Rich Boy ; Yoonmin

026 ❝Como antes❞

Jimin limpiaba sus lágrimas impacientemente. Sus ojos no dejaban de expulsar un llanto involuntario.

Entonces la camioneta se aparcó en la entrada de un motel y de inmediato un Yoongi furioso salió dando un portazo. El menor tembló con reprimidos sollozos.

Uno de los guardaespaldas le abrió la puerta para que pudiera salir y lo único que logró ver al girar su cabeza fue a Yoongi caminando lejos, sin querer acompañarlo a dentro en lo absoluto.

"¿D-dónde estamos?" Balbuceó en dirección a Jaeyung, mientras se abrazaba a sí mismo en un intento desesperado por entrar en calor.

"En el motel Min." Respondió de inmediato. "Tenemos que entrar ahora Señor, hace mucho frío y es arriesgado tenerlo aquí afuera."

"Dígame Jimin, por favor." Sonó su nariz y caminó hacia adentro a paso lento.

Al entrar completamente al lugar, recibió una deliciosa oleada de calor y olor a chocolate caliente que lo hizo desfallecer. Y unos murmullos femeninos invadieron sus oídos.

"¿Quién lo habrá echo enojar esta ves? Fue muy grosero conmigo y..." Una de las empleadas se percató de la presencia de Jimin y de inmediato golpeó el brazo de la chica contraria para que dejara de hablar.

"Muy buenas noches, Señor." Saludó cortésmente la chica detrás del mostrador.

Jimin se inclinó en forma de saludo, dibujando una sonrisa fingida en el rostro.

"Lo esperan, señor, por aquí." Indicó otra chica de mediana edad al otro lado de la habitación.

El rubio pudo percatarse de que los hombres de seguridad se quedaron afuera vigilando el lugar. Se sintió mal por ese hecho pero no podía reprocharle más cosas a Yoongi, así que giró su rostro en dirección a la joven chica y la siguió.

Ésta muy amablemente le ofreció un té mientras caminaban a una de las habitaciones pero Jimin lo rechazó. Al parecer el lugar no tenía tantos huéspedes. El ambiente silencioso era un hecho extraño para él.

No era un motel grande, sin embargo, la chica llevaba a Jimin por un largo pasillo y unas cuantas puertas muy lejanas a las demás habitaciones.

Se detuvieron de inmediato en una puerta doble. Demasiado privado para él.

"Esta es la habitación del Señor Min, puede pasar." Le indicó. "Estoy a sus órdenes, con su permiso." Dijo para luego retirarse.

Jimin se detuvo en su lugar, observando fijamente la perilla, sin tener intención alguna de entrar, pero todo aquello se vio interrumpido por una voz.

"Entra de una maldita vez, Jimin." Gruñó Yoongi desde el otro lado de la puerta.

El rubio sintió su cuerpo erizarse.

¿Correr o no correr?

Respiró hondo y abrió la puerta temeroso.

Sus ojos impactaron de inmediato con la espalda pálida y desnuda del chico de cabellos negros.

"Cierra la puerta." Ordenó, sin mirarlo.

Jimin sentía el miedo carnal triturándole el estómago. Al final tomó fuerte la madera entre sus manos y la empujó del lado contrario, cerrando la puerta por completo.

Inspeccionó rápidamente la habitación con la mirada, era de color marrón, con un estilo vintage y un aura tensa. Los arreglos eran hermosos y la decoración preciosa, parecía el lugar mas acogedor para pasar la noche. Excepto que no estaba teniendo el mejor día de su vida.

"Pedí un par de batas para que pudieras estar cómodo." Habló, sentándose en la cama, deshaciéndose de sus zapatos y jeans. "Están e-"

"¿Puedo dormir en otro lado?" Interrumpió, con una voz casi inaudible.

Estaba seguro de que su miedo y coraje eran probablemente el factor principal de su ridícula necesidad.

Yoongi lo miró serio. "¿Por qué mierda quieres otra habitación?"

Jimin aclaró su garganta y sintió que sus nervios lo controlaban aún más. "N-no quiero do-dormir contigo."

Yoongi miró en dirección al suelo, apoyando sus manos en sus rodillas.

"¿Me crees tan estúpido?"

Tragó duro cuando vio su mirada inyectada en rabia.

"¡Si no quieres estar aquí, entonces te llevo con el imbécil de Bam Bam para que te lo cojas de una buena vez!" Ahora su enojo fluía a través de sus ojos.

Se había levantado, quedando a un metro de distancia de Jimin, ambos expulsando un mar de emociones a punto de colpasar.

"¡Deja de insinuar que soy un cualquiera, Min Yoongi!" Sus ojos ya tenían lágrimas acumuladas. "¡Lo golpeaste!"

"¡Y lo hubiera matado de no ser por ti!" Lo señaló.

"¡Actúas como un loco!"

"¡Y tu como una puta!"

Jimin estrelló su mano contra su mejilla.

Esas palabras trituraron su corazón.

"¡Lo mandaste al puto hospital!" Golpeó débilmente el pecho del mayor cuando este lo detuvo. "¡¿Por qué haces todas estas cosas?! ¡Son pura mierda!" Sus sollozos retenidos se contuvieron en desgarradores alaridos que hacían eco.

Las grandes manos de Yoongi sostenían los brazos del rubio para contraer su fuerza. Su mejilla izquierda le ardía y sentía la necesidad de sacar al chico de ahí antes de que su limitada paciencia se esfumara.

"¡Suéltame!" Jimin estaba completamente alterado.

El pelinegro lo hizo girar en dirección a la cama y lo arrojó ahí. Jimin lo miraba aterrado con la preocupación de que le pudiera hacer algo.

Yoongi talló su rostro frustado por la situación. Sorbió sus mocos y se alejó de él, terminando incado en el rincón de la habitación.

"Jimin." Comenzó a hablar, débil. "Te digo lo que quieres oír." Lo miró deshecho. "Te doy lo que puedo darte e incluso más allá de cualquiera de mis posibilidades." Una lagrima recorrió su mejilla. "Muevo el mundo por ti y a todas las personas en él... y tu solamente me haces sentir como un idiota." El rubio sollozó una vez más. "Si tanto odias lo que soy y lo que hago... lo mejor es que todo sea como antes, porque de esa forma ambos estábamos bien."

"¿C-cómo antes?"

"Como antes de conocernos."

No entendía. Por favor no sigas, no vayas a arruinarlo. Pensó el menor.

"Te mostré un lado mío que jamás le había dado a alguien más..." Mordió su labio. "Pero a la mierda todo eso."

"Yoong-"

"Sal de mi habitación."

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Capítulo dedicado a Hobbie, el chico de la sonrisa preciosa ⚘
Feliz cumpleaños mi amor.❤