CAMBIANDO POR ELLA - Saga MC -Ella#4

Capítulo 16. (Tan tú)

DASSIA

Me muevo despacio por el pequeño pasillo, con recelo y un tanto de temor, golpeo la puerta de Ailee. Enseguida sus enormes hombres abren la puerta.

-¿Te puedo ayudar en algo? -dice uno de ellos.

Muerdo mi labio.

-Debo hablar con Ailee. -Mi voz apenas se oye,

-Lo...

-Solo quiere verla, hermano. -La mano de Dante se posa en mi hombro. El otro motero nos da una sonrisa extraña, pero accede.

Ingreso a la pequeña habitación, la decoración es de tonos blancos, un ambiente agradable. Ailee reposa en la cama, uno de sus hombres termina de limpiar su boca y se aleja con la comida.

-Hola Dassia -saluda feliz. Puedo ver sus mejillas pálidas y pómulos marcados. Me acerco a ella, mis manos están muy unidas y sudan un poco.

-¿Cómo has estado?

-He estado mejor.

Muerdo mis labios y camino a sentarme a su lado.

-Me alegro mucho de que estés bien.

-Yo también. Ahora y lo más importante es cuidar de mi bebé. -Ella luce tan feliz que me es inevitable no ver su mano sosteniendo su vientre.

Drac y Tanque se dan una rara mirada, pero siguen sin más, como si ignorasen lo que ella dice. Converso un poco con Ailee sobre su estadía en el hospital, la verdad es que la noticia de su embarazo le ha sentado perfectamente ya que es el tema que más trata.

Dante y los otros dos solo yacen en silencio mientras nos escuchan. Me parece un ambiente un poco raro y por las miradas que se dan, sin embargo laos ignoro por el bien de Ailee. La rubia termina indicándome algunos estudios del bebé. Apenas y es una cosita muy pequeña, según ella tiene casi 3 meses, lo cual es raro e indescifrable.

-¿Estás feliz por todo?

-Muy emocionada. Ya pensé en como decoraré su habitación y todo. Drac y Tanque están alistando todo para que ya nos mudemos. Se retrasó la construcción de nuestra casa pero ya los estoy apurando. Nos iremos a vivir ahí, así que debes visitarme.

-Lo haré.

-Oye y... - Ella mira a Dante y luego a mí. - ¿Qué pasa entre ustedes? -susurra muy cerca de mí.

Mis mejillas se encienden.

-Nada. Deja de decir eso.

-Yo lo sé.

-No digas eso, Ailee -menciono enojada.

La rubia solo me mira ocultando su sonrisa. Dante agarra mis hombros.

-Hora de irse, cachorrita.

-Dante no seas pesado. Déjala que se quede, así vemos una película las dos mientras ustedes salen.

Los moteros gruñen.

>>!Los amo, chicos! Pero es hora de irse, necesito un momento sin ustedes.

Río al ver la cara de sus hombres, no lucen para nada felices.

Dante agarra mi mano.

>>!No te atrevas a llevártela!

-No te dejaremos sola -gruñen esas dos moles.

-No les pedí permiso. Ahora salgan por favor o me enojaré... y mucho.