25. Miedo

351 43 4
                                    

Este cover es lo más parecido a lo que imagino del show.

—¿Nada? —Ale niega con la cabeza.

Le da un último repaso a mi maquillaje y me indica que mire. Mi cabello va recogido de lado con un montón de rizo cayendo por mi hombro. Mis ojos se ven muy grandes y oscuros, casi salvajes y denotan preocupación.

—Volverá. —me asegura Ale.

—Pero ¿Por qué tuvo que irse justo ahora?

Ella se encoge de hombros mientras por mi mente pasan varias razones que expliquen la repentina desaparición de Tyler. Solo espero que ninguna se acertada.

—Chicas, cinco minutos. —mierda, nunca había querido tanto ahorcar a una profesora.

—No lo haré —me levanto frenética comienzo a dar vueltas por todo el lugar, hay plumas maquilla y ropa tirada por doquier aprieto mis puños para no ponerme a ordenar todo.

—Basta, Alison ¡Basta! —Se acerca y me toma de las manos apretándolas y así darme algo de tranquilidad—. Sé que estás haciendo esto por él y estoy segura de que no te fallara.

—Tiene razón no lo haré.

El sonido de su voz instantáneamente me hizo soltar un suspiro de alivio, pero este sentimiento solo duró hasta que vi su expresión y lo que llevaba en sus manos.

—¿Qué es eso? Yo ya tengo tu guitarra. —le digo señalando una esquina donde se encuentra la misma.

—Esta es tuya, es la que debes usar en tu presentación. —deja la guitarra en una mesa junto a mí y la mira dolido.

—¿Cómo la conseguiste? ¿Por eso te fuiste? —Él no responde y solo me mira sin expresión—. ¿Pasa algo?

Algo me dice que no quiero oír la respuesta.

—Tal vez deberíamos hablar después del show, ábrela —dice señalando la guitarra—. Úsala, todo...todo va a estar bien.

Se marcha sin decir nada más y sin perder tiempo corro al estuche de la guitarra.

—No. —cuando las veo mi ojos se nublan instantáneamente y me muerdo labio para no llorar.

—¿Qué pas...? Mierda.

—Ale ya lo sabe —murmuro con desesperación—. Debe estar pensando lo por de mí, él...é... —mi voz se quiebra y un nuevo ataque de pánico comienza a apoderarse de mí.

—Detente por Dios —me toma de nuevo de las manos que no paran de temblar—. Tyler te quiere, muchísimo, no se va a dejar influenciar por algo que sucedió en el pasado, vas a hablar con él pero lo harás después, porque justo ahora vas a salir y vas a joder con ese puto escenario.

—No puedo Ale, no lo entiendes.

—Lo hago ¿recuerdas?

Sentía como si lo estuviera viviendo todo de nuevo, nunca supe cómo había sido estar en el lugar de Ale, en este momento, cuando el miedo se apoderaba poco a poco de mi, puedo entender lo duro que debió haber sido para ella.

—Roberts es tu turno.

—Vamos Lia, si hay alguien lo suficiente fuerte y valiente como para enfrentarse a lo que sea esa eres tú. Sube a ese escenario y demuéstrale a la gente de lo que eres capaz, cántale al pasado, a los recuerdo y a él. Canta y expresa como te sientes, sácalo todo.

Con un soplo de valentía inspirada por mi mejor amiga me animo y justo cuando llaman por segunda vez mi nombre salgo al escenario.

La sensación de estar parada en una tarima frente a cientos de personas que te observan y con reflectores enfocándote es paralizante. Solo tuve una exigencia para mi presentación y fue que hubiera un banquillo para estar cómoda al tocar la guitarra.

Tu Propio ReflejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora