Limerencia | Estado mental involuntario propio de la atracción romántica por parte de una persona hacia otra.
Ahí estaban, dos chicos completamente incompatibles, vislumbrando vulnerabilidad.
Apretó fuerte la mano de Yoongi, brindándole todo su apoyo mientras las lágrimas resbalaban por las mejillas del pelinegro cuando ya no pudo contenerlas más.
"Yoon..." Musitó Jimin con voz temblorosa, mientras acariciaba su mano con la yema de sus dedos. "Lo siento tanto."
Yoongi se limitó a mirarlo.
Entonces con su otra mano, Jimin apartó algunos rebeldes cabellos largos y oscuros del rostro del mayor y le limpió las lágrimas.
"¿Por qué te fuiste, Jiminie?" Protestó Yoongi, haciendo un puchero, soltando más lágrimas cuando por fin lo miró a los ojos. "¿Por qué todos siempre se alejan? No es justo." Golpeó levemente el pecho del menor.
Y en ese momento Jimin se sintió impotente.
Yoongi estaba ebrio.
Cuando entró, no se percató de que la habitación ya se hallaba sumida en el deprimente aroma de alcohol y cigarros.
Para cuando el rubio notó esa significante cuestión, Yoongi ya se encontraba entre sus brazos, aferrándose a él con una evidente necesidad.
"Por favor, Jiminie, no vuelvas a dejarme." Pidió entre sollozos. "Me comporté como un imbécil."
El menor lo abrazó fuerte, causándole un aura de protección.
"Todo va a estar bien, Yoon." Le dijo sin un rastro de duda en su voz, mientras acariciaba su espalda.
"Pero vas a dejarme, ¿Cierto?" Se alejó bruscamente.
"No, no lo haré." Estaba abrumado.
"Promételo." Exigió, sorbiendo los mocos.
"Te lo prometo, Yoongi."
El pelinegro hizo un puchero de nuevo y las lágrimas se acumularon aún más en sus ojos. Fue entonces cuando, miró fijamente a Jimin y su aliento fue robado de un momento a otro. Yoongi juntó sus labios contra los suyos en un inesperado beso cargado de necesidad. Si bien era un beso lento e inocente ceñido de suavidad. Un beso que traía lágrimas de por medio y un fuerte sabor a vodka.
Havana era la pegajosa melodía que retumbaba por toda las paredes de aquel hermoso apartamento, siendo la segunda causa de la infinita irritabilidad de Min Yoongi.
Cuando abrió los ojos, sintió ese profundo dolor intenso taladrando su cabeza, se removió impetuoso entre las ligeras sábanas que lo acobijaban y se obligó a ponerse de pie; su cabeza le pedía a gritos una aspirina.
Salió a paso lento de la habitación, sintiendo cada vez más fuerte la música de Camila Cabello esparciéndose por todo el lugar.
Lo primero que hizo al estar de pie en la cocina fue ver el pequeño cuerpo de Jimin de espaldas a él moviéndose con verdadera agilidad siguiendo el ritmo de aquella deleitable melodía. El rubio ejecutaba su pegajoso baile con seguridad y confianza, mientras sostenía una espátula en la mano derecha y una sartén en la otra.
Yoongi mordió involuntariamente su labio inferior sin siquiera poder apartar los ojos del sensual trasero de Jimin meneándose.
El cuerpo del menor estaba cubierto por una gran camiseta blanca y unos boxers negros cortos, dejando sus piernas completamente descubiertas.
Para cuando Yoongi terminó de explorar el cuerpo del menor, la excitación ya se reflejaba en sus ojos y en su abultada entrepierna.
Hasta que Jimin dio un giro como parte de su pequeño baile y se encontró con la mirada penetrante del mayor. Sintiendo como el espanto lo dominó, pegó un grito aterrado y soltó todo lo que tenía en las manos causando un gran estruendo.
Yoongi gruñó irritado por el escándalo.
"Mierda, harás que mi cabeza explote." Se quejó, manteniendo sus ojos entrecerrados.
Jimin se paralizó brevemente ante tal comentario.
No recordó el beso de anoche. Pensó, y por alguna extraña razón, sintió decepción.
"Lo... siento." Balbuceó.
"Al menos ya no tendré que comer tu espantosa comida." Mencionó con un tono de malicia. Giró sobre sus talones pero Jimin corrió con rabia hasta lograr ponerse de pie frente a él. Yoongi clavó su mirada en el menor con los ojos confundidos y, a la vez, enojados.
"¿Disculpa?" La expresión de Jimin era dura, pero en su interior estaba realmente ofendido.
"Te disculpo por arruinar mi paladar."
"Eres un..." El menor respiró hondo, tratando de encontrar valentía para decirle todas sus verdades a Yoongi. Aunque sabía, que no debía ser tan duro con él.
"¿Un qué? A ver..." Su tono era retador, tanto como la corta distancia entre ellos.
Jimin tragó duro. Estaba odiándolo un poco más que antes, sus puños se apretaron y por fin el coraje apareció.
"¡Un odioso insensible malvado! ¡Eso es lo que eres!" Exclamó enojado.
"¡¿Y tú te crees mejor?! ¡Te comportas como un altanero!" Gruñó Yoongi molesto.
"Eres desagradable."
"Y tú un irrespetuoso."
"Siempre estás de mal humor."
"Porque siempre eres torpe."
"¡Cruel!"
"¡Débil!"
"¡Engreído!"
"¡Chiflado!"
"¡Posesivo!"
Yoongi suspiró pesado al escuchar eso.
Y Jimin sintió las manos del mayor posarse con fuerza en su cintura, atrayéndolo más hacia su cuerpo, quitándole el aire.
Sus ojos se volvieron más oscuros de lo normal.
"Creo que puedo mostrarte cuan posesivo puedo ser con lo que me pertenece."
El menor procesó aquel juego de palabras con cierta dificultad, sintiendo como poco a poco la distancia entre ellos se acortaba.
Podía sentir su respiración tan cerca, tan cálida.
"Jimin-ssi, Encontré un spa en-" El chico se quedó paralizado en la puerta ante presenciar tal escena.
Mierda, Hoseok, ¿Por qué ahora?
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Rich Boy ; Yoonmin
FanfictionPark Jimin está comenzando una nueva vida como adulto. Pero gracias a un estafador, accidentalmente termina viviendo con el hombre más rico y arrogante de Seúl; Min Yoongi. ❝El amor es el punto medio entre estos dos polos opuestos.❞ 부자 ✿╎Autora: @k...