「 Capítulo 09 」

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Desde el otro extremo de la cama JungWoo mira tímido a Lucas, ¿qué está planeando exactamente? Sus ojos oscuros son imposibles de leer y eso sólo logra multiplicar sus nervios. Con cuidado dobla sus piernas y las rodea con sus brazos, YukHei acaba de cambiar su rostro inexpresivo, ahora está sonriendo.

—Comenzamos a jugar... —el espacio entre cada palabra se le hace eterno —ahora.

No caigas JungWoo, no otra vez, síguele el juego, pero no busques quedarte en él, sabes que en cualquier momento YukHei lo acabará y el único que terminará llorando como idiota eres tú.

—Ven ángel —con cuidado Lucas se acuesta en el lado izquierdo de la cama y estira la mano hacia JungWoo —hoy dormiré contigo.

Lento e inseguro se acuesta junto a él y deja que lo envuelva entre sus fuertes brazos, el aroma Xuxi llega hasta su nariz, el aroma Xuxi es peligroso, embriaga y tranquiliza, dulce y varonil, te sujeta con delicadeza por la cintura para hacerte tocar las nubes y luego dejarte caer sin piedad, adictivo y dañino, el aroma Xuxi es una vil droga.

Pero a JungWoo le gusta así que lo consumirá, porque es una droga, pero una muy inofensiva. Fumar marihuana una vez no significa que te harás adicto, ¿verdad? Está bien probar cosas nuevas por curiosidad, una vez disipada esa curiosidad ya no hay necesidad de volverlo a hacer.

—El doctor Moon me llamó —susurra Lucas acariciándole el cabello —tenemos la cita con DongHyuck el próximo mes.

—¿T-tú estás feliz por el bebé YukHei?

Su rostro enrojece, fue muy difícil preguntar eso, pero necesita saberlo, la curiosidad lo está matando. Cuando el doctor le dio la noticia Lucas lo miraba desde una distancia prudente, no sonreía, pero tampoco parecía disgustado, simplemente tenía esa mirada inexpresiva que lo pone nervioso.

—Claro que lo estoy ángel —sonríe el menor sujetándolo de la quijada para que lo vea a los ojos —Seguro será precioso como tú.

Si su corazón no se calma terminará creyendo que se está enamorando de YukHei y si eso pasa otra vez se pondrá a llorar, nunca se ha enamorado de alguien y se niega rotundamente a que su primer amor sea un bipolar niño rico con el poder de hacerlo sentir una mierda con dos palabras.

—¿Puedo besarte ángel?

No.

—Sí.

¡Mierda!

Eres estúpido, quedamos en que no caerías otra vez, pero se siente bien, los labios se YukHei se sienten bien, su lengua entrando despacio en su boca más aún, su forma lenta de moverse, esas pequeñas y atrevidas mordidas que le da, sus grandes manos entrando por debajo de su pijama y acariciándole el vientre con delicadeza son el santo paraíso.

Sus sentidos se pierden, maldito Lucas, más que fumar marihuana es como tener una caja de éxtasis. Demasiado tarde para arrepentirse, está sobre YukHei, moviéndose sobre su miembro, ansiando sentirlo endurecer mientras obliga al menor a sacarse la camiseta.

—Vamos a dormir —Lucas sonríe, JungWoo puede sentir esos precioso dientes contra sus labios —mañana tenemos clases.

—Por favor —ruega volviendo a poner las manos de su esposo sobre su cintura —por favor YukHei.

—Es tarde ángel, necesitas dormir, debes descansar correctamente por el bebé.

No quiere parecer un desesperado y patético chico que busca sexo porque sólo lo ha hecho una vez, así que obedece y vuelve a acostarse junto a Lucas, sintiendo al instante como este lo abraza y lo hace poner la cabeza sobre su pecho desnudo.

Por primera vez desde que llegó a Hong Kong puede dormir, todo su cuerpo experimenta una completa paz que le permite tener los sueños más preciosos y realistas, el estrés acumulado en el último mes se desvanece junto a su insomnio.

¿Qué eres exactamente Wang YukHei? ¿Marihuana medicinal o éxtasis destructivo?















Maldita alarma, maldito sol, maldita mañana, puta vida. JungWoo abre los ojos y apaga la alarma de su teléfono, una mano acariciando su espalda lo hace sobresaltar, es YukHei, no fue un sueño, él de verdad durmió en su cama anoche.

El menor también abre los ojos y frunce el ceño mirando a su alrededor, está en la habitación de JungWoo, sin camiseta y por alguna razón el mayor está sobre él sonrojándose tiernamente porque no sabe cómo llegó ahí.

—Lo siento —susurra JungWoo acostándose a un lado de Lucas y subiendo la sábana hasta cubrir casi todo su rostro —g-gracias por haberme acompañado ayer.

—¿Dormiste bien ángel?

—Ajá.

Como si de un simple muñeco se tratara YukHei lo sujeta de la cintura y lo vuelve a sentar sobre él, luego comienza a desperezarse forzando los músculos de sus hombros y brazos, JungWoo muerde su labio inferior, esa vista debe ser un premio que le está dando la vida luego de haberlo estado golpeando durante tantos años.

—Ven, acércate —dice Lucas palmeando su pecho —quiero abrazarte.

Y él quiere que lo abrace, no puede haber un mejor trato. JungWoo se acuesta sobre su esposo y esconde el rostro en su cuello mientras se deleita con el aroma Xuxi y los brazos de Lucas rodeando con delicadeza su delgado cuerpo.

En contra de su voluntad lame el cuello de YukHei y eso es todo, su cordura es asesinada violentamente en ese preciso instante. Lucas no ayuda mucho al mover su cabeza a un lado para darle más espacio, al quitarle los mechones despeinados de la frente para que sus ojos puedan ver claramente los perfectos huesos de su clavícula descubierta.

JungWoo delinea con su lengua cada vena de su cuello, cada hueso de su clavícula, la mano de YukHei entrando por debajo de su pantalón termina de darle la confianza para chupar la varonil piel de su esposo y dejar marcas de bonitos colores violetas.

—Mírate, tan patético como un rata conformándose con desperdicios porque sabe que no vale lo suficiente como para tener el plato completo —Lucas aparta a JungWoo poniendo cara de asco —se acabó el juego.

El recuerdo de Fidenza se hace presente, YukHei yéndose sin mirar atrás, él haciéndose bolita bajo la sábana antes de empezar a llorar.

Kataboom | LuWooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora