Park Jimin está comenzando una nueva vida como adulto. Pero gracias a un estafador, accidentalmente termina viviendo con el hombre más rico y arrogante de Seúl; Min Yoongi.
❝El amor es el punto medio entre estos dos polos opuestos.❞
부자
✿╎Autora: @k...
Decidió dejar de darle vueltas al asunto y sin más, obedeció. Sintiéndose feliz por tener toda su ropa, accesorios y cosas de uso personal de vuelta. Rebuscó en su ropa hasta optar por ponerse un conjunto casual.
Una camiseta blanca estampada y unos pantalones negros ajustados.
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Se echó perfume y adornó sus dedos con un par de anillos plateados.
Su cabello lucía bien, él lucía bien.
Iba a guardar todo cuando un mediano sobre de papel rosa que estaba entre su ropa llamó su atención.
Tenía su nombre.
Lo abrió curioso y una gran sonrisa se formó en sus labios.
Amor, tenemos una cita
Hoy, a las 12 p.m.
No faltes.
-Min Yoongi.
Jimin no sabía qué hora era ya que su teléfono aún seguía muerto. Así que se limitó a guardar la carta en su bolso trasero y corrió apresurado hacia el lobby.
El elevador rápidamente lo llevó hacia el primer piso y ahí estaba una gran cantidad de gente entrando y saliendo.
Y no encontraba a Yoongi.
"¿Señor Park?" Una voz masculina lo llamó a su lado.
El rubio miró dudoso al hombre de aproximadamente 50 años, vestido de traje y con un audífono en su oído izquierdo.
"¿S-sí?"
"Soy Kim Bon-hwa, uno de los guardaespaldas del Señor Min." Se presentó. "Me pidió que lo llevara su cita con él."
"Él... ¿No está con usted?"
"No, él lo está esperando en el parque Yeouido."
Jimin no pudo eludir un ligero suspiro cargado de alivio y emoción. Oh, mierda, Yoongi le había planeado una cita; su primera cita.
Y de alguna forma, se sentía como un adolescente experimentando el sentimiento de amor por primera vez.
Al final cedió.
Cuando llegaron a la salida una camioneta negra estaba abierta, esperándolo.
Sintió escalofríos al ver la gran seguridad que Yoongi traía con él, y sabía que era para evitar algún incidente, en especial si se encontraba en libertad condicional.
El viaje fue de aproximadamente veinte minutos. Bon-hwa reprodujo todo el álbum de Yoongi durante el trayecto y en ocasiones, Jimin tarareaba las canciones.
Cuando el auto se detuvo, sintió un pequeño nudo de ansiedad en su estómago. Miró por la ventana y se encontró con el hermoso ambiente verdoso del gran parque.
"Tenga." Bon-hwa interrumpió sus pensamientos, entregándole un antifaz para que cubriera sus ojos.
"¿Qué es esto?"
"El Señor Min me pidió que se lo entregue."
"No creo que-"
"Sus reglas fueron claras. No abriré la puerta hasta que no se cubra los ojos, Señor Park." Le advirtió el hombre mayor.
Jimin miró dudoso el antifaz gris y al final, decidió sólo confiar, cubriendo sus ojos.
"Bien, ¿Y ahora qué?"
"Bueno, el Señor Min me dio la orden de devolverlo al auto si por un momento piensa en quitarse el antifaz y salir corriendo."
Mierda, si que lo conoce bien.
"Entonces, espero que no intente nada alocado, Señor." Concluyó Bon-hwa.
Jimin escuchó la puerta de adelante abrirse y luego la suya.
El señor lo ayudó a salir del vehículo y después escuchó varias voces junto a él.
Lo escoltaron hasta un punto y el rubio estaba luchando internamente por tragarse las garrafales ganas de arrancar la tela de sus ojos.
"Listo, Señor." Avisó el guardaespaldas, soltando a Jimin.
El menor automáticamente presenció una oleada de ausencia junto con una pequeña cantidad de murmullos a su al rededor.
Entonces alguien se deshizo de su antifaz.
Y sus ojos conectaron de inmediato con los del chico de cabellos negros.
Su pulso se aceleraba a medida que Yoongi se le acercaba, su nerviosismo se notaba a kilómetros.
Hasta que estuvo lo suficientemente cerca. "¿Yoon que es todo esto?" Su corazón latía fuerte.
"Es... posiblemente el comienzo de algo hermoso." Esbozó una sonrisa y tomó una de sus manos.
Se movió a un lado e hizo una señal para que tiraran la manta que cubría una buena cantidad de globos metálicos.
Entonces el corazón de Jimin salió de su pecho.
Los globos rebelaron la sorpresa, o más bien, la pregunta.
