Caprichoso Error

Las gemas gemelas

En muelle de loto una vez pasó el incidente con aquellos alfas que intentaron sobrepasarse con el líder de la secta Jiang, iniciaron los preparativos para la gran noche que se aproximaba, la noche de honrar a los padres por haberles dado la vida y amarlos.
Todos iban corriendo por todos lados emocionados a que llegase la noche, en esta ocasión quienes harían rol de padres serían aquellos que  criaron a los más jóvenes que habían perdido a sus padres a una temprana edad.

Jin Ling estaba listo, se había puesto un Sari de color amarillo al ser uno de los líderes más jóvenes de su generación. A su lado estaba Lan Jingyi, quien vestía de celeste claro, se notaba nervioso, puesto que había invitado a quien le había educado. También se encontraba su amigo y crush del joven Jin, Lan Sizhui, quien vestía de un color más oscuro de Jingyi.

Los jóvenes conversaban de temas sin importancia, haciéndose bromas en vez en cuando.

Los adultos en cambio se encontraban sentados frente al gran patio, solo habían personas de confianza que sabían el secreto del líder de la gran secta Jiang. Fue toda una sorpresa ver a Lan Xichen llegar y sentarse cerca de este mismo, antes primero haciendo su debido saludo.

Claro que el primer jade fue el más sorprendido al ver no solo a su cuñado Wei Ying, si no a su propio hermano sentados tomados de las manos al costado de Jiang Cheng.
Ahora todo tenía sentido, claro que solo basto una mirada para que su cuñado sacará su flauta y se lo mostrará cómo tratando de advertir que si hacía sufrir a su hermano del alma, le convertiría en un muerto viviente.

Sintió un escalofrío recorrer su ser al solo imaginar a su cuñado manejando su cuerpo a su antojo. Es más seguro que le mandara a comprar sonrisas del emperador o mantener a sus conejos.

Aunque lo más impresionante fue ver a Nie Huaisang presente. Se suponía que el joven no salía de su secta desde hace mucho tiempo, al menos no desde la última vez que se vio frente a frente con Meng Yao, cuando el menor le exigió saber dónde estaba algo, pero el otro le dijo que no sabía a qué se refería, y si se trataba de algo que había tomado, pues que probablemente ya no lo tuviera, solo escuchó eso, claro... Y fue lo último antes de terminar con ese Omega...

Todo pensamiento y bullicio fueron callados al notar como una suave voz irrumpió en todo aquel ruido:

(La música es solo acompañamiento)

Sonó una suave melodía, la cual era casi mágica, el joven que había llamado la atención en un carraspeo, fue Jin Ling, quien se acercó al medio haciendo una sutil reverencia a los mayores.

- Nosotros los jóvenes estamos aquí para honrar a ustedes las personas que nos vieron crecer, nos honraron, amaron, educaron para ser personas de bien, aún si no somos directamente de su sangre. Fuimos acogidos, bendecidos de tener una familia como lo son ustedes. Si bien fueron nuestros padres quienes perdieron la vida en batalla, fueron estos mismos quienes con amor protegieron lo que más amaron, nosotros sus hijos. Pero también tras sus perdidas, tuvimos la bendición de ser criados bajo su manto por ustedes, a quienes reconocemos no solo como nuestros cuidadores, si no como nuestros padres, esta noche nos alegra decir, que se les hará entrega de los 3, obsequios, como alguna vez se hizo en el pasado - una vez termino el discurso todos aplaudieron emocionados por las palabras que había empleado el joven de ropaje amarillo.

Cada uno se acercó a quien les había cuidado de todos esos años, Jin Ling a su tío, Lan Sizhui a Wei Ying y Lan Wangji, Lan Jingyi a Lan Xichen. Se agacharon para tocar sus pies, pero los mayores no se los permitieron, con lágrimas de felicidad recorriendo sus mejillas, abrazaron a los menores, diciéndoles palabras de cariño que solían emplear desde que eran niños. Fueron pintadas sus frentes, y tres regalos se hicieron presentes: Una corona de flores que representaba la unión, un manto verde que era la felicidad, y un objeto personal que gustaba a los mayores.

Todos estaban felices, recordando pequeños momentos que habían pasado con los menores, desde sus primeras palabras, sus primeros pasos, sus sonrisas, alegrías, penas, rabietas, todo, y aquello era lo que nadie podría quitarles, sus recuerdos...

El único que no tenía nada era Nie Huaisang, quien empezó a sentirse mal al recordar solo el breve instante que su pequeño estuvo entre sus brazos, dejando salir sin querer un aroma suave pero nostálgico.

Lan Jingyi al oler aquel aroma tan familiar, se disculpó con Lan Xichen, para acercarse con unas flores hasta donde estaba el líder de la secta Nie, era la primera vez que se veían, al menos tan de cerca. Su aroma a tristeza hizo que su corazón se inquietara, así que sin que se diera cuenta, ya estaba frente a él, con las flores extendidas, viendo la mirada sorprendida de aquel Omega, quien solamente le sonrió con dulzura emitiendo ahora un olor dulce, tierno.

- Gracias... - hablo en un susurro - Eres un buen chico -

Solo fueron breves palabras, antes de que el mayor se retirara ya que uno de los discípulos de la secta Jiang le avisará que uno de los de la secta Nie le buscaba por un asunto de urgencia.
Pero el corazón del menor latia con fuerza, sus mejillas se habían llenado de lágrimas sin saber el porqué, pero sintió en su ser que había hallado algo maravilloso...

Lan Xichen que había observado en silencio, recordó el día que había llegado Jingyi, había sido traído por Meng Yao, quien se veía ojeroso al no poder controlar el llanto del menor, cuando le pregunto dónde le había hallado, este le había dicho que su madre y padre habían sido asesinados por unos muertos vivientes. 

¿Será que tal vez?

Todo pensamiento fue interrumpido cuando la música sonó otra vez, en esta ocasión dando paso a Jiang Cheng y a Wei Ying entrando al medio de la pista, para sorpresa suya y de su hermano.

- Existe un ritual desde que los padres de los jóvenes fallecieron, sus hijos danzan para ellos. Aún si estos están en el más allá - escuchó la voz de Anjeline. - Son llamados por su propia madre como "Las gemas gemelas"

Presto atención por lo que se vendría...

Un Wei Ying lloroso se veía antes de danzar, habiendo recordado al parecer los buenos momentos que habia pasado con su familia, a lo que Lan Wangji quería entrar para poder consolar a su Omega, pero escuchó claramente como su hermano lo llamaba...

Eran preciosos, tan precisos, sus pies tocaban nubes en vez del suelo, un par de gemas preciosas en un suelo común...

Ambos le danzaban a sus padres ya fallecidos de una manera tan precisa y hermosa que todos sintieron la nostalgia y alegría en sus pechos.

Era como si mediante la danza se consolar a mutuamente dando las gracias a sus familiares por darles aquella bella oportunidad de vivir.

Cuando terminaron, se abrazaron con fuerza. Dejando que las palabras fueran descifradas con solo aquel gesto. Lograndolo al conocerse tan bien después de tantos años. Recordaron mientras danzaban las clases de su madre, las risas de su hermana, y las miradas de su padre a escondidas que le daba a Madam Yu.

Lan Xichen se acercó a ambos junto a su hermano, tomando la mano de su respectivo Omega, besándole con suma delicadeza...

El alfa mayor sabía que aún estaba a prueba, sabía que su propio hermano le pondría a raya si trataba de sobrepasar con las costumbres de cortejo que tenían ambos hermanos del alma. Y que de ser necesario los alejaría de él para siempre.

No lo culpa. El haría lo mismo.

Jin Ling fue quien irrumpió ese momento llevándose a su tío, dando una mirada de advertencia al alfa. Murmurando suavemente:

"Es mío"

Y juro ver la mirada de Jiang Yanli en los ojos de quien esperaba si el Omega aceptaba su cortejo... Su futuro sobrino...

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Holii