Primer obsequio

5K 505 65
                                    

Jiang Cheng estaba al tanto de la situación. Su mano estaba en su pecho, en donde escondía su dañado corazón. Todo este tiempo pensó que el jade no se arrepentía. Creyó que aquella borrachera había dicho cosas que en realidad no quería mencionar.

Sin embargo, ahora estaba vestido con aquel Sari rojo con detalles dorados, listo para salir a escena, una Omega mayor que había llegado justo cuando Jin Ling apenas y había llegado a su hogar. Esa misma mujer venía desde el mismo lugar de donde su abuela había llegado.

Estaba vestida con los mismos colores, al igual que el resto de los omegas. Habían alfas está ocasión, vestidos con pantalón blanco y un chaleco.  Estaban todos entusiasmados por lo que iba a ocurrir, después de todo, no siempre se podía ver un permiso de cortejo todos los días, mucho menos de su querido líder.

-o-

- ¿Crees que fue buena idea? - cuestionó Lan Wangji a su querido Omega, al cual lo tenía entre sus brazos.
- No lo se, pero es tiempo que el destino decida si realmente están entrelazados por su causa o si es solo otro capricho más - acaricio su rostro con dulzura
- No quiero que mi hermano lo lastime más - beso su mano - El es importante para ti, el no se opuso cuando quise que fueras mío, tampoco guardo rencor, fue muy rápida su aceptación, aunque al inicio fue difícil, ahora puedo comprender que solo te protegía a su manera - beso sus nudillos - Así que protegeré todo lo que te hace feliz, y nos hizo felices ambos, mi hermano tendrá que ganarse la bendición de la abuela Angeli - prometió mientras besaba con amor sus labios.

- Lan Zhan eres perfecto ¿Sabías? - dijo entre aquel beso.

Un carraspeo les hizo separarse, era la de Lan Qiren, quién está vez había venido a comprobar que no se metieran en problemas y no se salieran del plan para unir a su sobrino y al líder de la secta Jiang.

Ambos se sonrojaron suavemente, separándose un poco, para dar marcha a su plan. Wei Ying se cubrió la mitad de su rostro con aquella tela, dejando sorprendidos a ambos alfas al ver lo maravilloso y enigmático que se veía aquel Omega.

La música comenzó a sonar, y con ello el baile que estaban a punto de presentar, está vez la estrella principal era por supuesto quien concedería el permiso, aún así todos debían vestirse presentable para dar una imagen perfecta. Los demás sólo vestían de rojo con dorado pero con la parte superior de negro, a excepción del líder, que tenía todo rojo y dorado.

-o-

No llega...
Y es momento de iniciar con todo, rayos... Maldito Lan Xichen, más te vale llegar antes que termine la melodía o todo se acabara antes de que inicie.

- Jiang Cheng es hora - le menciono su hermano del alma, quien le puso inmediatamente el velo, saliendo así a la pista, donde la abuela Angeli estaba sentada esperando a que llegara para ver su danza.

Aquella mujer era como una abuela para el, una que no tuvo el honor de conocer.
En su mente solo pudo decir: "por favor llega" antes que la música comenzará a sonar

-o-

Se sentía ansioso, él deseaba fuertemente poder ir donde el líder de la secta y entregarle aquel precioso objeto que había logrado encontrar en lo más profundo de sus aposentos, el cual ahora tenía una nueva caja, una de madera echa a mano por el mismo.

La música comenzó a sonar, haciendo su corazón estremecer. Estaba llegando tarde, ¡Maldición!.
Corrió llegando a escuchar la melodía...
Lan Xichen por fin  había llegado a aquel hermoso lugar luego de haber realizado todos los mandados a lo cual le habían enviado.
Notando inmediatamente que la decoración había cambiado, está vez predominaba el dorado y el rojo, haciendo sentir su corazón emocionado.
Noto inmediatamente que el Omega había notado su presencia, puesto que lo vio observarlo. Aún así no dejo de danzar...

Se sorprendió notar a una ancianita a su lado, quien iba a hacer algo, sin embargo el Omega le había marcado la frente.

- Acepto que tú lo cortejaras, siéntete importante - menciono aquella abuelita.
-o-

Le puse la marca de aceptación de cortejo, ¿Acaso estoy loco?, Me siento tan apenado, dejé fluir mis emociones sin querer, seré tonto...

Noté como el alfa se acercó en donde me encontraba después de danzar, con algo detrás de sus brazos, me di media vuelta dispuesto a irme, cuando tomo delicadamente el velo de mi atuendo, acercándose a mi, para murmurar suavemente a mi oído...

- Líder de la secta Jiang, sé que es usted - beso el velo - quiero entregarle de manera formal mi primer obsequio de cortejo, claro, si usted desea aceptarlo - de momento a otro su voz se puso tímida, haciendo el corazón del Omega saltar.

Noto que fue volteado con suavidad, para en sus manos depositar una bella caja de madera, el cual tenía detalles de pétalos. Abrió con cuidado la caja, notando en ella un hermoso arreglo de cabello, una peineta de color dorada, el cual tenía lotos como adornos. Se sorprendió gratamente, hizo una reverencia y sonrió ligeramente debajo de aquella tela.

- Líder de la secta Lan, acepto su obsequio - notó como los ojos del primer hermano brillaron como si dos gemas preciosas se tratarán.

Se quiso acercar pero un joven de alrededor de la edad de su cuñado se paró frente suyo, mientras negaba con la cabeza.

- No puede acercarse mucho tiempo, es una tradición que primero se vaya completando el cortejo, pasando cada día que nos veamos un paso a la vez, mi velo lo descubriré cuando ambos completemos el cortejo, claro que me seguirá observando en las reuniones, sin embargo, mientras este vestido y danzando, usted no puede retirarme el velo, es una falta hacia mi moralidad y castidad - Noto que el alfa abrió los ojos sorprendido pero a la vez maravillado.

- Completemos juntos este cortejo - Hizo una reverencia, mientras aún en su frente conservaba aquella marca roja, la cual no se borraría por nada del mundo. Por suerte estaba bajo su cinta. Pero por supuesto el líder de la secta Lan mostraría orgulloso aquella muestra ante todos.

-0-

Sus corazones latían con fuerza, ambos sonrojados, eran un par de tontos enamorados. El destino quería con todo dejarlos juntos, pero sabía que debían ir paso a paso para que estos mismos pudieran ser alfa Omega...

Sin querer ambos corazones danzaban al ritmo de una misma melodía de manera sincronizada, como si estuvieran hechos a medida...

Liberaron sus cadenas que los tenían atados al dolor, dejando una libertad dispuesta a ofrecerles lo que tanto tiempo no habían logrado obtener... Amor...

----------
Holaaaa

Caprichoso ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora