Capítulo 1

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-Princesa, quedamos esta noche. Te recojo donde siempre y nos vamos a cenar, luego he reservado en el hotel que te gusta.

-¡Vale! ¿Qué cenamos?

-¿Qué te apetece? Podemos ir al chino, o a que te atiborres de pizza ja,ja,ja.

-Bueno pues... Ya lo decidiremos.

-Vale reina. Por cierto, te he comprado algo para que te lo pongas esta noche.

-Uy... Qué será esta vez... ¡Eres un pillín!

-Venga tonta, te dejo ya que se ha acabado el descanso. Hablamos luego.- David cortó la llamada.

Chloé y David llevaban quedando varios meses. Él estaba en la universidad cuando ella empezó la carrera.

Se atrajeron desde el primer momento.

13 de octubre de 2022

Chloé salió de compras para despejarse. Le gustaba ir sola y a su ritmo. Estaba en el ascensor de la tienda. Una planta después subió David, pero ella estaba usando el móvil no le vio. Las puertas del ascensor se cerraron y empezó a subir. De repente paró en seco.

Chloé levantó la mirada un poco asustada y le vio. Llevaba un suéter que le marcaba los bíceps y unos pantalones vaqueros. Su barba estaba bien arreglada y tenía el pelo rubio. Sus ojos parecían cambiar de color según la luz, pero eran azules. Tenía unos labios bonitos y una sonrisa divertida. Probablemente mediría 185cm o incluso algo más. Llevaba perfume, se notaba que era caro, y olía súper bien.

 Llevaba perfume, se notaba que era caro, y olía súper bien

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-¿Qué ha sido eso?-dijo Chloé con voz miedosa.

-Tiene pinta de que se ha averiado.- respondió David con una sonrisa tierna.

-Uf... Qué casualidad que me pille a mí, si es que me pasa de todo.- sonrió.

-No pasa nada, esto en un rato lo arreglan...

-Ya, supongo... Menos mal que no soy claustrofóbica.

-Ja, ja, ja, ¿y quién eres?

-¿Cómo que quién soy?- se rió.

-Que cómo te llamas.

-Chloé.

-Me gusta tu nombre, te pega no sé porqué. El mío es más simple... Soy David.

-David es un nombre muy bonito aunque sea común, a mí me gusta.

-¡Qué maja! Y bueno... ¿Cuántos años tienes? Si no te sabe mal responder, claro.

-Tengo casi 23 años. ¿Y tú?

-Yo tengo 31, no sé si los aparento.

-Sí los aparentas en realidad, pero en plan a bien.

-Me lo tomaré como un cumplido...- la miró con cara de bromista.

-Que sí jolín... Bueno y ¿qué has venido a comprar?

-Pues venía a por camisas y a ver si me compro un estuche nuevo para el portátil.

-¿Trabajas?

-No, estoy en la Facultad de Medicina.

-Oh, ¡un médico!

-Sí, ya casi termino. ¿Tú a qué te dedicas?

-Yo estoy en psicología, ya llevo un curso.

-Oye pues mola.-dijo con una amplia sonrisa.

-Sí, la verdad que sí. Medicina o Enfermería también me gustaban, y Bellas Artes... Pero me acabé decantando por psicología.

El ascensor volvió a ponerse en marcha y se bajaron en la primera planta que pudieron.

David le pidió el número de teléfono a Chloé y se lo dió.

Hablaban de vez en cuando. Ella se mostraba un poco indiferente. Creía que el amor no estaba hecho para ella pese a que fuera amante del amor y del romanticismo, y rechazaba cualquier oportunidad de relación con alguien por miedo.

ChloéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora