32. Dolor

342 36 3
                                    

 —Lia —me llama en su voz se denota preocupación, escucharlo llamarme Lia me desconcierta un poco, a él le gusta llamarme por mi nombre completo—. Alison, estas temblando, mírame

Mis manos tiemblan y el teléfono se resbala de estas, no puedo respirar necesito aire, necesito salir de aquí, correr y alejarme de él. Detiene el coche y se quita el cinturón a toda prisa, me coge la cara entre las manos y a saber qué aspecto debo de tener cuando lo miro al fin, porque en sus ojos el pánico es evidente. Se agacha para coger el teléfono y salgo de la camioneta a toda prisa, lágrimas calientes rodando por mis mejillas, puedo oírlo gritar mi nombre a la distancia, pero solo puedo pensar en correr, correr hasta que mis pies no den más, el eco de su voz se acerca cada vez mas hasta que toma del brazo y me obliga a girarme bruscamente, lágrimas brillan en sus ojos mientras intento con todas mis fuerzas soltarme.

—Lia por favor déjame explicarte. —me ruega, me zafo de su agarre y tropiezo, casi me caigo de no ser por el brazo de Tyler que me sujeta por la cintura

—No —gruño—. No me toques, no te atrevas a intentar excusarte, me lo prometiste Tyler, todo el día pensé... —ahogo un sollozo—. Pensé que al fin estábamos en un buen lugar, sin mierdas del pasado, pensé que esto podría funcionar.

La verdad y ahora que lo veo, fui algo estúpida al creer que Tyler había dejado su tendencia a acostarse con cualquiera atrás. Él no cambiaría, ni por mí, ni por nadie. Quizá ni siquiera lo que dijo sea cierto y todo esto solo fuera una estrategia para lograr conmigo lo que siempre hizo con todas, en ese caso no me había dado cuenta hasta ahora de que como el mismo lo había dicho es un perfecto actor.

—¿De qué hablas Lia? —tropezó con las palabras. No sé qué es lo que me enfada más, que no lo sepa o que use mi apodo como si no acabara de romperme el corazón

—Esto —señalé entre nosotros—. Creí que podíamos hacerlo funcionar, que juntos podríamos sacarlo adelante, pero evidentemente eso no es lo que tú quieres si esperas a la pelea más pequeña ¡para ir y revolcarte con cualquier zorra! —estoy gritando en medio de la calle y la gente se me queda viendo, la rabia que siento impide que la vergüenza se apodere de mi.

La rabia me ciega, el dolor me presiona y el vacío crece.

—Alison, ella y yo... estaba borracho y sé que no es excusa, estaba enojado y ella literalmente se lanzo sobre mí, no sé qué demonios paso, pero te prometo, te juro que no fue intencional no recuerdo nada después de que saliéramos de la fiesta, yo no quería irme con ella. Alison te amo, te amo mas de los que he amado a alguien jamás, nunca creí que esto pudiera pasarme, me reía de mis amigos por que andaban como idiotas detrás de las chicas, pensé que los líos románticos no eran para mi, entonces apareciste tú y tus inocentes ojos cafés cargados de dolor bien ocultado. Ahora entiendo Lia, tu eres para mí y no seré feliz con nadie más que no seas tú, eres mi mundo, por favor, por favor, te suplico que me perdones. —su voz es suave cuando se dirige a mí y me quedo helada, me mira con la esperanza brillando en sus preciosos ojos azules.

Por mi mente pasan las imágenes de él y ella en la cama, siento la bilis subir por mi garganta y me contengo para no vomitar, aunque en estos momentos es lo que más deseo, en otros tiempo eso ayudaba. Perdonarlo sería muy fácil, pero no pienso permitir que siga haciéndome daño, juré que nunca sería como las chicas que siempre están detrás de él, buscando cambiarlo para después terminar con el corazón roto y eme aquí. No podemos seguir haciéndonos daño mutuamente. Me seco la cara con el dorso de la mano y lo miro directo a los ojos.

—No puedo Tyler, no permitiré que me hieras, te lo pregunté y me lo negaste, pudiste haberme dicho la verdad y preferiste mentirme, esto es demasiado, todo esto... te confié mi vida entera, mi pasado, te dije cosas que no he dicho a nadie, abrí mi corazón y mi alma para ti. Por Dios ¡me entregue en cuerpo y alma! ¿Y para qué? —Me encogí de hombros sin fuerzas—. Fue una pérdida de tiempo. —puntualizo.

Tu Propio ReflejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora