11. Celebración

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Sentía que, en cuanto el timbre del final del día terminara, todos arrojarían sus libretas y cuestionarios arriba. Por ley no podemos salir del aula antes de que la campana indique el final del día. La clase termino hace quince minutos y todos están a la expectativa, desean salir corriendo a la pizarra de información en el pasillo principal, donde se publicaran las calificaciones de todos.

Las últimas dos semanas estuvieron llenas de carreras, dolores de cabeza noches en vela, madrugones y horas y horas en el auditorio presentando exámenes.

Había logrado dividir mi tiempo entre Ale, Sammy, (quienes se han llevado peor que nunca) y Tyler, este último se ha mostrado realmente interesado en estudiar, quedamos casi todos los días en la biblioteca y para mi sorpresa no se quejo ni una vez, pudimos aprovechar no solo para estudiar las materias asignadas en las tutorías sino también todas las demás.

Tampoco es que haya cambiado radicalmente, pues se seguían escuchando rumores en el instituto sobre él y en una ocasión había escuchado a una chica despotricando toda clase de insultos hacia su persona.

Incluso pude quedar en una sesión de estudio grupal en el que incluimos a Daniel, aunque técnicamente cada uno estaba a lo suyo; Yo me concentraba en tratar de que todos congeniáramos mientras que Ale coqueteaba descaradamente con Tyler, Sammy intentó ignorarlos y fracasó, Daniel no me quitaba los ojos de encima y claro, Tyler estuvo todo el rato enfurruñado e ironizando todo lo que decía.

En la última semana estuvimos cargados con los últimos parciales, para nuestra mala suerte el de literatura que estaba pautado para la semana próxima, se adelanto y tuvimos que presentarlo hoy. Por otro lado la profesora de inglés en conjunto con la de cultura planificó cambiar sus parciales por una especie de show de talento que tendría lugar en un mes

En el fondo de las clase se escuchaban quejas y suspiros, así como claras manifestaciones de molestia, detrás de mi Sammy hacia por lo bajo una mala imitación de Bob esponja.

—Ya lo ansío, ya lo ansío ya lo ansío. —susurraba cada tanto haciéndome girar para darle miradas molestas.

Claro que no era el único que deseaba salir corriendo. Tras mirar atrás mis ojos se encontraron con unos tormentosos ojos azules, cuyo dueño se mordía las uñas con esmero. Me giñó, y le voltee los ojos.

Las tutorías sirvieron para alivianar nuestra relación, ahora podía decir que al menos lo soportaba la mayor parte del tiempo y que habíamos entablado una especie de amistad. No volvió a intentar indagar en mi pasado cosa que hizo que me cayera un poco mejor.

El tic-tac del reloj en la parte superior del pizarrón, parecían hacer eco en la estancia y cuando la aguja de la hora cambió, los gritos de mis compañeros y al parecer de todo el colegio se superpusieron por encima del timbre.

Me puse de pie de inmediato y casi fui derribada por un grupo que corría a la salida, el idiota pasó por mi lado escoltado como siempre por el par de rubias. Sammy salto de su puesto me miro ansioso y luego salió al pasillo, le seguí un poco menos entusiasmada que el resto.

En cuanto pise el pasillo principal, la silueta de Ale se estrello contra mí, gritando.

—¡Pasé todo! —me gritó emocionada—. Y con notas aceptables. —volvió a abrazarme y me condujo donde muchos de nuestros compañeros se congregaban dejando apenas espacio en el pequeño pasillo.

Vi a muchos celebrando y a un par protestando. Vi a Stevens que intentaba llegar a la cartelera y a sus plásticas amigas abrazarse en celebración. Sammy vino a reunirse con nosotras con una sonrisa de oreja a oreja.

—Segundo de la clase —exclamó con un falso puchero—. Fui superado por una chica. —me dio una mirada acusatoria y mi cara se partió con una sonrisa

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