El destino lo escribo con mis propias manos, con mis acciones, mis decisiones. Si todo es acertado, entonces mi vida sera buena y si no, de igual manera, puesto que será como yo decidí que fuera.
"Mami, un niño que ve el futuro dijo que mi destino es sufrir porque mi alfa no me va a querer, porque sera como papi y tu" la voz quebrada del menor provocó un vuelco en el corazón de Madam Yu, quien apretó los dientes para no exigir el nombre del mocoso que se atrevió a decirle eso a su bebé.
"No creas en ello" acarició su cabeza, notando que el menor iba a replicar "El destino lo formamos con nuestras propias manos, lo moldeamos, le damos color y al final el resultado dependerá de aquello que cometimos durante los años" una dulce sonrisa surco su rostro, provocando que su hijo solo sonriera ante ello. "Además, ¿quien seria el ciego que no se fijara en un bello ángel como tu?"
Madam Yu, si tan solo hubieras seguido viva para ver como un alfa había lastimado aquel frágil corazón de cristal, estoy segura que el dolor hubiera sido menor al que sufrió tu hijo.
En el mundo de la cultivación se corría el rumor sobre que el líder de la secta Lan había encontrado a una belleza inigualable, un ser etéreo que hacia competencia a las flores mas hermosas, aquello provocaba la curiosidad en las personas, la envidia en algunos omegas y alfas. Creyeron fervientemente que la belleza de aquella persona era exagerada, que era una ruin mentira, puesto que no podía haber ser que lograse compararse a la belleza de los Lan.
Eso pensaron, hasta que vieron a un joven omega de cabellos largos negros, ojos como joyas de color violeta, mismos que parecían electrocutar si los mirabas fijamente; una figura envidiable, pues aquellas curvas no podían ser escondidas ni con aquellas túnicas anchas. Era un ángel, uno elegante, tenía la gracia de un minino, pero el aire de un ser fuera de este mundo. Jamás imaginaron que el líder de la secta Jiang, el mismo que estaba en la lista negra de muchas personas fuera así de hermoso. Si bien se sabía que era orgulloso, de carácter indomable, acompañado con la melancolía de haber perdido a su familia, aquello no quitaba para nada su gracia, es más, muchos alfas, betas y omegas juraron que ni siquiera el líder de la secta Lan era digno de una gema tan preciosa como aquella.
Jiang Cheng en cambio estaba metido en sus pensamientos, ignorando completamente la mirada de los demás, imaginando el rostro de aquel jade cuando lo viera ingresar a su secta, sacando una leve sonrisa que provoco un latido tosco en los corazones ajenos al suyo. Sus túnicas se mecían al ritmo de sus pisadas, como si estuviera danzando, a su lado se hallaba su sobrino Jin Ling, quien tenía una mirada seria, recordando en su mente a su cuñado, quien tenía la misma manera de mirar cuando estaba ante desconocidos, pero cuando estaba en confianza dejaba ver la herencia de su madre, una cálida sonrisa que opaca al mismo sol.
Las grandes puertas se abrieron ante el, mientras los jóvenes cultivadores miraban con admiración al omega frente suyo, en su mente solo podían decir lo afortunado que era el líder al lograr capturar la atención de tal belleza. Era bien sabido que este era omega destinado del primer jade, en realidad, sabía toda la historia, quedando incrédulos al saber que su líder prefirió al de túnicas amarillas en vez de la ninfa frente suyo. Jiang Cheng no solo era hermoso, si no que era reconocido por haber movido los hilos del destino al haber criado a su sobrino por si solo, logrando ir en contra de todo pronostico al ser líder de una secta en ruinas para volverla una de las mas poderosas, o cuando pensaron que caería inmediatamente ante los encantos del primer jade, convirtiéndose en una mera concubina para este, demostrando aquel orgullo que heredo de su madre, sorprendiendo a todo el mundo al gobernar sin ayuda de un alfa a su lado. Por favor, ante sus ojos, no había ser más perfecto que él.
- Líder Jiang - saludo cortes-mente a quien había estado buscando el de túnicas moradas; como siempre Xichen era muy formal, a pesar de que ya lo andaba cortejando y hasta un beso le había robado. Mientras, los discípulos junto con Jin Ling dejaban solos a los mayores, aunque este ultimo no deseaba exactamente hacer ello, pero debía buscar a su mejor amigo para saber como se encontraba.
- Líder Lan - devolvió el saludo, dejando caer sus largos cabellos en cascada, dejando una maravillosa vista ante el de túnicas blancas, sabía bien el porque su querido omega destinado había venido desde tan lejos a verlo, es más, esa razón ahora mismo estaban en una de las habitaciones recuperando el tiempo perdido.
- ¿A que se debe su grata visita? - intentó no emocionarse, en su cabeza solo repetía constantemente que por fin su amado había aceptado ser su pareja para siempre, se casarían, tendrían cachorros, se retiraría de ser líder del clan Lan e iría donde su amado dejando el cargo a su hermano y cuñado. La mente de este estaba muy desordenada, a comparación de lo que mostraba en su faz, que era solamente tranquilidad absoluta.
- Bueno, se fue mucho antes de que pudiera concluir el baile de aquella fiesta que se organizo en mi fiesta, sin despedirse y de manera extraña, no creo que aquello fuera adecuado si es que intenta cortejarme - una mirada cargada de travesura observó a detalle al otro, provocando que cierto alfa se descolocara por la sorpresa, ¿Acaso le estaba coqueteando?
-No fue mi intención hacer aquello -tomó la mano ajena, depositando un beso en el dorso de esta, mientras de su túnica sacaba un regalo pequeño, depositando en la misma mano que besó. Jiang Cheng lo miró con sorpresa, creyó que el otro no se atrevería a realizar algo como aquello, aun así...
Lo abrió con sumo cuidado, revelando un collar con un colgante de forma de loto, uno idéntico al que alguna vez su hermana portó. Las lágrimas se acumularon al recordarla, la extrañaba, tal vez si ella jamás se hubiera ido el no se hubiera sentido tan solo en aquellos años, por un segundo creyó que lo mejor era hacer sufrir al alfa frente suyo, hacerle lo mismo que el le hizo en el pasado, ilusionarlo y dejarlo por otro hasta el punto de hacerle querer suicidarse, pero no podía, era demasiado grande el amor que le tenía, estaba demasiado enamorado como para siquiera hacerle daño.
Era tal como alguna vez le dijo su madre:
"Mi pequeño niño, tu corazón es noble, dulce, sincero; aunque te hagan daño, tu siempre perdonaras aunque aquello signifique sufrir en silencio" la araña violeta abrazo a su retoño, intentando confortarlo por sentirse rechazado por su propio padre, odiándose a si mismo por no poder odiarlo ni a él ni a su mejor amigo "Pero, se que tu eres valiente, sabrás manejar cada situación que se te anteponga, si alguien te hace daño, esta bien perdonar, siempre y cuando primero le cueste tu perdón, pues perdonar rápidamente solo provocara que la otra persona lo haga de nuevo, pues creerá que tu perdón es fácil, y aquello es lo que debes evitar" depositó un suave beso en la frente de aquella versión miniatura, secando las lágrimas que se acumulaban.
Sonrió ante el recuerdo, mientras borraba el rastro de aquellas gotas saladas que escaparon sin darse cuenta, notando la mirada preocupada del alfa, negando con la cabeza para hacerle entender que no había sido nada.
- A lo que vine, ¿Es verdad que los Nie están aquí? -una mirada nerviosa fue lo que recibió, y fue lo único que necesito para dirigirse a la primera habitación que encontró, siendo seguido por el alfa que intentaba detenerlo, hallando de ese modo a Nie Mingjue peinando al menor de los hermanos, provocando que gritara un claro "¡ESTAS VIVO!" tan fuerte que los presentes juraron que se había logrado revivir mas muertos que el patriarca de Yiling.
- ¡YO NO FUI! -apareció Wei Ying, quien vino corriendo con un Lan Wangji asustado por ver a su omega en dulce espera correr como alma que se lo llevaba el demonio, notando con sorpresa al igual que su pareja a quien se supone estaba muerto.
Mientras en la mente de Lan Xichen solo podía sentir terror al saber todas las preguntas que se le avecinaban como marea.
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holiiiiiiiiiiiii lechuguitas!!!! ¿Como están?
retorne(?)
*se vuelve a escapar*
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Caprichoso Error
FanfictionJiang Cheng, líder de muelle de loto, un hermoso Omega de categoría O-, su belleza atrae no solo a poderosos alfas, si no también incontables betas y omegas... Sin embargo, el solo espera con fe a que su destinado llegue a el y lo cargue con amor e...