Rich Boy ; Yoonmin

033 ❝Primer día❞

Jimin no podía conciliar el sueño. 

Aquellas dos simples palabras habían salido accidentalmente de su boca y lo estaban volviendo loco. No sabía si el molesto dolor en su estómago era por la notable ignorancia de Yoongi.

Quería pensar que el pelinegro no lo había escuchado.

El mayor había terminado en él y así siguieron las últimas 2 horas; en donde Jimin estaba incesantemente incómodo sin poder controlar sus sentimientos. Al final Yoongi supo que algo estaba mal pero Jimin lo negó todo, robándole un último beso antes de irse a dormir.

No pelearon. 

Pero tampoco sintió que a Yoongi le importara lo suficiente.

Se removió adolorido, girando su delgado cuerpo, conectando su vista con la espalda desnuda del pelinegro. La manta cubría su cintura hasta llegar a sus pálidas pantorrillas.

Cuando se dio cuenta, ya estaba lo suficientemente cerca de él como para inhalar su cálido aroma. Jimin lo escuchó soltar unos cuantos ronquidos; el cuerpo de Yoongi se comenzó a remover involuntariamente entre sueños y terminó rodeando el cuerpo del menor con fuerza. Jimin sintió temor cuando lo escuchó balbucear, pero cuando notó que sus ojos estaban sellados y su boca entre abierta, sintió calma.

Entonces, pasó unos minutos examinando su bello rostro inmóvil. Indagó cada uno de sus poros y lo fina que lucía su piel blanca. Contó cada una de sus pestañas y estudió sus delgados y rosados labios.

Era tan precioso. Pensó.

Cuando por su mente pasó la idea de robarle un beso, la alarma de su teléfono comenzó a sonar estruendosamente, causando la molestia de Yoongi.

"¿Mhnm?" Se removió inquieto, con los ojos apretados.

Jimin se exaltó, decidió calmar al pelinegro soltando unos alargados "shh" para que no despertara y extendió su brazo hacia la mesa de noche junto a él, rebuscando repetidas veces hasta encontrar su móvil. 

"¿Por qué rayos puse ese tono?" Se quejó para sí mismo.

Sus ojos se achinaron por el molesto brillo de la pantalla, dándole aceptar al botón de 'detener'.

"¿Jimin?" La ronca voz de Yoongi a su lado lo hizo temer, estaba sobre sus codos, tallando sus irritados ojos cafés quienes no se acostumbraban a la luz. "¿Qué hora es?" Entre abrió un ojo y lo miró.

Cabello revuelto y labios hinchados; tremendamente ardiente.

Jimin devolvió su vista hacia la hora de su teléfono y de inmediato el nombre que le había puesto a la alarma aturdió sus sentidos.

10 a.m.

Primer día de escuela.

Entonces un mensaje de su padre llegó.

Dad:

Feliz primer día en la academia de danza Minie, mamá y yo te deseamos mucho éxito. Haznos sentir muy orgullosos. Te amamos. ¡fighting!

"¡Carajo!" Sus ojos se abrieron como platos y su cuerpo salió disparado de la cama, ignorando la pregunta de Yoongi. Comenzó a rebuscar en el armario cuando se dio cuenta de que esa no era su ropa y la habitación no era la suya.

"¿Podrías despertarme de esta forma todos los días, cariño?" Habló Yoongi a sus espaldas manteniendo una sonrisa, sin quitar la vista de su trasero desnudo. "¿Qué sucede?"