29 de noviembre de 2022
8:00am.
Era un día lluvioso. Chloé abrió los ojos, sobresaltada por un trueno.Miró su móvil. Veinte mensajes de Feliz cumpleaños. No tenía ganas de responderlos, sólo de dormir más.
Empezó a dar vueltas en la cama, no encontraba la postura y tenía algo de frío. Se tapó hasta la cabeza, cerró los ojos y empezó a pensar en David abrazándola por detrás, dándole besos en el cuello y en el hombro de vez en cuando.
Se puso boca-arriba e imaginaba que se besaban, mientras él recorría una mano por su cuerpo. Se iba desnudando poco a poco, pensando en cómo lo haría él.
Él recorría esa piel blanca con besos, acariciaba sus pechos y lamía sus caderas de manera que ella se sobresaltaba.
Empezó a acariciarse por encima de la ropa interior. Su respiración estaba agitada y su piel de gallina.
Despacio, se quitó el tanga y descubrió lo mojada que estaba. Acariciaba su clítoris mientras en su mente estaba él besando, lamiendo y mordiendo sus ingles, adentrándose cada vez más al centro. Lamía sus labios, los acariciaba, los chupaba... Y ella se estremecía.
Imaginaba cómo sería sentir la calidez de su lengua entre sus piernas. Cómo sería que recorriera de un solo lametón desde su vagina hasta su clítoris. Imaginaba movimientos lentos, su mirada clavada en los ojos de ella.
Cada vez se acariciaba más rápido, en movimientos circulares, mientras visualizaba en su mente que él también subía el ritmo de su lengua.
Estalló de placer, pero no había sido bastante.
Abrió el cajón de su mesita blanca y sacó un dildo rosa. Tenía una colección de juguetes sexuales.
Se introdujo el dildo. Imaginaba que David estaba encima de ella penetrándola suavemente. A medida que iba subiendo el ritmo tenía más la necesidad de levantar sus piernas. Quería gemir y gritar, pero sus compañeros de piso la podían oír. Qué putada eso de no vivir sola.
Estuvo así durante un rato. Su cuerpo temblaba y ya no sentía las piernas. Desnuda, volvió a quedarse dormida.
10:00am.
Sonó el timbre. La despertaron. Nadie abría. Volvió a sonar. Chloé se negaba a abrirle a alguien que le interrumpiera el sueño, así que siguió en la cama, respondiendo mensajes de hipócritas y de amigos de siempre.Después de un rato, se vistió y se fue al gimnasio.
–¿Chloé?—dijo una voz desde atrás que le resultaba familiar.
–¿Qué? ¡Dios! ¡Cuánto tiempo!

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Chloé
Misterio / SuspensoUna chica dulce, noble y bondadosa que aparentemente es normal. La gente la llama loca por su manera extrovertida y atrevida de vivir la vida, pero lo que no saben es que Chloé realmente tiene mil batallas mentales con las que convive cada día. Lo q...