CAMBIANDO POR ELLA - Saga MC -Ella#4

Epílogo

DASSIA

Pruebo el pequeño pedazo de carne que estoy cocinando, debo admitir que aunque no es mi fuerte y al principio fue un desastre, ahora puedo asegurar que cocina. Quizá no tanto como me hubiese gustado, pero lo hago.

Preparo los recipientes para llevarlos al trabajo de Dante. Cuando ya tengo todo preparado, agarro las llaves del auto y empiezo a conducir. Me costó 20 minutos llegar al taller. La mayoría de los hombres trabajadores del club llevaban un uniforme azul marino y por lo poco que pude ver su trabajo no era tan pesado como el de sus otros días.

Camino entre ellos, parecía caperucita roja esperando a que su lobo llegue, porque llevaba un vestido flojo de color amarillo y una cesta, de esas que llevas al bosque con comida.

Drac y Tanque palmean el hombro de Dante, el cual se encontraba muy concentrado dando algunas indicaciones a sus nuevos empleados,

Entonces me mira.

Todos pueden sentir esa conexión, Dante tenía tanta lujuria en el que era imposible no sentirlo.

-Bueno. Nos vamos a comer.

-Creo y es hora de un muy largo descanso.

Cada uno de sus trabajadores salen del lugar, antes de que pueda hacer algo su mano agarra la mía y me lleva a su oficina, agarra la cesta y besa mis labios con fuerza mientras sus manos cierran la puerta.

-¿Crees que puedes venir aquí y verte así de hermosa? -Su mano bajo despacio por mis pechos hasta mi abdomen-. Luciendo tan jodidamente hermosa al llevar a mi hijo en tu vientre.

Sonrío despacio mientras él se agacha y empieza a quitar mis sandalias.

>>Eres la cosita más hermosa de este mundo. -Jadeo al sentir sus manos levantar mi vestido y quitármelo. Llevaba mi ropa interior de algodón, con mi vientre de 4 meses debía cuidarme de las cosas apretadas.

Dante se vuelve a arrodillar y agarra la carne de mis glúteos, sus besos se vuelven intensos, me agarro del filo de la pared mientras el sigue besando mi cuerpo, luego siento como mis bragas son retiradas, él da la vuelta para verme de frente.

Mis manos agarran su cuello y lo atraigo hacia mí. No puedo dejar de tocar sus abdominales, es que cada parte de él me agrada demasiado, mis manos se dirigen a quitarle ese sexy uniforme, él sonríe y me ayuda a desvestirlo por completo.

Sus manos por último desabotonan mi bra y me encuentro tan expuesta como él. Dante agarra mi cabello mientras deja mi cuello al descubierto. Su boca era tan deliciosa.

-¿Aún duelen? -menciona antes de bajar a mis pechos. Niego mientras él no pierde tiempo y magrea mis pezones. Chillo extasiada, porque es la mejor sensación posible, pero él no se detiene, sus besos acarician mi abdomen mientras cada parte de sus dedos presiona cada lugar sensible que él conoce.

-¿Me deseas, cachorrita?

Río.

-Un poquito.

Él gruñe.

-¿Aquí, en mi escritorio o en el mueble?

Me hago la que pienso.

-Aquí... ¿Por favor?

Dante ríe y levanta mis piernas para luego empujar muy lentamente mi cuerpo en la pared. Me encontraba tan deseosa de él que dolía.

Su longitud roza mi entrepierna, gruño en medio de su boca, él sabía qué hacer para volverme loca. Despacio va ingresando en mí y chillo en sus labios, mis manos se mueven por toda su espalda y dejo que me haga el amor tal y como nos gusta.