Realidad

5 0 0
                                    

3 años atrás

Salimos durante la mañana era necesario ir temprano a trabajar, pues llegaban fechas especiales.
Nos tomamos la dicha de irnos caminando pues pasar tiempo juntos era lo mejor que teníamos.

Llegamos al local, obviamente por razones más que obvias estábamos esperando flores que habíamos pedido durante un tiempo.
Eran flores primorosas, flores con un color y brillo, tan igual como el que ella proyectaba al sonreír.

Estábamos muy atareados ella con la finalidad de arreglar muy bien la florería y yo con las cuentas, con los pagos, lo que ella no se esperaba era un paquete muy especial, un par de flores azules, azules, algo raro, pero sabía que le encantarían.

Dejamos todo listo para comenzar a trabajar y los clientes no se hicieron esperar comenzaron a aumentar la cantidad de visitantes, todo iba tan bien, lo que más me encantaba era como ella se expresaba, como sonreía, como disfrutaba la vida, esa misma vida que ella prolongaba.

Ya era tarde y estábamos algo agotados, estábamos sonriendo.

En eso se me ocurrió abrazarla, tomarla por la espalda y poner mis manos en su suave cintura, motivos para bailar sobraban, se dejan caer miles de miradas, se dejan ver ojos tristes, labios secos, un corazón poco pulsante, se dejaba ver miedo y claramente se dejaba ver amor.

Justamente ahí le pregunté que qué era lo que más le gustaba del universo, del basto universo, la noche nos había caído, era un excelente momento, aunque era muy normal para nosotros todo eso.

Ella respondió a mi pregunta y me contestó de la forma más simple.

- Nuestro planeta, por que contiene vida, por que tenemos todo.

Me quede sorprendido pues no era la respuesta que esperaba creí que se proyectaría a algo más complejo, pero no fue así.

Ella me preguntó lo mismo, a lo cuál tenía muchas cosas que decir, muchas palabras, pero no pude, más solo dije que me a mí me gustaba la tranquilidad del espacio, esa nada que hay poder ver todo, contemplar a las estrellas, a los planetas, a las constelaciones. Ella se reía y bueno yo también era normal, estábamos hablando de algo sin sentido o al menos eso era lo que yo pensaba.

Sonrisas Entre RosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora