𝐥𝐨𝐛𝐨𝐬 𝐲 𝐨𝐭𝐫𝐨𝐬 𝐟𝐚𝐧𝐭𝐚𝐬𝐦𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨
La vuelta a Beacon Hills le pareció algo aburrida y larga, siendo esto debido a que no estaba inconsciente como a la ida a Mystic Falls. Klaus había sido lo suficientemente amable como para dejarla justo en su casa, para luego ir a no-sé-dónde a continuar con sus planes malvados.
Aún seguía algo preocupada por sus amigos y su primo, pero estaba más tranquila respecto al tema de su madre y su hermana preguntándose dónde estaba. Klaus podría haberla mentido, pero realmente no había razón para que lo hiciese y, si Clara era sincera consigo misma, le odiaba un pelín menos.
No lo suficiente como para llamarle amigo, pero sí como para no estar al cien por cien en su contra.
Mientras que él no intentará de hacer daño a nadie (que le importase, en concreto), sus quehaceres le daban un poquito igual. Puede que sonase un poco frívolo, pero -al convertirse en lo que era ahora- ya no le importaban mucho la vida de las personas que no conocía. Esto podía ser a causa de que su mentor y su ejemplo a seguir como vampiro era Damon.
Si bien él no era el más santo de todos e incluso se podría decir que era algo despiadado, Clara tenía que defenderle con que él sí que se preocupaba por la gente que le importaba. Por esto, a la pelirroja no le llegaba a importar demasiado que muriese un desconocido, pero sí que trataba de evitar que eso pasase.
No eran su prioridad, pero, si podía hacer algo, lo hacía.
Al llegar a su casa, cargando con una mochila con la ropa que Klaus le había regalado en su viaje, fue buenamente recibida por Prada y su madre; quien no dudó en acribillarla con preguntas nada más cruzar el umbral de la puerta:
-¿Qué tal está Tyler? ¿Y Caroline, Bonnie y Elena? ¿Y la tía Carol?
Clara respondió hábilmente sus preguntas, no hablando mucho sobre su tía por si en algún momento llegaba a comentarle algo a esta sobre su viaje hasta Mystic Falls. Después de pasar un tiempo con su madre y acariciando a su peluda mascota, la híbrida se encaminó a su habitación y se tiró en la cama, dejando su mochila en algún lugar del cuarto.
Los últimos acontecimientos habían sido estresantes y necesitaba descanso, un poco de paz... Justo cuando empezaba a adormilarse, detectó un extraño olor a perro.
No, no a perro, a hombre lobo.
¿Qué?
Alerta, se incorporó de golpe en su cama, analizando la habitación. Todo parecía normal y ordenado, casi demasiado ordenado. Fiándose de su instinto, de un salto bajó de la cama y abrió su armario. Rebuscó entre la ropa el cajón secreto donde guardaba el acónito y la verbena, encontrándose con las bolsas de estas plantas revueltas.
¿Por qué un chucho había entrado en su cuarto y había rebuscado en sus cosas? ¿Alguien sabía quién o qué era? Podría haber sido Klaus... Pero él no olía así y, además, parecía reciente.
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the older martin
FanfictionToda la tranquilidad de la vida de Clara Martin se había visto interrumpida al menos cuatro veces en lo que llevaba viviendo en Mystic Falls: La primera vez fue cuando descubrió sus inestables poderes. La segunda, cuando conoció a los hermanos Salva...