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𝐮𝐧𝐚 𝐬𝐞𝐦𝐚𝐧𝐚 𝐲 𝐮𝐧𝐚 𝐩𝐫𝐨𝐦𝐞𝐬𝐚

-¿Estáis seguros de que es un sitio fiable dejarle aquí? -Scott inspeccionó el pequeño cobertizo, como si con un soplo de viento se fuese a derrumbar

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-¿Estáis seguros de que es un sitio fiable dejarle aquí? -Scott inspeccionó el pequeño cobertizo, como si con un soplo de viento se fuese a derrumbar. Era de madera y no podía medir más de cinco metros cuadrados, Clara entendió su inseguridad- No parece muy estable...

El lobo fijó su mirada en el cuerpo inconsciente de Stiles, que estaba tumbado al fondo del cobertizo. Minutos antes, le había cambiado de ropa por una más calentita mientras el resto llevaba todos los trastos de la minúscula habitación al desván. Clara y Lydia se quedaron en la cocina hasta que desalojaron el cobertizo, no se atrevieron a mirar lo que quedaba de su padre.

A pesar del tiempo que había pasado, se seguía sintiendo como si hubiera ocurrido ayer. El hecho de que su padre hubiera desaparecido de la faz de la Tierra después del divorcio no hizo más amenas sus dos vidas.

Clara pestañeó un par de veces para volver a la realidad.

-Tranquilo, el hechizo no le dejará salir -Bonnie le aseguró, estando sentada al lado de la puerta con un grimorio en sus manos. Clara estaba de pie a su lado-. También insonorizaré el cobertizo, no queremos llamar la atención de los vecinos.

-Y tampoco podrá entrar ninguno -Kol apareció obstaculizando la entrada, alzando las cejas hacia Scott-, para evitar alguna que otra desgracia.

Kol después miró a Clara, severamente. La híbrida no era estúpida, había caído una vez y no más. O eso quería decirse a sí misma.

-Pero... -Scott intentó objetar, pero Kol fue rápido en cortarle:

-La comida se la daremos con un palo e incluso tendrá una caja de arena para hacer sus necesidades -el original le regaló una sonrisa sarcástica-, no tienes nada de lo que preocuparte, Scotty.

Scotty estaba que echaba humo por la orejas.

-No me llames así.

-Qué más da -le quitó importancia dejando de apoyarse en la puerta. Entonces miró a Clara, como si se acabase de acordar a qué había venido-. Ah, sí. Clara, Klaus quiere hablar contigo.

La pelirroja miró con sorpresa a Kol, pues hace menos de media hora había estado hablando con su hermano. ¿De qué querría hablar que no podía esperar a que terminara el maldito hechizo?

-Pero no hemos...

-Está bien, puedo sola -Bonnie la interrumpió con una sonrisa.

Kol se echó a un lado y dejó salir a Clara, que le dio una mirada desconcertada. Cuando salió del cobertizo, vio a Klaus esperándola en el porche de su casa. Él le señaló que se acercara y la híbrida caminó hasta él, preguntándose por qué Klaus estaba actuando con tanto secretismo. El rubio no respondió sus dudas y se adentró en la casa. Caminaron juntos hasta su dormitorio, alejados de los oídos ajenos.

the older martinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora