Merina, tenía claros sus objetivos y sabía perfectamente, que hacer para llevarlos a cabo. Lo único que retrasaba su progreso, era su patético e irracional deseo por burlarse de Dagha.
Con un leve chasquido, el tiempo volvió a la normalidad y en cuestión de instantes, tanto Dagha, como sus battle angel's llegaron para hacerle frente.
Dagha, no era mujer que acostumbrara a perder. Era caprichosa y vil, en muchos sentidos. Sin embargo, a simple vista, no había mucho que temerle a alguien como ella. Si bien, era cierto que ejercía cierto poder, al tener bajo su mando a todas las fuerzas militares de la provincia, también era cierto que los alumnos dotados, de cada una de las provincias eran, tanto mas numerosos, como inteligentes y podían dar batalla, al grado de tener oportunidades de terminar con este sistema de gobierno. Sin embargo, Dagha de Evenigh, no era una mujer común. Había algo en ella, capaz de causar pavor en todo aquel no estuviera de acuerdo con sus caprichos. Muchos aseguraban que había sido ella, quien había terminado con la vida de sus padres, quienes murieron, cuando ella apenas tenia quince años. Su hermano, Serith era el heredero, pero al no ser un hijo biológico, fue ella quien tomó el mando desde muy joven. No estaba muy claro, porque razón, Serith de Evenigh obedecía ciegamente a su hermana, hasta el grado de exiliar a su propia esposa y mandarla lejos de provincia, quedándose solo con su hija Zoé, quien prácticamente, creció sin el cuidado materno.
Se creía que solamente, Everar de Evenigh, había tenido descendencia, por lo cual, el mandato del Ilunithe permaneció en aquella familia por años. Sin embargo, las cosas habían cambiado.
Al darse a conocer la descendencia de los supuestos fundadores; Ariadna D'Athalá y Andrew de Kebhek, el mandato de la familia de Evenigh corría peligro. Dagha era consiente de ello, por dicha razón, deseaba deshacerse de aquel par de chicas que amenazaba con su, muy bien estructurado mundo.
Era capaz de amenazar a cada uno de los habitantes de cada provincia. Podía fácilmente imponer su voluntad y controlar a sus súbditos, quienes obedecían ciegamente, por miedo.
Si bien, era cierto que era odiaba por todos y que mas de uno, intento levantarse en armas y liberarse por fin, la verdad es que ninguno de ellos lograba salir victorioso. La mayoría de los rebeldes que se atrevían a retarla, terminaban muertos.
Pero esta vez, las cosas eran distintas. Esta vez, no se enfrentaría a un simple Exotic o un dotado común. Esta vez, su enemigo era alguien superior. Alguien, a quien aun no estaba segura de poder controlar.
Y ahí estaba, frente a ella. Viéndola directamente a los ojos y sonriendo con burla, pues sabía perfectamente bien, que aquella mujer de brillantes ojos azules, no era rival para ella.
La paciencia y la cordura estaban por abandonar a la gobernante de Evenigh. Tenía un ejército mayor al de aquella chica, tenia armas y su enemigo estaba rodeado, pero, aun así, se sentía vulnerable.
Merina Park, sonreía con burla y había cruzado los brazos a la espera de que aquella mujer diera el primer golpe. Jugaba con la paciencia de Dagha, sabiendo mejor que nadie que eso era lo más irritaba a la monarca.
Dagha trató de reponer la compostura. Bajó los brazos y adoptó una postura mucho mas relajada. Tensó los labios, tratando de dibujar una sonrisa y vio a la chica con desdén.
─ ¡Mi adorada Keberiana! ─le dijo extendiendo los brazos como si quisiera darle un fuerte abrazo─ creo que nuestra conversación, aún no ha terminado.
─ ¿Tienes algo más que decirme? ─preguntó, Merina, enarcando una ceja. Dagha estaba furiosa. Cerró con fuerza los puños y tenso los brazos hacia abajo, mientras la veía con rencor.
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Descendientes || The Last (Libro 2)
Fiksi IlmiahMerina y Hazel, al fin saben cual es su estatus. Saben que son las armas que el clero necesita para ganar de una vez por todas la guerra contra los rebeldes. Sin embargo, ninguna de ellas piensa colaborar en eso. Ambas hermanas están ahora obligada...