Tu Propio Reflejo

40.Inconsciencia VI

Tyler - Esperanza

La chica del mostrador de cuidados intensivos no me ha despegado el ojo de desde que estoy aquí apoyado, estoy conteniendo las ganas de soltarle una de las miradas de Alison. No aguantando mas la miro con las cejas enarcadas provocando un sonrojo en sus mejillas ¿En serio? Juro de debe ser por lo menos tres años mayor que yo. Murmura una disculpa y me salvé de una serie de palabras cuando Jen atravesó las puertas seguida de un joven doctor aparentemente de su edad; daban unas pintas de actores que te cagas, Crystal enloquecería si los viera juntos.

Jen pareció sorprendida al verme, seguro dando por sentado que no entraría a ver a...ella. Pensar en ella en esa situación me atragantaba. Me castigue a mi mismo diciendo que no, que no la vería, pero de nuevo era demasiado egoísta como para cumplir mi cometido.

—¡Tyler! —exclamó Jen, tenía los ojos enrojecidos—. No pensé que vendrías estaba a punto de mandarlos a casa.

—¿Cómo esta?

Me fijé en la forma en que el doctor me observaba, como si analizara cada una de mis palabras y reacciones.

—Sigue dormida pero podemos decir que estable, es probable que siga inconsciente hasta mañana y entonces la enviaran a una habitación.

—Vale —murmuré conteniendo una mueca—. ¿Puedo...puedo verla?

Ante mi titubeo su rostro se suavizó, el joven doctor salido de un drama hospitalario hollywoodense, la miro y pareció rejuvenecer un par de años, incluso atisbé a Melody mirarme con pesar, me recordó cuando Salí de la habitación luego de que mi madre muriese y de nuevo tenía ganas de golpear algo con fuerza.

—Supongo que no hay diferencia, aunque las hora de visita se acabaron —me desinfla cada palabra—. Te daré veinte minutos, aprovéchalos.

Me apretó el brazo y me miro de una forma tan familiar, como una hermana mayor cariñosa, y algo mas, había esperanza en su mirada, algo de lo que intente contagiarme sin éxito. Desaparecieron por el pasillo y me quedé dudando ante las puertas.

—¿Sabías que algunos pacientes en coma pueden llegar a oír lo que sucede a su alrededor? Es como si solo una fina capa los separara de la realidad —Melody hablaba con mucha más seguridad de la aparentaba—. ¿Es tu novia?

Ya no sabía que responderá esa pregunta y sin embargo algo de lo que me dijo hizo resurgir la esperanza.

—Sí, lo es. —y atravesé las puertas.

Admirarla desde la distancia a través de un cristal era una cosa. Mirarla a tan corta distancia me golpeo, saco todo el aire de mis pulmones, me devasto. Su piel siempre había sido blanca, apenas tocada por el sol porque ella siempre usaba mangas largas para ocultar su tatuaje, el mismo que ahora se veía alarmantemente oscuro contra su pálida piel, rodeado por unas venas azules y verdes que también se distinguían alrededor de sus sienes y en sus parpados. Sus pestañas descansaban sobre unos pómulos más afilados de lo que recordaba, ella siempre se quejaba de que no eran lo suficientemente largas, para mi eran perfectas.

Al igual que sus ahora pálidos labios, su respingada nariz que no estaba arrugando en mi dirección, como si todo lo que saliera de mi boca le molestara; su perfecto ceño que no fruncía para nada en este instante y sus hermosos ojos que destellaban de luz cada vez que los giraba.

No creí que alguien fuera capaz de perder tanto peso en tan corto tiempo, me causaba tanto dolor como si fuera yo en lugar de ella quien estuviera pasando por esto. Aunque daría todo lo que tengo por intercambiar lugares.

Puse en práctica lo que dijo Melody antes de que se me fuera todo el tiempo mirándola.

—Hey —me sentí tonto por hacer esto y eso le dije, me senté junto a la cama y tome su mano con cuidado—. Me estaba preguntando cuanto tiempo pasara antes de que termines de cargarte.

Observe todos los cables que la rodeaban, aunque había retirado el tubo respiratorio y la intravenosa con sangre seguía siendo monitoreada con muchos aparatos.

>> Ya sabes, tantos cables —me reí de forma forzosa—. Un pajarito me dijo que tal vez puedas escucharme, así que me sentare aquí a parlotear hasta que te harte y me mandes a cerrar la boca.

>> El día que fui a tu casa y encontré los papeles del hospital, solo leí los informes al principio, como lector me siento indignado por haberlo hecho de esa forma pero no había tiempo. Lo que me enojo ese día no fue enterarme de la verdad a medias, estaba molesto conmigo porque me sentí impotente, tan inútil de tener en mis manos tu pasado y no poder hacer nada para cambiarlo...porque ¿Quién puede? Quise que me explicaras, quería escucharlo de ti, no tenía en cuenta lo duro que eso te resultaba.

>> Era tonto, pero necesitaba que supieras que yo estaba contigo, hasta que leí los diarios. Te vi tan decida en la fiesta, estabas segura de que te dejaría y fue un golpe bajo ver que a pesar de todo no confiaras en mí, porque no me importa lo que dijeran esas páginas, pudiste confesar que habías matado a tus padres con tus propias manos y eso no hubiera cambiado esto que siento.

>> Hice lo único que había hecho bien estos últimos años, beber y fumar. Le pedí a Jeremy que te buscara, incluso recuerdo haber gritado tu nombre, pero el llamo a Hannah, luego de eso todo estuvo muy borroso, no recuerdo haber llegado a mi cama. Me asuste, hui de mi apartamento y vague por la ciudad hasta encontrar un sitio en donde leer los diarios, fui a los acantilados y entonces lo supe. Cada fragmento, historia, poema y dibujo me transporto a esa época de tu vida que te llevo a hacer lo que hiciste, me desespere, sentí asco de mi mismo por hacerte lo que te hice. Nunca estuve molesto o indignado por lo que leí, más bien furioso por haber sido tan débil. Estaba desesperado porque sabía lo que pasaría cuando te enterases.

>> Lo ignoró todo el día y al siguiente, te busqué, necesitaba pasar cada segundo que pudiera junto a ti, a esas alturas perderte era lo único que me preocupaba y en lo único que podía pensar. Cuando lo supiste...no puedo explicarlo, me cegué, fui a casa de Sanders y lo molí a golpes ¿adivina quien estaba con él? Me quede inconsciente al tocar la cama, nunca la toqué, ni en un millón de años lo hubiese hecho. Fracturé tres de mis dedos al golpear la pared detrás de la cabeza de Jeremy, la fuerza del golpe asustó a Hannah y lo confesó todo. Solo quería vengarse y como folla con Jeremy, él la ayudo.

>> Intenté hablar contigo luego de eso, pero no me escuchaste ¿Sabes? No creí que algo pudiera doler más que mi mano en ese momento, estaba equivocado, un par de dedos rotos no se comparan en lo absoluto con la ruptura de un corazón.

>> ¿Lo peor de todo? Aún destrozado, lo único en que podía pensar era en lo que te ocurriera, tenía miedo de que pasara lo peor y ya ves...sucedió y es mi culpa.

>> Hablé con mi padre ¿Qué irónico no? Él me hizo darme cuenta de que no debía rendirme, pasase lo que pasase estaba dispuesto a plantarme en tu porche hasta que decidieras escucharme. Recordé su discurso de compromiso y pude ver la razón que tenía el viejo; Cada vez que te miro sé que todo va a estar bien, sin importar lo idiota que pueda ser o lo terca que te vuelvas.

>>Hasta que la oscuridad nos envuelva prometí y aquí estoy. Nunca sentí tanta oscuridad en mi vida que cuando creí que te perdía, nunca sentí tanto miedo por alguien, ni siquiera por mamá porque entonces lo vi venir. Recibir esa llamada acabo con mi autocontrol, creí enloquecer.

>> Quiero que sepas que nunca tuviste culpa de nada, tu nunca fuiste responsable de la muerte de tus padres, ellos fueron víctimas de las circunstancias, al igual que tu nunca hiciste nada para provocar los rumores o el bullying de tu escuela. Nadie merece ser juzgado por ser el mismo.

>> Nunca hiciste nada para arruinar lo nuestro, si hubo un culpable aquí ese fui yo y nunca seré capaz de perdonarme. Si yo te pierdo...

Mi voz salía ahogada porque mi cabeza estaba hundida en su cama.

—Tyler...cierra la boca.

Wenas... quiero ver sus votos y comentarios, vamos, inspirenme a subir el siguiente cap xD