13.Sentimientos

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Su beso nunca llegó.

Tyler se limito a pasar sus dedos por mi rostro, me sentí algo decepcionada y a la vez feliz de que no haya intentado nada capaz de arruinar este momento, ahí mirándonos mutuamente todo parecía perfecto, los meses de odio hacia él desaparecieron, siendo reemplazados por los recuerdos de las últimas tres semanas, puede que suene apresurado e incluso tonto, pero en ese corto plazo de tiempo haba conocido a un Tyler totalmente diferente de lo que esperaba, tal vez pueda dejar todos los prejuicios que tenia de un lado, tal vez... si él así lo quería, podríamos intentar ser más que amigos.

Mientras todos esos pensamientos surgía en mi cabeza uno detrás de otro a la velocidad de la luz, me dije a mi misma que debía aclarar mi mente. Luego volvería y estaría dispuesta a decirle a Tyler como me sentía.

—Necesito salir un momento. —mi voz salió en apenas un susurro, Tyler bajo su mano algo dolido. Se lo recompensaría en cuanto volviera, solo necesitaba respirar.

—Claro. —musitó, volvió su cara a la ciudad impidiéndome ver su expresión.

Salí del saloncito presionando un botón, Tyler dijo que si volvía tendría que llamar por el timbre del otro lado. La manera en que dijo si, me dio a entender que él pensaba que no lo haría.

Regrese a la zona vip e intente localizar a Ale. Pero no se veía por ningún lado.

No tenía mucho de donde escoger, para salir debía atravesar a la ruidosa multitud de abajo, sin contar que debía cruzar por delante del cuarto del sexo y sus ruidos pecaminosos.

Me dirigí al baño, entre en uno de los cubículo y me senté sobre el retrete. En las paredes no se veían rayones ni escritos. Muy diferentes de los de mi escuela donde alguna vez se leían insultos dirigidos a todo el mundo, entre ellos uno que aun se albergaba en lo más profundo de mi alma.

<< Puedes ser, gorda o cuatro ojos o nerd, pero no es posible que exista la puta personificación del puerco Potter ¿cierto Roberts? >>

Sonaba ridículo, un insulto para nada creativo y tan infantil que causaría risa, pero cuando eres una chica con problemas de autoestima e inseguridades, hasta la crítica más pequeña puede afectarte.

Lo negativo de sentarse a hablar con uno mismo, es que todo sale a colación sin ningún tipo de filtro, hasta lo más oscuro que hay en ti, hasta lo que quieres mantener alejado arremete contra ti cuando quieres estar a solas con tus pensamientos.

Una vez espantados todos esos malos recuerdos me dispuse a salir,pero las voces chillonas de Hannah y Britney Harley, me impidieron quitar el seguro de mi puerta, no tenía porque ver sus excesivamente maquilladas caras.

—Entonces ¿qué fue lo que paso? —escuché que decía una de ellas.

—Tyler y yo estábamos por bajar al cuarto de privacidad cuando llego la mojigata de Roberts y cómo él se muere por entrar en sus virginales bragas se fue detrás de ella, pero no importa, quedo de venir conmigo en cuanto terminara con ella —cada una de sus palabras se incrustaban cada vez más dentro de mi—. Ya sabes. todo ese rollo de la virginidad los vuelve locos, como él sabe que no quedara satisfecho con ella, vendrá con alguien que si sepa lo que hace.

Luego de un par de risas ahogadas por parte que ambas primas, escuché la puerta abrirse y cerrarse, esperé un poco más en silencio y Salí de mi escondite.

Lo que sentía vagaba entre la furia, la decepción y la tristeza. Estaba furiosa porque ese trío logro burlarse de mi prácticamente en mis narices, me sentía decepcionada de Tyler porque en serio creí que el intentaba cambiar, al mismo tiempo me decepcionaba haber sido tan estúpida. Y sobre todo, en el fondo me sentía triste, triste porque toda esa sinceridad que vi en él hace un rato fuera practicada, triste porque lo que creí que se estaba formando entre nosotros fuera parte de una estrategia.

Tu Propio ReflejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora