciéndole doler al más bajo, pero aún así no obtuvo lo que deseaba. Así que fue directamente a su cuello, intentando dejar una marca temporal para poder alejar a cuánto alfa se le acercara. Pero de pronto algo golpeó su cuello, haciéndole reaccionar.

"¡SUELTA A MI TÍO!" una dulce voz infantil fue que le llamó la atención, notando que se trataba de Jin Ling, quien se veía de todo menos feliz. "¡SUELTALO O DISPARO!" Volvió a amenazar con su lanza de madera y su flecha de papel.

El líder al ver lo que estaba a punto de hacer, sintió arrepentimiento, si bien aquel Omega era su pareja destinada, el había elegido a otro. No era nadie para obligarle a hacer algo que él no quisiera.

"Yo... Lo siento" hizo una reverencia, aún sabiendo que las palabras no serían suficientes.

¡Plaff! Se escuchó, sorprendiendole el ardor en su mejilla, notando la mirada decepcionada de Jiang Cheng. Este mismo le había propinado una buena bofetada en su rostro.

Ninguno dijo nada, el Omega simplemente tomo a su sobrino y se fue del lugar, dejando al alfa completamente solo...

Si tan solo Lan Xichen supiera que Jiang Cheng estaba decepcionado si... Pero de qué él hubiera elegido a otra persona. Pues... Él vivía locamente enamorado de ese estupido alfa, aún sabiendo que este amaba a otro... Si tan solo las cosas fueran distintas, el habría sido feliz...

El secreto del líder de la secta Jiang era nada más ni nada menos que su corazón seguía llamando a su alfa. Este se negaba a que este no le amaba. Seguía esperanzado que algún día este le volviera a ver como cuando estudiaba en el receso de las nubes y le fue robado su primer beso.

¿Quién diría que en el futuro los roles se invertirían, haciendo que el alfa sea quien estuviera tras el Omega ahora?

Ja... El karma existe Lan Xichen, y este mismo te demostrará que un corazón rechazado por tanto tiempo, no volverá a mendigar amor...

-  - - - - -
Holiii