15.Encerrados

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—Me dijo que si no aclaraba mi mente y dejaba de coquetear con todo el mundo nunca podríamos ser felices. —Ale culmina su historia sollozando incansablemente.

La cosa esta en que mientras Jim hacia una visita al baño, Ale conoció a un chico muy interesante y Jim malentendió su comportamiento como coqueteo. Claro que en el idioma de Ale eso significa que estaba coqueteando con el chico y su novio la cacho infraganti.

—¿Qué vas a hacer? —le pregunto.

Dentro de mis preocupaciones se encuentran: Sammy, escuchando nuestra conversación en algún punto de la casa. Ale, manchándome con mocos mientras llora y Tyler que se aparecerá en cualquier momento como Pedro por su casa.

—No lo sé, por eso vine idiota. —me golpea sin fuerza en el hombro y se echa a llorar otra vez.

Pongo los ojos en blanco tras su excesivo dramatismo.

—Quizás tenga razón. —admito inocente.

—¿De qué lado estas? Se supone que eres mi mejor amiga.

—Y lo soy, pero es que a veces eres un tanto liberal. —me defiendo.

—No es liberalismo, es solo que no puedo evitarlo —recrimina—. No quiero perderlo, creo, creo que lo amo.

Por el rabillo del ojo capto un movimiento y me quiero morir, dejo a Ale un segundo para ir a mi cuarto a enfrentar a Sammy.

—¿Qué haces escuchando como vieja chismosa la conversación? —exijo al entrar.

—Lo ama —musita.

Verlo de esa forma me parte el alma, lo abrazo brevemente y luego lo golpeo en el hombro.

—Eres un tonto, no debías oír eso.

—Solo soy tonto por querer lo que nunca podre tener, míranos, ni siquiera nos hablamos y ella lo ama.

—Amar es una palabra demasiado grande, tal vez solo está deslumbrada, Ale tiene la paciencia de un niño pequeño, después de esto seguro lo deja.

Literalmente veo la esperanza brillar en sus ojos y le doy una sonrisa compensatoria.

—Lia ven a hacer menos miserable mi vida. —escucho el grito de Ale dos segundos antes de que entre al cuarto y reparta miradas ente Sam y yo.

—Fingiré que no los vi saltar como si estuvieran haciendo algo malo, ¿Qué hace él aquí? —inquiere señalando a Sammy.

—Tengo tanto derecho de compartir mis problemas con Lia como tú. —contesta el susodicho.

—Pues ella es mi mejor amiga.

—Sorpresa, también es mi mejor amiga.

—Qué bueno que al menos una de las dos lo siga siendo. —Ahogue un grito al ver que su discusión había llegado demasiado lejos.

—Ale, deja de descargar tu ira contra Sammy. Sammy deja de provocar a Ale —les regañe cual madre a sus hijos.

Ambos se miraron con recelo y luego a mí, justo entonces el timbre sonó y decidí matar dos pájaros de un tiro, aclararía las cosas con Tyler y haría que mis dos mejores amigos dejaran de estar enojados sin motivos.

Tome una respiración profunda antes de llevar a cabo mi acción, tome las llaves que llevaba en el bolsillo y ubiqué con sigilo la de mi cuarto, corrí fuera de la habitación atrayendo conmigo la puerta, introduje la llave y la aseguré. Todo en un parpadeo, merecía un record ginnes a la velocidad.

Deje atrás los gritos y golpeteos de mis amigos y me dirigí a encararme con el idi...Stevens. Tenía que dejar de insultarlo cada dos por tres si quería que las cosas con el avanzaran.

Tu Propio ReflejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora