Había una vez un precioso niño de mirada brillante, este pequeño tenía todo lo que un niño podía desear, rectifico, él tenía todo lo que pudiera comprar, no todo lo que deseaba.
Eran vísperas de navidad y como siempre sus padres le dieron la noticia de que pasarían noche buena en Estados Unidos, porque iba a haber una fiesta con gente muy importante, obviamente él no podía ir porque era muy pequeño. Cansado y con sus ojitos llenos de lágrimas arrancó una hoja de su cuaderno y escribió con su mejor caligrafía la primera y última carta de su vida.
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"Querido Santa, como regalo de navidad quiero que mis papás me arropen, me lean un cuento y me den un beso en la frente mientras me dicen cuanto me aman, si es mucho pedir, entonces me conformo sólo con el te amo.
Estoy muy triste porque en pocos meses cumpliré 10 años y nunca nadie me ha dicho que me ama, creo que 10 años es mucho tiempo, ¿cómo es posible que no haya conseguido ni un poco de amor?
Le conté esto a mi maestra y me dijo que le pregunte a mis papás, que ellos me responderán que aman muchísimo, pero la verdad es que me da miedo preguntarles, porque su tiempo es muy valioso y no puede ser desperdiciado en tonterías, eres mi única esperanza.
Att: Kim JungWoo".
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Esa misma noche una criada que encontró la carta bajo el árbol de navidad se conmovió y dejó el sobre en la cama matrimonial de los señores Kim... grave error, condenó al pequeño JungWoo.
—Si tienes tiempo para estas estupideces será mejor que tripliquemos las horas de tu curso de inglés —Chen llegó a la hora del desayuno con su carta en la mano y la hizo trocitos frente a él —¿sabes cuánto dinero perdería si me sentara a fantasear con seres que no existen? —añadió poniéndose de cuclillas frente a JungWoo —El tiempo es dinero JungWoo, no lo malgastes soñando con cosas innecesarias, ¿cuentos? ¿Besos? Deberías estarme pidiendo más libros de idiomas o clases de matemáticas.
—Estamos muy decepcionados de ti —lo apoyó Xiumin —pensamos que eras un niño digno de ser nuestro hijo y que habías aprendido a ser más maduro que los tontos niños de tu edad, pero parece ser que nos equivocamos.
Ese día JungWoo aprendió dos cosas, la primera fue que decepcionar a sus padres le hacía doler la pancita y la segunda que conseguir un "te amo" era jodidamente difícil y doloroso, así que no volvería a intentarlo nunca más en su vida
El pequeño niño creció, inteligente, bonito, condenademente rico, Kim JungWoo llamaba la atención de todos sus compañeros y compañeras, tenía muchos "amigos" y una cantidad exorbitante de pretendientes.
Como pasatiempo Kim JungWoo tuvo muchos novios, sus papás le daban permiso de tenerlos siempre y cuando pudiera conseguir algo de ellos, una vez utilizados se inventaba cualquier excusa y los dejaba para buscar a alguien mejor. Muchas veces lo único que quería era un "te amo", pero por alguna razón cuando lo conseguía no le provocaba ninguna sensación bonita o de satisfacción, así que los mandaba a volar muerto de la rabia.
Su último novio había sido JaeHyun, no se acercó a él porque estuviera buscando otro "te amo" para su colección, ni porque necesitara a una nueva mula carga mochilas, sino porque era condenadamente sexy y grande. DoYoung, su amigo de infancia, había tenido su primera vez en una fiesta con JaeHyun y wow, todo lo que le contó se escuchaba fascinante, él también quería tener sexo, pero no con cualquier flacucho pito chiquito, él quería a un gigante como Jae y porqué no, tal vez hasta al mismo Jae.
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Kataboom | LuWoo
FanfictionJuguemos a amarnos, es fácil, tú te relajas y yo te hago el amor.