035 ❝Confía❞

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"Las cosas no son como crees, Yoon." Soltó de pronto con un tono apagado, sabiendo que el pelinegro era capaz de empeorar aún más las cosas por tener ideas erróneas de la situación. "¿Podemos hablarlo? Por favor."

Se quedaron unos segundos en silencio. Jimin no despegó su vista de él, mientras Yoongi mantenía los ojos fijos en la carretera. Un minuto después, se volteó a mirarlo y asintió, apretando los labios y caminando hasta entrar al vehículo.

Jimin dió un suspiro pesado y lo siguió. Estaba exhausto y hambriento. No quería comenzar otra discusión en ese estado. El camino al restaurante al que Yoongi había echo reservación fue relativamente corto. Al llegar, el ambiente se sentía cargado de tensión y Jimin se sentía tan incómodo por su vestimenta que le dijo a Yoongi que preferiría ordenar para llevar. 

El pelinegro cumplió sus deseos aún sin dirigirle una sola palabra.

Esperaron un aproximado de 25 minutos dentro del auto, compartiendo oxígeno y un mar de malas vibras. Yoongi se la pasaba jugando con su móvil y Jimin simplemente se limitó a escuchar música y reposar a su lado.

 La comida se les entregó y se pusieron en marcha hacia el departamento. Cuando llegaron, la misma ola de reporteros alterados los persiguió. Pero esta vez Yoongi no estaba tomando la mano de Jimin, ni estaba caminando detrás suyo.

Bajaron casi corriendo del vehículo debido a la poca seguridad que los estaba escoltando en ese momento. Apenas entraron, las puertas del hotel se cerraron para la comodidad de ambos -y gracias al dinero de más que Yoongi había dado para que eso fuese posible.- 

Tomaron el elevador juntos y subieron en silencio. Cuando llegaron, solo la bolsa con la orden de comida de Jimin se puso sobre la mesa y el menor sin darse cuenta de aquello, optó por sentarse, siguiendo el paso de Yoongi.

"¿No almorzarás conmigo?" Le preguntó en voz alta, viendo la bolsa de comida que traía en mano.

No hubo respuesta.

Jimin decidió saciar sus necesidades con un delicioso bossam caliente antes de ir a arreglar las cosas con su novio, sabiendo que era mejor darle un poco de tiempo para que las cosas se calmasen.

Entonces cuando dio su último bocado, se puso de pie, satisfecho. Tomó un respiro y decidió ir a la habitación de Yoongi. Y en cuanto llegó dio dos golpes a la puerta pero fue ignorado, así que decidió abrirla, encontrándose con el chico mayor sentado al borde de su cama, concentrado en devorar su comida.

"La comida estuvo genial." Habló el rubio, cerrando la puerta detrás suyo, caminando hacia Yoongi y sentándose a su lado. "Debemos pedir comida ahí más seguido."

Jimin mordió su labio impaciente después de no recibir respuesta alguna. 

Min Yoongi no iba a hablarle jamás y menos con comida en su boca.

Decidió esperar a que terminara, se recostó en su cama y se dedicó a observar la gran y varonil espalda de su novio por unos minutos. Demasiado sexy para ser verdad. Pensó.

Cuando vio a Yoongi ponerse de pie y comenzar a limpiar su desastre, decidió que era momento de arreglar las cosas. Se levantó ágilmente y lo abrazó por la espalda, haciendo que su cuerpo se tensase al tacto.

"Cariño." Susurró. "Por favor dime algo... lo que sea."

Tragó duro, sabiendo que su chico estaba lo suficientemente herido. 

"Yoon..." Continuó. "Taehyung te dio una idea errónea de lo que sucedió, yo... me cambié en el vestidor individual apenas terminamos la clase. En realidad él no me agrada." Se acurrucó más en él, reforzando su abrazo. "Hizo todo eso porque le rechacé su invitación a almorzar, es un verdadero idiota." 

Segundos después sintió las manos de Yoongi acariciar las suyas, las cuales reposaban por encima de su abdomen. Jimin le posó un beso en su hombro antes de soltarlo y dejar que él girase para encararlo.

"¿Me perdonas?" Dijo atrapando aquellos perfectos ojos marrón que tanto lo volvían loco.

El pelinegro tomó sus mejillas, rozándolas débilmente con las yemas de sus dedos. "Odio la idea de que alguien más pueda estar contigo de cualquier forma, Jimin..." 

El menor lo tomó de la cintura y le plantó un suave beso en los labios. "Tienes que empezar a confiar en mí, Yoon."

El mayor acarició su rubia cabellera.

"Yo no conozco el significado de confianza, mi amor."

"¿Entonces cómo haremos que esto funcione?"

"Sólo no dejes de amarme... y todo estará bien." 

Entonces lo atrajo más hacia él y besó sus hinchados y brillantes labios. Lenta pero apasionadamente, en un suave vaivén de emociones que aceleraban el corazón del rubio, llevándolo a un nivel de placer que creía inalcanzable. Sus lenguas jugaban entre sí, acariciándose entre quejidos casi inaudibles que poco a poco comenzaron a tornarse más intensos.

Las manos de Yoongi comenzaron a acariciar la fina espalda de Jimin hasta entrometerse debajo de su camisa, dándole suaves toques a su piel, causándole unos cortos jadeos cargados de deseo. Jimin subió sus manos hasta sujetar los negros mechones de Yoongi, mientras que su pierna subía involuntariamente hasta la cadera del mayor, queriendo encontrar su punto dulce.

Jimin soltó un profundo gemido cuando Yoongi apretó una de sus nalgas. 

"Mío." Susurró el mayor, entre besos. "Sólo mío, Jimin."

Sus grandes y ágiles manos, desabrocharon la bermuda del menor y lo bajaron junto con su ropa interior, sintiendo su delicada piel tensarse al tacto. Inundado por el calor acumulado en su cuerpo, comenzó a dejar un camino de besos por el cuello de Yoongi, mientras que este se encargaba de acariciar su zona, llenándolo con su dedo anular.

"Y-yoon..." Gimoteó con un hilo de voz.

"Dí que eres mío." Gruñó autoritario. "Quiero escucharte decirlo."

Su dedo fue acompañado de un segundo, manteniendo su rítmico roce cargado de excitación y placer invaluable para Jimin, poniendo a Yoongi cada vez más duro.

"S-soy t-todo tuyo M-min Yoongi..."

El pelinegro sonrió ante sus palabras, sintiéndose encantado por aquel hermoso ser humano que lo hacía sentirse cada vez más vivo. Se acercó a sus labios para dejar un profundo beso, sintiendo al instante un líquido caliente escurrirse encima de sus pantalones.

Se separó de él lentamente y atrapó sus apenados y preciosos ojos. "Yo también te amo, Park Jimin."

Rich Boy ; YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora